Erudito bíblico; nació en Dinant, Bélgica, el 12 de abril de 1573; murió en Tournai, el 9 de mayo de 1642. Entró a la Compañía de Jesús en 1592. Después de haber enseñado retórica, filosofía y teología, se dedicó a las Sagradas Escrituras. Fue durante mucho tiempo profesor de Sagrada Escritura y de hebreo en Douai, donde fue superior del Colegio Escocés. Sweert, en su "Athenae Belgicae", habla de él como un hombre de rara virtud; elogia su industria y prudencia, así como la penetración de su mente y la solidez de su juicio. Su trabajo en el departamento de Sagrada Escritura, en la que, nos dice, había sido iniciado por Cornelius a Lapide, siempre ha sido muy apreciado.
En 1839 Migne seleccionó su "Praeloquia" como el tratado más conveniente o introducción general con el que iniciar su "Sacrae Scripturae Cursus Completus" (I, cols. 5-242). En esta obra Bonfrere trata sobre temas pertenecientes a la Biblia como un todo. Su selección y tratamiento de los temas fue determinada en gran medida por las controversias de la época respecto al valor de la Vulgata, la oscuridad de las Escrituras, etc. Pero muchos de ellos todavía conservan su interés; y se manejan de una manera clara e interesante. Los métodos históricos que ahora se aplica al texto del canon y a la hermenéutica de la Sagrada Escritura no se conocían en su tiempo. Trata sobre la inspiración en un capítulo (cap. VIII: De modo quo Deus cum hisce Scriptoribus hagiographis habuit ). Las opiniones que aquí se establecen no concuerdan en todos los aspectos con las enseñanzas de los teólogos modernos. Sostiene, por ejemplo, que la aprobación de un escrito por Dios, con posterioridad a su composición, sería suficiente para hacerlo canónico. De hecho, sin embargo, nos asegura que ningún libro de la Biblia fue compuesto de ese modo. Luego expresa la opinión que al escribir sobre lo que sabían sin la revelación, los autores sagrados sólo contaron con la ayuda necesaria para preservarlos del error. No hace una clara distinción entre la inspiración y la revelación. (Ver Pesch, "De Inspiratione", núms. 323 y 324.)
Los "Praeloquia" fueron publicados junto con un comentario sobre el Pentateuco en un volumen titulado:: "Pentateuchis Mosis commentario illustratis, praemissis praeloquiis perutilibus (fol., Amberes, 1625). Éste fue seguido por sus comentarios sobre Josué, Jueces y Rut, a los cuales añadió un tratado sobre geografía sagrada, compuesto por [[Eusebio de Cesarea|Eusebio y traducido por San Jerónimo: Josue, Judices et Ruth commentario illustrati. AccessitOnomasticon" (fol. París, 1631). Bonfrere se había propuesto explicar los Libros de los Reyes antes de su obra sobre el Pentateuco, nos dice en su prefacio a la segunda; pero había sentido la necesidad de ir de nuevo al principio de las cosas. Su "Libri Regum et Paralipomenon commentariis illustrati”, se le dio a la prensa en Tournai, en 1643, después de su muerte. Sin embargo, la imprenta fue quemada, y la obra no apareció. Los biógrafos no tienen ni siquiera referencia a los manuscritos. Se dice que el docto profesor dejó comentarios sobre casi todos los otros libros de la Biblia. La explicación de Bonfrere del texto de la Escritura muestra un muy buen conocimiento del hebreo, y presta especial atención a los lugares mencionados. Su erudición fue extensa para su tiempo. La sobriedad y sensatez de sus comentarios son generalmente admiradas.
Bibliografía: Alegambe, Bibl. Script. S.J., Andre, Bib.belgica; Sweert, Athenae Belgicae.
Fuente: Reilly, Wendell. "Jacques Bonfrère." The Catholic Encyclopedia. Vol. 2. New York: Robert Appleton Company, 1907. 15 Jan. 2012 <http://www.newadvent.org/cathen/02655c.htm>.
Traducido por Luz María Hernández Medina.
En 1839 Migne seleccionó su "Praeloquia" como el tratado más conveniente o introducción general con el que iniciar su "Sacrae Scripturae Cursus Completus" (I, cols. 5-242). En esta obra Bonfrere trata sobre temas pertenecientes a la Biblia como un todo. Su selección y tratamiento de los temas fue determinada en gran medida por las controversias de la época respecto al valor de la Vulgata, la oscuridad de las Escrituras, etc. Pero muchos de ellos todavía conservan su interés; y se manejan de una manera clara e interesante. Los métodos históricos que ahora se aplica al texto del canon y a la hermenéutica de la Sagrada Escritura no se conocían en su tiempo. Trata sobre la inspiración en un capítulo (cap. VIII: De modo quo Deus cum hisce Scriptoribus hagiographis habuit ). Las opiniones que aquí se establecen no concuerdan en todos los aspectos con las enseñanzas de los teólogos modernos. Sostiene, por ejemplo, que la aprobación de un escrito por Dios, con posterioridad a su composición, sería suficiente para hacerlo canónico. De hecho, sin embargo, nos asegura que ningún libro de la Biblia fue compuesto de ese modo. Luego expresa la opinión que al escribir sobre lo que sabían sin la revelación, los autores sagrados sólo contaron con la ayuda necesaria para preservarlos del error. No hace una clara distinción entre la inspiración y la revelación. (Ver Pesch, "De Inspiratione", núms. 323 y 324.)
Los "Praeloquia" fueron publicados junto con un comentario sobre el Pentateuco en un volumen titulado:: "Pentateuchis Mosis commentario illustratis, praemissis praeloquiis perutilibus (fol., Amberes, 1625). Éste fue seguido por sus comentarios sobre Josué, Jueces y Rut, a los cuales añadió un tratado sobre geografía sagrada, compuesto por [[Eusebio de Cesarea|Eusebio y traducido por San Jerónimo: Josue, Judices et Ruth commentario illustrati. AccessitOnomasticon" (fol. París, 1631). Bonfrere se había propuesto explicar los Libros de los Reyes antes de su obra sobre el Pentateuco, nos dice en su prefacio a la segunda; pero había sentido la necesidad de ir de nuevo al principio de las cosas. Su "Libri Regum et Paralipomenon commentariis illustrati”, se le dio a la prensa en Tournai, en 1643, después de su muerte. Sin embargo, la imprenta fue quemada, y la obra no apareció. Los biógrafos no tienen ni siquiera referencia a los manuscritos. Se dice que el docto profesor dejó comentarios sobre casi todos los otros libros de la Biblia. La explicación de Bonfrere del texto de la Escritura muestra un muy buen conocimiento del hebreo, y presta especial atención a los lugares mencionados. Su erudición fue extensa para su tiempo. La sobriedad y sensatez de sus comentarios son generalmente admiradas.
Bibliografía: Alegambe, Bibl. Script. S.J., Andre, Bib.belgica; Sweert, Athenae Belgicae.
Fuente: Reilly, Wendell. "Jacques Bonfrère." The Catholic Encyclopedia. Vol. 2. New York: Robert Appleton Company, 1907. 15 Jan. 2012 <http://www.newadvent.org/cathen/02655c.htm>.
Traducido por Luz María Hernández Medina.
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