http://www.catedralsalamanca.org/catedralvieja.htm
La Catedral Vieja de Santa María es una de las dos catedrales que hay en Salamanca. Fundada por el obispo Jerónimo de Perigord, se empezó a construir en el primer tercio del siglo XII y se terminó a finales del siglo XIV, en estilo románico y gótico. Se terminó gracias al impulso que dio a las obras el obispo Alfonso Barasaque. Está dedicada a Santa María de la Sede.
Estuvo a punto de ser destruida ya que al proyectar la Catedral Nueva se pensó en derribarla, pero el tiempo que transcurre desde el comienzo de las obras de la Catedral Nueva (en torno a 1520) y la tardía fecha de conclusión (hacia 1733), así como la necesidad de un espacio donde celebrar el culto mientras se terminaba la construcción, hace que la decisión inicial de destruirla fuera abandonada. En planta, la nave izquierda aparece más estrecha y le falta parte del brazo del crucero, a consecuencia de la construcción de la Catedral Nueva.
Se trata de un edificio de planta basilical, en cruz latina y tres naves, crucero marcado y cabecera formada por tres ábsides semicirculares, que muestran ventanas con arcos de medio punto al exterior. Dado el carácter fronterizo de Salamanca, fue proyectada también como fortaleza, cualidad ahora no tan visible, puesto que han desaparecido las almenas de la Torre Mocha y la cubierta de la nave, antes en terraza transitable, se ha cambiado por otra de teja árabe. Por esta razón se la conoció popularmente como fortis salmantina.1
Las obras comenzaron a realizarse por el ábside, por eso ésta sería la parte más antigua, pudiéndose contemplar el cambio de estilo en las bóvedas que cubren las naves, ya que estaban proyectadas bóvedas de arista y se sustituyeron por bóvedas de crucería.
El elemento que más destaca es el considerable cimborrio que se eleva sobre el crucero apoyado en cuatro impresionantes pechinas; la fecha de construcción debe situarse en torno al año 1150. Al interior tiene forma de naranja abierta con ocho gajos, al exterior en cambio tiene forma casi cónica con decoración de escamas, se conoce popularmente como la "Torre del Gallo", ya que este animal aparece en la veleta que la corona. Se apoya en un tambor con dieciséis columnas en el interior, aligerado por 32 ventanas, 16 nervios se cruzan encontrándose en la parte central del cimborrio. El modelo de la cúpula está en la Catedral de Zamora que fue la primera de este grupo. Los conocidos como Grupo de cimborrios del Duero (los de las catedrales de Zamora, Plasencia y la propia Catedral Vieja de Salamanca junto con el de la Colegiata de Toro), presentan una estructura similar con dos cúpulas distintas, una al interior y otra al exterior, entre ellas habría un relleno de grava y tierra, pero se apoyan una en la otra. La decoración exterior de forma escamada es muy curiosa y difícil de rastrear en la Historia del Arte, existen decoraciones similares en Iglesias de Turquía, aunque también aparecen en la decoración de las torres de la Iglesia de Santa María la Grande de Poitiers, influencia mucho más probable que la turca, si se tiene en cuenta que la repoblación de la ciudad se hizo con gente proveniente de Francia.
Poco queda de la fachada original, tapada por otra del siglo XVIII, que tenía la portada flanqueada por dos torres; la de la izquierda (torre de las campanas, 3 en la planta) quedó debajo de la torre de la Catedral Nueva, y a la de la derecha, que no llegó a terminarse, se le dio el nombre de Torre Mocha (4 en la planta), y puede verse todavía.
En el siglo XIX ante el peligro de hundimiento fue desmontada completamente y profundamente alterada[cita requerida], hasta el punto de cambiar capiteles de gusto gótico, como correspondía a lo avanzado de su edificación por otros neorrománicos.
Otros atractivos con los que cuenta el templo son, el retablo principal del siglo XV, atribuido a Nicolás Florentino (1430) y el fresco superior, que representa el Juicio Final, y que es, con seguridad, de Nicolás Florentino (1445). A los pies, bajo la Torre de las campanas, está la capilla de San Martín o del aceite. Esta última fue pintada por Antón Sánchez de Segovia en 1262, pinturas consideradas como las más antiguas de Europa con firma. En el claustro hay unos frescos de los siglos XIII-XIV que decoran los sepulcros y se abre una serie de capillas, entre las que se cuentan la de Talavera, la de Santa Bárbara, con el sepulcro del obispo Juan Lucero, en la que se realizaban los exámenes de grado de la Universidad, la de Santa Catalina y la de San Bartolomé o de Anaya.
