Desde
el siglo VI hasta 1868 se desarrolla el sintoísmo imperial y shogunal,
que acusa la influencia del confucianismo como forma política de
justificación del poder imperial y también recibe el influjo del budismo
con su carácter filosófico, su insistencia en la iconografía, en el más
allá y la muerte. El budismo resultó un revulsivo para el sintoísmo y
se produjeron fuertes controversias en torno a la figura de Buda,
entendido por sus detractores como un Kami extranjero y pernicioso.
El sintoísmo, frente a este reto, intentó adaptarse. Por ejemplo, los sutra
budistas se utilizaban como poderosos conjuros y los monjes actuaban
como chamanes capaces incluso de ayudar al muerto en su viaje al más
allá.
Los
dioses sintoístas terminan identificándose a partir del siglo XII con
bodhisatvas, que cantan sutras budistas en los altares shinto. Incluso, a consecuencia de la influencia jesuita en los siglos XVI y XVII, surgió un sintoísmo sincrético con el cristianismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Procura comentar con libertad y con respeto. Este blog es gratuito, no hacemos publicidad y está puesto totalmente a vuestra disposición. Pero pedimos todo el respeto del mundo a todo el mundo. Gracias.