jueves, 10 de marzo de 2016

Espíritus imperfectos

Caracteres generales.- Predominio de la materia sobre el espíritu, propensión al mal, ignorancia, orgullo, egoísmo y todas las malas pasiones que de él derivan. Tienen intuición de Dios, pero no lo comprenden. Todos no son esencialmente malos, y en algunas abundan más la ligereza, la inconsecuencia y la malicia que la verdadera perversidad. Unos no hacen bien ni mal; pero por lo mismo que no practican el bien, demuestran su inferioridad. Otros, por lo contrario, se complacen en el mal, y están satisfechos cuando hallan ocasión de hacerlo.
Pueden reunir la inteligencia a la perversidad y a la malicia; pero, cualquiera que sea su desarrollo intelectual, sus ideas son poco elevadas y sus sentimientos más o menos abyectos. Semejantes espíritus ven la dicha de los buenos, siéndoles este espectáculo un tormento incesante, puesto que experimentan todas las angustias que pueden producir la envidia y los celos. Puede dividirse en cinco clases principales.

1 clase. ESPÍRITUS IMPUROS.- Son propensos al mal y lo hacen objeto de sus maquinaciones. Como espíritus dan consejos pérfidos, promueven la discordia y la desconfianza, y, para engañar mejor, toman todas las apariencias. Se apoderan de los caracteres bastante débiles para seguir sus excitaciones, a fin de arrastrarlos a su perdición y están satisfechos cuando consiguen retardar su progreso, haciéndoles sucumbir en las pruebas que sufren.
Ciertos pueblos los han considerado como divinidades maléficas, y otros los designan con los nombres de demonios, genios malos y espíritus del mal.
Los seres vivientes a quienes animan durante la encarnación, son dados a todos los vicios que engendran las pasiones viles y degradantes, tales como: el sensualismo, la crueldad, la bellaquería, la hipocresía, la codicia y la sórdida avaricia. Hacen el mal por el placer de hacerlo, sin motivo la mayor parte de las veces, y por aversión al bien escogen casi siempre sus victimas entre las personas honradas. Cualquiera que sea el rango social que ocupen, son azote de la humanidad, y el barniz de la civilización no los libra del oprobio y de la ignominia.
Delincuentes natos.

2 clase. ESPÍRITUS LIGEROS.- Son ignorantes, malignos, inconscientes y burlones, y en todo se entrometen, y responden a todo sin cuidarse de la verdad. Se complacen en ocasionar pequeños pesares y alegrías, en chismear, en inducir maliciosamente a error por medio de mixtificaciones y en hacer travesurillas. A esta clase pertenecen los espíritus llamados vulgarmente duendes, trasgos, gnomos y diablillos, todos los cuales dependen de los espíritus superiores que frecuentemente los ocupan como nosotros a nuestros criados.
En las comunicaciones con los hombres, su lenguaje es a veces ingenioso, y chistoso, pero casi siempre superficial, y aprovechan las extravagancias y las ridiculeces que exponen en frases mordaces y satíricas. Cuando usurpan algún nombre, lo hacen más por malicia que por perversidad. Delincuentes habituales.

3 clase. ESPÍRITUS DE FALSA INSTRUCCIÓN, (seudo sabios).- tienen conocimientos bastante vastos, pero creen saber más de lo que realmente saben. Habiendo progresado algo en diversos sentidos, su lenguaje tiene cierto carácter grave que puede engañar acerca de las preocupaciones y de las ideas sistemáticas de la vida terrestre, una mezcla de verdades y errores absurdos, en medio de los cuales se descubren la presunción, el orgullo, los celos y la terquedad de que no han podido emanciparse. Esta categoría es intelectual y no moral, al menos en la intensidad delictuosa.

4 clase. ESPÍRITUS NEUTROS.- No son ni bastante buenos para practicar el bien, ni bastante malos para hacer el mal; se inclinan Igualmente al uno y al otro y no se sobreponen a la condición vulgar de la humanidad ni moral, ni intelectualmente. Tienen apego a las cosas de este mundo, cuyas alegrías groseras echan de menos.
Son delincuentes ocasionales y hasta habituales en ciertas clases de inmoralidades que no sean muy antisociales. En esta clase que es moralmente débil, habrá que colocar también a los delincuentes locos poseídos y a los pasionales.

5 clase. ESPÍRITUS GOLPEADORES Y PERTURBADORES. - Propiamente hablando, no forman una clase distinta, si se toman en consideración sus cualidades personales, y pueden pertenecer a todas las clases del tercer orden. A menudo anuncian su presencia por efectos sensibles y físicos, como golpes, movimiento y desarreglo anormal de los cuerpos sólidos, agitación del aire, etc. Parece que están más apegados a la materia que los otros y que son los principales agentes de las vicisitudes de los elementos del globo, ya obren en el aire, en el agua, en el fuego, ya en los cuerpos duros, ya en las entrañas de la Tierra. Cuando estos fenómenos tienen un carácter Intencional inteligente, se conoce que no son debidos a una causa fortuita y física. Todos los espíritus pueden producirlos; pero los elevados los confían por lo general a los espíritus subalternos, más aptos para las cosas materiales que para las inteligentes, y cuando los primeros creen oportunas las manifestaciones de este género, se sirven de los segundos como de auxiliares.
El segundo orden es de los espíritus buenos y el primero, el de los espíritus puros. Ya aquí no encontramos delincuentes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Procura comentar con libertad y con respeto. Este blog es gratuito, no hacemos publicidad y está puesto totalmente a vuestra disposición. Pero pedimos todo el respeto del mundo a todo el mundo. Gracias.