Las obras principales corresponden al artista Italiano Daniel Delli, más conocido como Dello Delli, a él corresponden las 12 primeras tablas, que son sin duda las que mayor calidad tienen. Dello contaría con ayuda de sus dos hermanos, Sanson Delli realiza algunas tablas de la parte central del retablo ayudado de artistas locales que trabajarían bajo las órdenes de Dello Delli. Por fin el tercer hermano Nicolás Delli, más conocido como Nicolás Florentino, realiza algunas de las últimas tablas de la obra y la pintura del Juicio Final que se encuentra en el cascarón del ábside de la Catedral.
El retablo presenta un ciclo de la vida de la Virgen María y de Jesucristo, desde el Nacimiento de la Virgen hasta el tránsito de la Madre de Cristo, todo acompañado de escenas de la vida de Jesús y rematadas por el magnífico Juicio Final. Las pinturas se muestran como muy avanzadas para el momento artístico que se vive en España en ese momento, algunas de las soluciones renacentistas que aparecen en los edificios de las pinturas, así como algunas cúpulas que recuerdan la obra que Brunelleschi son demasiado nuevas para un país que todavía construye en gótico. Los colores vivos, destacando entre ellos el rosa, hacen muy reconocibles las pinturas. La influencia de la pintura italiana, en concreto de la escuela sienesa y florentina, mezclado con los detalles típicos de la pintura flamenca, se unen de forma magistral para ofrecer un magnifico ciclo pictórico.
En la parte del cascarón del ábside se representa el Juicio Final, donde aparece Jesucristo que camina amenazante para separar a los buenos de los malos. La mano derecha de Jesús se encuentra entre la bendición y la amenaza, la mano izquierda se la lleva al pecho con intención de abrirse la herida del costado y enseñarla a todo el mundo. El esquema iconográfico de Jesucristo es igual al que posteriormente utilizará Miguel Ángel para el Juicio de la Capilla Sixtina. Cristo aparece rodeado de ángeles que portan diferentes elementos de la pasión. A sus pies se encuentran la Virgen María y Juan Evangelista de rodillas esperando el avance de Jesús que parece que camina. A la derecha de Cristo aparece los salvados, vestidos de blanco, a su izquierda los condenados, desnudos y que parecen caminar hacia la boca de un monstruo gigante. Entre las figuras de los condenados se aprecian los rostros de algún obispo y algún Papa, aludiendo a que nadie está libre del juicio de Dios.
El retablo está presidido por una imagen conocida como la Virgen de la Vega, patrona de la ciudad. La imagen, realizada en madera, está cubierta de bronce sobredorado con incrustaciones de esmaltes y piedras preciosas. Procede del desaparecido monasterio de Santa María de la Vega, de canónigos regulares de San Agustín situado en la vega del río Tormes. Debe fecharse en el siglo XII, sigue modelos bizantinos, inmóvil, sostiene en sus rodillas al niño, mostrándolo al espectador con su mano derecha.
Lo más interesante que tiene esta capilla son unas pinturas engalanadas con escudos de Castilla y León, algunas aparecen datadas en el año 1262 y tienen como autor a Antón Sánchez de Segovia (aunque habría que poner en duda una fecha tan temprana), situadas en el testero del fondo con imágenes de Jeremías, Isaías y Daniel arriba y San Joaquín, y Santa Ana abajo, todos ellos bajo arquillos arquitectónicos fingidos. Junto a éstas, situada en el testero de al lado y realizada en el siglo XIV, destaca la imagen de un Juicio Final, pintada como si fuera un tapiz, donde Jesucristo se presenta dentro de una almendra y mostrado manos, pies y costado para enseñar las heridas de la pasión, acompañado por Apóstoles y la Virgen, separa a los salvados de los condenados.
Varios sepulcros, entre ellos, decorado con pinturas de la misma época y escenas de la Adoración de los Magos, se encuentra el del Obispo Rodrigo Díaz, que falleció en el 1339; frente a él otro sepulcro alberga los restos del fundador de la Capilla, Pedro Pérez, fallecido en 1262.
