En un
primer momento indicaba el sello de
plomo que garantizaba la autenticidad del documento al que se aplicaba: luego, y
por extensión, el documento mismo. Su uso es muy antiguo: los papas lo
adoptaron al menos desde el s. VI y siguen usándolo todavía, Las dos partes
del sello de plomo eran grabadas en relieve. El uso del material (plomo, oro,
plata dorada), el tipo de incisión, con cuerda o con seda, las inscripciones,
etc., han cambiado mucho a lo largo del tiempo. Nos interesa ante todo saber que
se indicaban también con este nombre ciertos documentos pontificios de diverso
alcance por su contenido y también por el material en que se escribían o con
el que se sellaban. Hoy, en vez de plomo, se suele poner en el documento un
sello de color rojo en la parte inferior izquierda del documento.
La historia de los acontecimientos principales de la Iglesia, y a veces la puntualización de su
credo, estaban marcadas por importantes «bulas", por ejemplo la «Bulla in
coena Domini», documento en el que se enumeraba una serie de excomuniones
generales que en otros tiempos se lanzaban todos los años en el aniversario de
la cena del Señor -el Jueves Santo-, desde lo alto de la logia de San Pedro.Hoy
se pueden indicar con este nombre
los diversos documentos emitidos por el santo Padre: Litterae apostolicae sub
p1umbo (cartas apostólicas con sello de plomo), con los que se asigna un título
cardenalicio o se nombra a un obispo para una sede: Litterae decretales (cartas
decretales) para las canonizaciones: Constitutiones apostolicae (constituciones
apostólicas) con que se erigen nuevas diócesis: Bullae apostolicae (bulas
apostólicas), que pueden ser:
Litterae Decretales o Constitutiones o Litterae apostolicae (cartas decretales,
o constituciones o cartas apostólicas), donde se tratan las cosas de mayor
importancia de la forma más solemne.
Se llama
"Bula de la cruzada» un documento pontificio de
1500 con el que se concedía una serie de privilegios a los españoles - entre
otros, la dispensa del ayuno los viernes - en recuerdo de los servicios
prestados por sus antepasados a la Iglesia, en tiempos de las cruzadas. Los
autores recientes las clasifican también
en «bulas mayores» y «bulas menores». "Bulla aurea" es el nombre
que se reserva a ciertos documentos de importancia excepcional que son
sellados con una bula de oro. Se llaman «Bularios" las colecciones de
bulas pontificias, y «bulatorios" los empleados pontificios que aplicaban
el plomo. El uso de las bulas no estaba reservado a los romanos pontífices:
también las usaban los reyes y los príncipes de Europa en sus intervenciones
gubernamentales. Gf. Coffele Bibl.:
P Palazzini, Actos pontificios, en DTM,
35~38; stickler, Bulle. en LTK, 111.
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