El término "astronautas de la antigüedad" designa a la noción
especulativa de que los extraterrestres son los responsables de la mayoría
de las civilizaciones de la antigüedad. El proponente más notorio de esta
idea es Erich von Däniken, autor de varios libros populares en la materia.
Su ¿Carros de los Dioses? Misterios Irresueltos del Pasado (Chariots of the
Gods? Unsolved Mysteries of the Past), por ejemplo, es un arrollador ataque
a la memoria y habilidades de los antiguos. Däniken afirma que los mitos,
artes, organizaciones sociales, etc., de las culturas antiguas fueron
introducidas por astronautas de otro mundo. No solamente cuestiona la
capacidad de recordar, sino también la capacidad para la cultura y la
civilización en los antiguos. Los humanos prehistóricos no desarrollaron su
propia arte ni tecnología, en cambio fueron instruidos en arte y ciencia por
visitantes del espacio exterior.
¿Dónde está la prueba de las afirmaciones de Däniken? Algunas de ellas han sido sólo fraudes. Por ejemplo, él mismo fabricó las fotografías de alfarería que afirmaba había sido encontrada en una excavación arqueológica. Esta alfarería representa platillos voladores y se dijo que había sido datada como fabricada en tiempos bíblicos. Sin embargo, investigadores de Nova (el fino programa de ciencia público de la televisión) encontraron al alfarero que fabricó las alegadas artesanías antiguas. Confrontaron a Däniken con evidencia de su fraude; su respuesta fue que su farsa estaba justificada, ya que algunos sólo creerían si ven pruebas.
No obstante, la mayor parte de la evidencia de Däniken consiste en rebuscados y falsos argumentos. Sus datos son principalmente sitios arqueológicos y mitos antiguos. Comienza con la suposición del astronauta de la antigüedad y luego forza todos los datos para que encajen en la idea. Por ejemplo, en Nazca, Perú, explica los dibujos de animales gigantes en el desierto como un aeropuerto alienígena antiguo. El hecho de que las líneas del dibujo no sirvan como pista de aterrizaje para cualquier tipo de aeronave real debido a su angostura es convenientemente ignorado por Däniken. La posibilidad de que estos dibujos estuvieran relacionados con la ciencia o mitología de los nativos no es tomada en cuenta. Además, frecuentemente acude a razonamientos de dilemas falsos como el siguiente: "Estos hechos pueden ser explicados asumiendo que esos primitivos idiotas lo hicieron por ellos mismos o debemos aceptar la noción más posible de que fueron ayudados por gente extremadamente avanzada que debió venir de otros planetas donde tecnologías como los dispositivos de antigravedad ya habían sido inventados".
Ha habido muchos críticos de las ideas de Däniken, pero Ronald Story ha sido el más meticuloso. La mayoría de los críticos de la teoría de Däniken señalan que los humanos prehistóricos no eran los desvalidos, incompetentes y olvidadizos salvajes que él intenta veamos en ellos. (Debieron ser por lo menos tan inteligentes como para entender el lenguaje y las enseñanzas de sus instructores estelares - ¡pequeña hazaña!). Es verdad que aún no comprendemos cómo los antiguos realizaron algunas de sus proezas físicas y tecnológicas. Aún nos preguntamos cómo es que los egipcios levantaron gigantescos obeliscos en el desierto y cómo los hombres de la edad de piedra movieron enormes rocas y las colocaron como dólmenes y en entradas a tumbas. Estamos sorprendidos por las cabezas gigantes labradas que se encuentran en la Isla de Pascua y nos preguntamos por qué fueron hechas, quién las hizo, y por qué abandonaron el lugar. Tal vez algún día tengamos la respuesta a esas preguntas, pero es más probable que surjan de la investigación científica y no de la especulación pseudocientífica. Por ejemplo, el observar a sujetos primitivos contemporáneos en Papúa, Nueva Guinea, donde aún se encuentran enormes rocas encima de las tumbas, nos ha enseñado cómo los antiguos pudieron haber hecho lo mismo con poco más que cuerdas de material orgánico, palancas y palas de madera, algo de ingenio y una buena cantidad de fuerza física.
No tenemos razón para creer que la memoria de nuestros ancestros era mucho más mala que la nuestra como para que no pudieran recordar las visitas extraterrestres lo suficientemente bien y llevar un registro preciso de las mismas. Existe muy poca evidencia para sustentar la idea de que los mitos antiguos y las historias religiosas sean la distorsionada e imperfecta remembranza de astronautas de la antigüedad registrada por antiguos sacerdotes. En cambio la evidencia de que los humanos prehistóricos o "primitivos" fueron (y son) bastante inteligentes e ingeniosos es abrumadora.