El más destacado de estos cuadros es el tríptico que representa el Martirio de Santa Catalina (Capilla de Santa Catalina, 8), pintado en estilo Flamenco, fácilmente reconocible por los suelos levantados y por la línea de fuga que siempre va en diagonal hacia la derecha. Ello junto al detallismo y el realismo con que están pintadas las obras las hace reconocibles en este autor. No hay más que mirar la tabla de la derecha donde aparece un verdugo cortando la cabeza de la Santa, pero tan reciente es el tajo que la cabeza todavía se encuentra a medio caer.
Detalles como éste se ven en la tabla de Jesús con la Cruz a Cuestas donde uno de los sayones da una patada al Cristo mientras otro de ellos saca la lengua para insultarle. Ese detallismo es típico de la pintura Flamenca que florece en Castilla del siglo XV.
La segunda de las salas está cubierta con un rico artesonado de estilo mudéjar con ornamento renacentista, que fue realizado por el carpintero Pedro Nieto. Aquí se conserva una pintura de Fernando Gallego que representa el Nacimiento de Cristo.
En la tercera sala hay obras del artista Pedro Bello, discípulo de Fernando Gallego, unas obras que se pueden fechar en torno al año 1500. Junto a ellas se conservan un tríptico y cuatro tablillas de un mediocre seguidor de Dello Delli.
Esta capilla fue reformada en el siglo XVI, como puede apreciarse en la bóveda estrellada que cubre el techo de la misma.
Además en la capilla se conserva un órgano que pasa por ser uno de los más antiguos que existen, que debería fecharse en el siglo XIV; actualmente se encuentra colocado encima de un magnífico podio de estilo mudéjar y conserva pinturas en el frente que representan una Anunciación. Restaurado, el órgano está actualmente en funcionamiento perfecto.
Catedral Vieja de Salamanca | |
---|---|
Bien de Interés Cultural Patrimonio Histórico de España |
|
Declaración | 17 de junio de 1887 |
Figura de protección | Monumento Nacional |
Coordenadas | 40°57′38″N 5°40′0″O Coordenadas: 40°57′38″N 5°40′0″O (mapa) |
Ubicación | Salamanca España |
Construcción | Siglo XII–Siglo XIV |
Estilos predominantes |
La Catedral Vieja de Santa María es una de las dos catedrales que hay en Salamanca. Fundada por el obispo Jerónimo de Perigord, se empezó a construir en el primer tercio del siglo XII y se terminó a finales del siglo XIV, en estilo románico y gótico. Se terminó gracias al impulso que dio a las obras el obispo Alfonso Barasaque. Está dedicada a Santa María de la Sede.
Índice
- 1 El edificio
- 2 El retablo mayor
- 3 La capilla de San Martín o Capilla del aceite
- 4 La capilla de San Salvador o de Talavera (5)
- 5 La capilla de Santa Bárbara (6)
- 6 Las salas capitulares del claustro (7)
- 7 La capilla de San Bartolomé o de los Anaya (9)
- 8 Notas
- 9 Bibliografía
- 10 Véase también
- 11 Enlaces externos
El edificio
Se comenzó a construir a poco de restaurarse la diócesis de Salamanca, tras la reconquista, por iniciativa de su primer obispo, Jerónimo de Perigord (m. en 1120), en el momento en que el románico estaba dejando paso al gótico, algo que es apreciable en la diferencia existente entre los pilares y los arranques de las bóvedas de crucería, ya que no existe continuidad constructiva entre ellos, al ser ideados los primeros para soportar una bóveda de cañón. Se terminó en 1236.Estuvo a punto de ser destruida ya que al proyectar la Catedral Nueva se pensó en derribarla, pero el tiempo que transcurre desde el comienzo de las obras de la Catedral Nueva (en torno a 1520) y la tardía fecha de conclusión (hacia 1733), así como la necesidad de un espacio donde celebrar el culto mientras se terminaba la construcción, hace que la decisión inicial de destruirla fuera abandonada. En planta, la nave izquierda aparece más estrecha y le falta parte del brazo del crucero, a consecuencia de la construcción de la Catedral Nueva.
Se trata de un edificio de planta basilical, en cruz latina y tres naves, crucero marcado y cabecera formada por tres ábsides semicirculares, que muestran ventanas con arcos de medio punto al exterior. Dado el carácter fronterizo de Salamanca, fue proyectada también como fortaleza, cualidad ahora no tan visible, puesto que han desaparecido las almenas de la Torre Mocha y la cubierta de la nave, antes en terraza transitable, se ha cambiado por otra de teja árabe. Por esta razón se la conoció popularmente como fortis salmantina.1
Las obras comenzaron a realizarse por el ábside, por eso ésta sería la parte más antigua, pudiéndose contemplar el cambio de estilo en las bóvedas que cubren las naves, ya que estaban proyectadas bóvedas de arista y se sustituyeron por bóvedas de crucería.
