(heb. {alîyâh; gr. katáluma, taméion). Las casas más pequeñas del antiguo Cercano Oriente no tenían habitaciones especiales para huéspedes, y los visitantes tenían que dormir y vivir en las habitaciones ocupadas por los miembros de la familia. Sin embargo, las casas más grandes de la gente rica tenían un cuarto especial para huéspedes, generalmente en el piso alto (Mr. 14:14; Lc. 22:11, cf 2 R. 4:10; fig 28). El dormitorio o cámara nupcial solía estar en la parte de atrás de la casa, o en la planta alta, y generalmente se usaba de manera exclusiva para dormir (2 S. 4:7; 2 R. 11:2). Estas habitaciones eran los dominios de las mujeres (Jue. 15:1); sólo el jefe de la familia tenía acceso a ellas. Taméion se refiere a la habitación más recóndita, íntima, escondida o secreta de la casa, o simplemente a unas de las salas interiores (Mt. 6:6).
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Procura comentar con libertad y con respeto. Este blog es gratuito, no hacemos publicidad y está puesto totalmente a vuestra disposición. Pero pedimos todo el respeto del mundo a todo el mundo. Gracias.