Desde luego, es posible que visitantes del espacio exterior hayan aterrizado en la Tierra hace unos cuantos miles de años y se hayan comunicado con nuestros ancentros. Pero es más posible que los humanos prehistóricos hayan sido los responsables de su propia arte, tecnología y cultura. ¿Por qué elaborar una explicación como la de Däniken? Hacerlo puede incrementar el misterio y el romance de nuestra teoría, pero a la vez la hace menos razonable, especialmente cuando nuestra teoría se ve inconsistente con lo que ya sabemos acerca de nuestro mundo. La hipótesis del astronauta de la antigüedad es innecesaria, la navaja de Occam debe ser aplicada y la hipótesis rechazada.
¿Dónde está la prueba de las afirmaciones de Däniken? Algunas de ellas han sido sólo fraudes. Por ejemplo, él mismo fabricó las fotografías de alfarería que afirmaba había sido encontrada en una excavación arqueológica. Esta alfarería representa platillos voladores y se dijo que había sido datada como fabricada en tiempos bíblicos. Sin embargo, investigadores de Nova (el fino programa de ciencia público de la televisión) encontraron al alfarero que fabricó las alegadas artesanías antiguas. Confrontaron a Däniken con evidencia de su fraude; su respuesta fue que su farsa estaba justificada, ya que algunos sólo creerían si ven pruebas.
No obstante, la mayor parte de la evidencia de Däniken consiste en rebuscados y falsos argumentos. Sus datos son principalmente sitios arqueológicos y mitos antiguos. Comienza con la suposición del astronauta de la antigüedad y luego forza todos los datos para que encajen en la idea. Por ejemplo, en Nazca, Perú, explica los dibujos de animales gigantes en el desierto como un aeropuerto alienígena antiguo. El hecho de que las líneas del dibujo no sirvan como pista de aterrizaje para cualquier tipo de aeronave real debido a su angostura es convenientemente ignorado por Däniken. La posibilidad de que estos dibujos estuvieran relacionados con la ciencia o mitología de los nativos no es tomada en cuenta. Además, frecuentemente acude a razonamientos de dilemas falsos como el siguiente: "Estos hechos pueden ser explicados asumiendo que esos primitivos idiotas lo hicieron por ellos mismos o debemos aceptar la noción más posible de que fueron ayudados por gente extremadamente avanzada que debió venir de otros planetas donde tecnologías como los dispositivos de antigravedad ya habían sido inventados".
Ha habido muchos críticos de las ideas de Däniken, pero Ronald Story ha sido el más meticuloso. La mayoría de los críticos de la teoría de Däniken señalan que los humanos prehistóricos no eran los desvalidos, incompetentes y olvidadizos salvajes que él intenta veamos en ellos. (Debieron ser por lo menos tan inteligentes como para entender el lenguaje y las enseñanzas de sus instructores estelares - ¡pequeña hazaña!). Es verdad que aún no comprendemos cómo los antiguos realizaron algunas de sus proezas físicas y tecnológicas. Aún nos preguntamos cómo es que los egipcios levantaron gigantescos obeliscos en el desierto y cómo los hombres de la edad de piedra movieron enormes rocas y las colocaron como dólmenes y en entradas a tumbas. Estamos sorprendidos por las cabezas gigantes labradas que se encuentran en la Isla de Pascua y nos preguntamos por qué fueron hechas, quién las hizo, y por qué abandonaron el lugar. Tal vez algún día tengamos la respuesta a esas preguntas, pero es más probable que surjan de la investigación científica y no de la especulación pseudocientífica. Por ejemplo, el observar a sujetos primitivos contemporáneos en Papúa, Nueva Guinea, donde aún se encuentran enormes rocas encima de las tumbas, nos ha enseñado cómo los antiguos pudieron haber hecho lo mismo con poco más que cuerdas de material orgánico, palancas y palas de madera, algo de ingenio y una buena cantidad de fuerza física.
No tenemos razón para creer que la memoria de nuestros ancestros era mucho más mala que la nuestra como para que no pudieran recordar las visitas extraterrestres lo suficientemente bien y llevar un registro preciso de las mismas. Existe muy poca evidencia para sustentar la idea de que los mitos antiguos y las historias religiosas sean la distorsionada e imperfecta remembranza de astronautas de la antigüedad registrada por antiguos sacerdotes. En cambio la evidencia de que los humanos prehistóricos o "primitivos" fueron (y son) bastante inteligentes e ingeniosos es abrumadora.
Desde luego, es posible que visitantes del espacio exterior hayan aterrizado en la Tierra hace unos cuantos miles de años y se hayan comunicado con nuestros ancentros. Pero es más posible que los humanos prehistóricos hayan sido los responsables de su propia arte, tecnología y cultura. ¿Por qué elaborar una explicación como la de Däniken? Hacerlo puede incrementar el misterio y el romance de nuestra teoría, pero a la vez la hace menos razonable, especialmente cuando nuestra teoría se ve inconsistente con lo que ya sabemos acerca de nuestro mundo. La hipótesis del astronauta de la antigüedad es innecesaria, la navaja de Occam debe ser aplicada y la hipótesis rechazada.
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