El elemento que más destaca es el considerable cimborrio que se eleva sobre el crucero apoyado en cuatro impresionantes pechinas; la fecha de construcción debe situarse en torno al año 1150. Al interior tiene forma de naranja abierta con ocho gajos, al exterior en cambio tiene forma casi cónica con decoración de escamas, se conoce popularmente como la "Torre del Gallo", ya que este animal aparece en la veleta que la corona. Se apoya en un tambor con dieciséis columnas en el interior, aligerado por 32 ventanas, 16 nervios se cruzan encontrándose en la parte central del cimborrio. El modelo de la cúpula está en la Catedral de Zamora que fue la primera de este grupo. Los conocidos como Grupo de cimborrios del Duero (los de las catedrales de Zamora, Plasencia y la propia Catedral Vieja de Salamanca junto con el de la Colegiata de Toro), presentan una estructura similar con dos cúpulas distintas, una al interior y otra al exterior, entre ellas habría un relleno de grava y tierra, pero se apoyan una en la otra. La decoración exterior de forma escamada es muy curiosa y difícil de rastrear en la Historia del Arte, existen decoraciones similares en Iglesias de Turquía, aunque también aparecen en la decoración de las torres de la Iglesia de Santa María la Grande de Poitiers, influencia mucho más probable que la turca, si se tiene en cuenta que la repoblación de la ciudad se hizo con gente proveniente de Francia.
Poco queda de la fachada original, tapada por otra del siglo XVIII, que tenía la portada flanqueada por dos torres; la de la izquierda (torre de las campanas, 3 en la planta) quedó debajo de la torre de la Catedral Nueva, y a la de la derecha, que no llegó a terminarse, se le dio el nombre de Torre Mocha (4 en la planta), y puede verse todavía.
En el siglo XIX ante el peligro de hundimiento fue desmontada completamente y profundamente alterada[cita requerida], hasta el punto de cambiar capiteles de gusto gótico, como correspondía a lo avanzado de su edificación por otros neorrománicos.
Otros atractivos con los que cuenta el templo son, el retablo principal del siglo XV, atribuido a Nicolás Florentino (1430) y el fresco superior, que representa el Juicio Final, y que es, con seguridad, de Nicolás Florentino (1445). A los pies, bajo la Torre de las campanas, está la capilla de San Martín o del aceite. Esta última fue pintada por Antón Sánchez de Segovia en 1262, pinturas consideradas como las más antiguas de Europa con firma. En el claustro hay unos frescos de los siglos XIII-XIV que decoran los sepulcros y se abre una serie de capillas, entre las que se cuentan la de Talavera, la de Santa Bárbara, con el sepulcro del obispo Juan Lucero, en la que se realizaban los exámenes de grado de la Universidad, la de Santa Catalina y la de San Bartolomé o de Anaya.
El retablo mayor
La obra debe situarse entre los años 1430-1450 y son tres los autores que trabajan en las 53 tablas que componen el retablo de la Catedral Vieja de Salamanca.Las obras principales corresponden al artista Italiano Daniel Delli, más conocido como Dello Delli, a él corresponden las 12 primeras tablas, que son sin duda las que mayor calidad tienen. Dello contaría con ayuda de sus dos hermanos, Sanson Delli realiza algunas tablas de la parte central del retablo ayudado de artistas locales que trabajarían bajo las órdenes de Dello Delli. Por fin el tercer hermano Nicolás Delli, más conocido como Nicolás Florentino, realiza algunas de las últimas tablas de la obra y la pintura del Juicio Final que se encuentra en el cascarón del ábside de la Catedral.
El retablo presenta un ciclo de la vida de la Virgen María y de Jesucristo, desde el Nacimiento de la Virgen hasta el tránsito de la Madre de Cristo, todo acompañado de escenas de la vida de Jesús y rematadas por el magnífico Juicio Final. Las pinturas se muestran como muy avanzadas para el momento artístico que se vive en España en ese momento, algunas de las soluciones renacentistas que aparecen en los edificios de las pinturas, así como algunas cúpulas que recuerdan la obra que Brunelleschi son demasiado nuevas para un país que todavía construye en gótico. Los colores vivos, destacando entre ellos el rosa, hacen muy reconocibles las pinturas. La influencia de la pintura italiana, en concreto de la escuela sienesa y florentina, mezclado con los detalles típicos de la pintura flamenca, se unen de forma magistral para ofrecer un magnifico ciclo pictórico.
