Se entiende
por epistemología teológica el estudio sobre los fundamentos del saber teológico
realizado a la luz de la fe eclesial. La epistemología teológica ha asumido y
asume diversos nombres y tareas: por eso mismo, en el organigrama teológico
actual, exige siempre, además de una justificación propia, una clarificación
previa por parte del teólogo.
Se suele poner el nacimiento de este
tratado en el De locis theologicis de Melchor Cano ( 1509- 1560); a
partir de entonces hay todo un florecimiento de estudios en este sector. A unos
treinta años de distancia de Melchor Cano, T. Stapleton escribe el Principiorum
fidei doctrinalium demonstratio
metodica: más recientemente, se debe a M. J. Scheeben la recuperación sistemática
de este tema, que figura al comienzo de su Dogmática: Theologische
Erkenntnislehre. A continuación, la apologética clásica solía insertar en la
demonstratio catholica una parte que se refería precisamente a los temas de
epistemología.
Hoy se pueden encontrar diversos nombres para este sector.
gnoseología teológica, doctrina de los principios teológicos, teoría del
conocimiento teológico...: cada uno de ellos expresa una visión específica de
la epistemología; en particular, se divisan algunas perspectivas que pueden
sintetizarse de este modo: 1. Una teoría general del conocimiento teológico
que apela a los principios de la lógica filosófica y que intenta expresar los
datos objetivos de la fe. 2. Una teoría de la teología a la luz de los
principios fundamentales de la episteme. 3. El estudio de los principios del
cristianismo.
La preferencia por el uso de epistemología teológica se
justifica si se tienen en cuenta los siguientes datos. La teología, en primer
lugar, requiere una justificación de sus propias pretensiones científicas; éstas
le pueden venir sólo de una autojustificación cuyos principios se encuentren
dentro de la misma ciencia. Pero el procedimiento debe realizarse de tal manera
que los contenidos alcanzados sean comunicables y por tanto universales, es
decir plenamente científicos. En ese momento intervienen diversos factores que
tienden a poner las condiciones para un uso correcto de los análisis, de los
contenidos y de las metodologías.
Puesto que la teología es ante todo la búsqueda que la fe
eclesial realiza sobre sí misma a la luz de la inteligencia crítica, habrá
que establecer quiénes son los sujetos capacitados para esta función epistémica:
los teólogos, el Magisterio, el pueblo de Dios. La elección del sujeto supone
también inevitablemente la determinación del contenido de la epistemología y
de su significación. , Más directamente, la epistemología teológica toma en
consideración los temas que forman el saber teológico como tal y los
principios a los que apelan.
La tarea primordial de la epistemología será la de
justificar su presencia y el papel que debe representar en la globalidad del
discurso teológico. Esto se lleva a cabo con la referencia al principio
constitutivo de la teología: la revelación y la fe que la acoge.
La revelación y la fe son los principios constitutivos del
saber teológico, aunque en dos niveles distintos. La revelación es principio
objetivo y referente primario, mientras que la fe es principio subjetivo y
normado por la revelación. La Palabra de Dios escrita y transmitida constituye
la forma objetiva de la epistemología, mientras que la fe eclesial es el
principio ineliminable de su reflexión. En este horizonte habrá que encontrar
y formular aquellos principios que, epistemológicamente hablando, rigen la
teología: la normatividad de la Escritura y de la Tradición, el Magisterio y
su infalibilidad, los criterios que componen la recta interpretación de la
Palabra de Dios, la fe y el sensus fidei de todo el pueblo de Dios.
Una vez encontrados estos elementos, la epistemología
tendrá como objetivo final la justificación del carácter científico de la
globalidad de la teología. En cuanto ciencia de la fe, encontrará en la
epistemología la función primaria de sus pretensiones científicas y el
referente necesario para la investigación interdisciplinar correcta de sus
asuntos.
Dada esta perspectiva, la epistemología teológica entra a
pleno título dentro de la teología fundamental. En el momento en que no era
clara todavía la distinción entre la teología fundamental y la dogmática, y
la teología fundamental quedaba identificada y reducida solamente a la dimensión
apologética, el problema no se planteaba en términos tan claros y la dogmática
tenía que intentar de alguna manera formular una "dogmática general"
o una «dogmática formal», entendida como gnoseología teológica. Pero una
vez que la teología fundamental ha caracterizado mejor, en el presente, su
composición dentro del organigrama teológico, resulta lógico que sea ella, en
correspondencia con su naturaleza de teología fundamental, la que tenga que
expresar una epistemología.
R. Fisichella
Bibl.: R. Fisichella, Introducción a la teologia
fundamental, Verbo Divino, Estella 1993; Y Congar La fe y la teologia, Herder
Barcelona 1970: W Kérn - F. J Niemann, El conocimiento teológico. Herder
Barcelona 1986; B, Lonergan, Método en teología, Sígueme, Salamanca 1988; W
Pannenberg, Teoría de la ciencia . y teología, Cristiandad, Madrid 1981,
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