Confucio pensaba que los dirigentes debían servir de
ejemplo al pueblo por medio de su comportamiento. Para él, el ideal de
sociedad sería aquella que viviese en armonía gobernada por los más
sabios. Sus enseñanzas tomaron la forma del confucianismo, que fue
durante más de 2.000 años la religión imperial china.
Estatua de Confucio.
Estatua de Confucio.
El
confucianismo es una religión eminentemente política, como todas las que
generaron las civilizaciones originales, dirigida a consolidar un
gobierno perfecto. Su primer compilador fue Confucio (K'ung-fu-tzu,
hacia 552-479 a.e.c.), aunque no hay seguridad de que ninguno de los
escritos confucianistas sea realmente suyo. Vivió en la turbulenta
segunda época de la dinastía Chou, con una China dividida, mal gobernada
y que añoraba una imaginaria época mejor. Confucio, de acuerdo con el
ideal de la admiración por el pasado, intenta recrear o restablecer las
bases de un sistema de gobierno perfecto, basado en la antigua sabiduría
de la que se considera un transmisor, pero en ningún caso el creador.
Confucio
llevó a cabo la sistematización de los modos de gobernar de la
civilización original china, que perduró hasta 1912 en ese país y que
todavía tiene seguidores en Taiwán, Corea y otras zonas asiáticas. Se
trata, por tanto, de una religión viva, cuya extraordinaria longevidad
resulta sorprendente frente a la desaparición de las religiones de las
otras civilizaciones originales.
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