En la parte del cascarón del ábside se representa el Juicio Final, donde aparece Jesucristo que camina amenazante para separar a los buenos de los malos. La mano derecha de Jesús se encuentra entre la bendición y la amenaza, la mano izquierda se la lleva al pecho con intención de abrirse la herida del costado y enseñarla a todo el mundo. El esquema iconográfico de Jesucristo es igual al que posteriormente utilizará Miguel Ángel para el Juicio de la Capilla Sixtina. Cristo aparece rodeado de ángeles que portan diferentes elementos de la pasión. A sus pies se encuentran la Virgen María y Juan Evangelista de rodillas esperando el avance de Jesús que parece que camina. A la derecha de Cristo aparece los salvados, vestidos de blanco, a su izquierda los condenados, desnudos y que parecen caminar hacia la boca de un monstruo gigante. Entre las figuras de los condenados se aprecian los rostros de algún obispo y algún Papa, aludiendo a que nadie está libre del juicio de Dios.
El retablo está presidido por una imagen conocida como la Virgen de la Vega, patrona de la ciudad. La imagen, realizada en madera, está cubierta de bronce sobredorado con incrustaciones de esmaltes y piedras preciosas. Procede del desaparecido monasterio de Santa María de la Vega, de canónigos regulares de San Agustín situado en la vega del río Tormes. Debe fecharse en el siglo XII, sigue modelos bizantinos, inmóvil, sostiene en sus rodillas al niño, mostrándolo al espectador con su mano derecha.
La capilla de San Martín o Capilla del aceite
Está situada bajo la llamada Torre de las Campanas (3 en la planta), sobre la que se edificó la actual torre de la Catedral Nueva. El nombre del Santo parece que no pudo ponerse como titular de la Catedral porque estaba dedicada a la Virgen María, por eso un Santo tan francés como Martín, quedó relegado a una pequeña capilla situada a los pies de la Catedral, alojada en el hueco de la torre de campanas. El nombre del Santo sí pudo darse a una iglesia románica que con un esquema similar a la Catedral, aunque más pequeña, se construyó extramuros, donde luego se haría la Plaza Mayor de Salamanca (que por eso, al principio llevó el nombre de plaza de San Martín). Justo antes de entrar en la Capilla y descubierta hace poco tiempo aparece un gran pintura sobre la pared del templo donde San Martín se encuentra compartiendo su capa.Lo más interesante que tiene esta capilla son unas pinturas engalanadas con escudos de Castilla y León, algunas aparecen datadas en el año 1262 y tienen como autor a Antón Sánchez de Segovia (aunque habría que poner en duda una fecha tan temprana), situadas en el testero del fondo con imágenes de Jeremías, Isaías y Daniel arriba y San Joaquín, y Santa Ana abajo, todos ellos bajo arquillos arquitectónicos fingidos. Junto a éstas, situada en el testero de al lado y realizada en el siglo XIV, destaca la imagen de un Juicio Final, pintada como si fuera un tapiz, donde Jesucristo se presenta dentro de una almendra y mostrado manos, pies y costado para enseñar las heridas de la pasión, acompañado por Apóstoles y la Virgen, separa a los salvados de los condenados.
Varios sepulcros, entre ellos, decorado con pinturas de la misma época y escenas de la Adoración de los Magos, se encuentra el del Obispo Rodrigo Díaz, que falleció en el 1339; frente a él otro sepulcro alberga los restos del fundador de la Capilla, Pedro Pérez, fallecido en 1262.
La capilla de San Salvador o de Talavera (5)
Es la más antigua de todas las capillas que forman el claustro. Está cubierta con una cúpula con 16 nervios paralelos dos a dos que se apoyan en columnas, y que forman una estrella de ocho puntas en la clave. Este tipo de cúpulas son de influjo musulmán y muy extrañas para una época tan temprana en el norte de España. En esta capilla, fundada por Rodrigo Maldonado, natural de Talavera, catedrático y rector de la Universidad, se mantiene desde el siglo XIV el Rito mozárabe. El sepulcro del fundador y el de su esposa se encuentran en el centro de la capilla.La capilla de Santa Bárbara (6)
Fue fundada por el Obispo Juan Lucero en 1334, cuya tumba está en el centro, y está decorada con un pequeño retablo que incluye pinturas que representan escenas de la muerte y pasión de Cristo y una imagen de la Santa titular, esta última realizada en el siglo XVI. El frente del altar muestra una magnífica decoración de cerámica de Talavera.- Desde los comienzos de la Universidad de Salamanca y cuando los estudios se hacían en la propia catedral, esta capilla servía como lugar donde se realizaban los exámenes finales.
- El estudiante que iba a realizar su examen de grado o de doctorado debía pasar toda la noche encerrado en la capilla, (lo que solían hacer sentados en una silla, con los pies apoyados sobre los de la escultura yacente del Obispo Lucero, situada en el centro de la capilla) y preparando (velando los libros) la defensa de su tesina (licenciatura) o su tesis (doctorado). De aquí viene el dicho popular de "Estar en capilla". A la mañana siguiente entraban los profesores (y cualquier otro doctor que quisiera intervenir) que se sentaban en los bancos que hay alrededor de la capilla y discutían al estudiante punto por punto las razones de su trabajo.
- Si el estudiante aprobaba el examen, salía por la puerta principal de la catedral donde le esperaban sus amigos y juntos hacían una fiesta. Si el grado obtenido era el de doctor (el más alto de los estudios universitarios), sus compañeros escribían en una pared un anagrama de la palabra latina Victor seguida de su nombre -en letra o anagrama también- lo que equivaldría a "¡Victoria!". A partir de cierto momento (quizá a comienzos del siglo XVII), para celebrar la fiesta el doctorando debía ofrecer un toro a sus compañeros que, previamente toreado y estoqueado, servía para la comida de celebración (lo que hacía que conseguir un doctorado solamente estuviera al alcance de gente con posibles).
- Si el estudiante no superaba el examen, salía por otra puerta, conocida como la "puerta de los carros", una estrecha comunicación con la Calle de Tentenecio donde no había ni amigos ni fiesta.
Las salas capitulares del claustro (7)
Actualmente se usa como Museo Catedralicio albergando algunos de los cuadros de los que el Cabildo es depositario, estas salas capitulares fueron construidas en el año 1526. Entre ellos los más destacados son tres obras del artista Fernando Gallego que estarían pintados en la segunda mitad del siglo XV.El más destacado de estos cuadros es el tríptico que representa el Martirio de Santa Catalina (Capilla de Santa Catalina, 8), pintado en estilo Flamenco, fácilmente reconocible por los suelos levantados y por la línea de fuga que siempre va en diagonal hacia la derecha. Ello junto al detallismo y el realismo con que están pintadas las obras las hace reconocibles en este autor. No hay más que mirar la tabla de la derecha donde aparece un verdugo cortando la cabeza de la Santa, pero tan reciente es el tajo que la cabeza todavía se encuentra a medio caer.
Detalles como éste se ven en la tabla de Jesús con la Cruz a Cuestas donde uno de los sayones da una patada al Cristo mientras otro de ellos saca la lengua para insultarle. Ese detallismo es típico de la pintura Flamenca que florece en Castilla del siglo XV.
La segunda de las salas está cubierta con un rico artesonado de estilo mudéjar con ornamento renacentista, que fue realizado por el carpintero Pedro Nieto. Aquí se conserva una pintura de Fernando Gallego que representa el Nacimiento de Cristo.
En la tercera sala hay obras del artista Pedro Bello, discípulo de Fernando Gallego, unas obras que se pueden fechar en torno al año 1500. Junto a ellas se conservan un tríptico y cuatro tablillas de un mediocre seguidor de Dello Delli.
La capilla de San Bartolomé o de los Anaya (9)
En la parte central está el sepulcro del fundador de la capilla y patriarca de la familia Diego de Anaya, obispo de Salamanca y arzobispo de Sevilla, devoto de San Bartolomé y mecenas que fundó el Colegio Mayor de San Bartolomé o Colegio Viejo (el más antiguo de Salamanca). Está realizado en alabastro, posiblemente por un maestro alemán; está rodeado por una bellísima reja (que impide parcialmente la visión del sepulcro) también realizada en el siglo XVI, llena de decoración y con constantes alusiones a la muerte. Otros miembros de la familia Anaya se encuentran enterrados en la misma capilla, donde dos de las tumbas conservan los colores originales con los que fueron hechas.Esta capilla fue reformada en el siglo XVI, como puede apreciarse en la bóveda estrellada que cubre el techo de la misma.
Además en la capilla se conserva un órgano que pasa por ser uno de los más antiguos que existen, que debería fecharse en el siglo XIV; actualmente se encuentra colocado encima de un magnífico podio de estilo mudéjar y conserva pinturas en el frente que representan una Anunciación. Restaurado, el órgano está actualmente en funcionamiento perfecto.
Notas
- En el siglo XV se difundió un adagio ensalzando las cuatro catedrales españolas que se consideraban con más grandeza, que dice: Sancta Ovetensis, pulchra Leonina, dives Toledana, fortis Salmantina.
Bibliografía
- BRASAS EGIDO, José Carlos: "Catedral de Salamanca", en Las Catedrales de Castilla y León, León: Edilesa, 1992.
- CASASECA CASASECA, Antonio: "Las Catedrales de Salamanca". Salamanca: Edilesa, 2008.
- GÓMEZ GONZÁLEZ, P. J.; VICENTE BAZ, R. "Guía del Archivo y Biblioteca de la Catedral de Salamanca". Salamanca: Catedral, 2007.
- IERONIMUS 900 años de arte y de historia [ catálogo de exposición]. Salamanca: Catedral de Salamanca, 2002.
Véase también
Enlaces externos
- Wikimedia Commons alberga contenido multimedia sobre Catedral Vieja de Salamanca.
- Página web oficial de la S. I. B. Catedral de Salamanca: [1]
- Página de la Exposición Ieronimus en las Torres de la Catedral: http://www.ieronimus.com
- V Centenario de la Catedral: http://www.facebook.com/home.php#!/pages/V-Centenario-Catedral-Nueva-de-Salamanca/177973358904282
- Fotografías
- Fotos catedrales Fotos de las catedrales de Salamanca
Categorías:
Iniciada en la primera mitad del siglo XII y finalizada en el XIII este templo se libró de ser demolido cuando se construyó la catedral nueva en el siglo XVI que sólo arruinó el brazo norte del crucero y parte de la nave septentrional.
Más información de la Catedral Nueva de Salamanca
El conocido inconformismo español ha acabado con magníficos monumentos al edificarse nuevos templos sobre los ya existentes.
Afortunadamente se hicieron las cosas de otra manera en Salamanca (algo parecido sucedió en Plasencia), probablemente porque se tardó demasiado tiempo en levantar catedral nueva y era necesario contar con un templo para las misas.
De haberse tomado la decisión
de su destrucción nuestro románico se habría
empobrecido de manera infame. Este fenómeno permite intuir
que de conservar las grandes catedrales románicas lamentablemente
derribadas, el panorama del románico español sería
de una brillantez inimaginable.
En efecto, esta construcción es de las más hermosas de Europa -especialmente en el plano escultórico-en la que debieron trabajar hasta seis maestros de la mayor sabiduría.
Fases
constructivas
Presentaba originalmente tres naves de cinco tramos rematadas en sendos ábsides de planta semicircular. Sobresale acusadamente el crucero del que sólo pervive el brazo meridional. En el transepto se encuentra el famoso cimborrio gallonado, del que luego nos ocuparemos.
Hay dos torres a los pies, la torre mocha y otra recubierta por aditamentos barrocos.
Se ha debatido mucho sobre el proceso constructivo de esta catedral. La mayoría de los autores coinciden en que las obras se iniciaron a mitad del siglo XII y los trabajos se desarrollaron durante la segunda mitad de ese siglo y las primeras décadas del XIII.
En el plano arquitectónico se suelen establecer tres etapas o fases.
La primera correspondería a un planteamiento plenamente románico y se iniciaría con la cabecera triabsidal, así como los muros perimetrales del templo hasta una altura moderada.
La segunda fase vendría en el último cuarto del siglo, coincidiendo con el arranque de los trabajos en el claustro.
Por último se remataría la iglesia con el cierre del crucero mediante el archiconocido cimborrio gallonado.
Es obvio que un edificio
planificado en románico puro, lo que se aprecia en la planta,
fue rematado con bóvedas de crucería (nave central)
y vaídas (naves laterales) por lo que hubo replanteamientos
a lo largo de la dilatada construcción. Esto se aprecia
en las ménsulas decoradas que se interponen entre los nervios
cruceros y las columnas de los pilares.
Interior de la iglesia
En el interior nos encontramos con las citadas amplias naves separadas por arquerías apuntadas que apoyan en pilares cruciformes con semicolumnas embebidas, más otras finas en los codillos. Las cubiertas, como hemos citado, son bóvedas de crucería, que no estuvieron previstas en el momento de proyectar la catedral a mitad del XII.
Esta estructura columnaria
ofrece gran número de capiteles tallados con magníficas
esculturas y pertenecientes a varios maestros. Arios estudiosos
han llegado a identificar hasta seis talleres o maestros distintos
que trabajaron en distintas fases y puntos de la catedral.
Sin poder aquí
precisar más sobre esta magnífica colección
de capitales y ménsulas, sí diremos que existe un
denominador común en su temática, que no es otra
que la lucha entre el bien y el mal representa por el combate
entre guerreros, animales y bestias y también entre diversos
animales entre sí.
Exterior de la iglesia
La catedral nueva, así como otras dependencias como el claustro envuelven casi completamente la catedral vieja, por lo que únicamente es apreciable la cabecera y la Torre del Gallo desde el llamado Patio Chico.
A pesar de los aditamentos góticos y el agobio de la catedral nueva, se puede apreciar en los perfectos semicilindros absidales, columnas y ventanales la hermosura y elegancia que debió impregnar a toda la construcción.
La Torre del Gallo
Lo más celebrado de la catedral de Salamanca es su famosísima "Torre del Gallo" así denominado el cimborrio que se eleva majestuoso sobre el transepto, que es deudor del de la catedral de Zamora pero más elegante y perfecto y que a su vez sirvió de modelo para el cimborrio de la Colegiata de Toro y la cúpula de la sala capitular de la Catedral de Plasencia (Torre del Melón).
Desde el interior de la
iglesia se aprecia cómo este cimborrio se levanta sobre
pechinas y se desarrolla mediante un cilindro de dos pisos en
cada uno de los cuales se abren dieciséis arcos separados
por columnas. Estas columnas se encargan de recibir los nervios
de refuerzo de la cúpula semiesférica.
Exteriormente esta estructura es de una gracia sorprendente gracias a si verticalidad, rítmica disposición de los arcos superpuestas, las cuatro torrecillas de las esquinas y la cubierta casi cónica con lajas de piedra.
Mucho se ha debatido del
origen de este tipo de estructuras, muy comunes en la arquitectura
bizantina, aunque más probablemente la relación
más probable deberemos buscarla en los cimborrios y torres
de las iglesias francesas de la región de Poitou.
Claustro y Capillas
El claustro románico casi desapareció en el siglo XVIII tras el terremoto de Lisboa siendo sustituido por otro neoclásico, aunque se han rescatado algunos capiteles.
La afamada Capilla de
Talavera o del Salvador, empleada como antigua Sala Capitular
es una original estancia con piso alto de ventanales de medio
punto entre los que se ubicaron columnas que apoyan sobre mascarones
y a su vez soportan los dieciséis nervios paralelos dos
a dos que refuerzan la bóveda esquifada sin coincidir en
la clave de ésta sino que forman una estrella de ocho puntas
en la clave. Este tipo de cúpulas son de tipología
musulmana califal.
- Ciudad vieja de Salamanca
- Monumentos de Salamanca
- Catedrales de Castilla y León
- Diócesis de Salamanca
- Arquitectura románica de la provincia de Salamanca
- Arquitectura en España en el siglo XII
- Bienes de interés cultural de la provincia de Salamanca
- Basílicas de Castilla y León
Iniciada en la primera mitad del siglo XII y finalizada en el XIII este templo se libró de ser demolido cuando se construyó la catedral nueva en el siglo XVI que sólo arruinó el brazo norte del crucero y parte de la nave septentrional.
Más información de la Catedral Nueva de Salamanca
El conocido inconformismo español ha acabado con magníficos monumentos al edificarse nuevos templos sobre los ya existentes.
Afortunadamente se hicieron las cosas de otra manera en Salamanca (algo parecido sucedió en Plasencia), probablemente porque se tardó demasiado tiempo en levantar catedral nueva y era necesario contar con un templo para las misas.
En efecto, esta construcción es de las más hermosas de Europa -especialmente en el plano escultórico-en la que debieron trabajar hasta seis maestros de la mayor sabiduría.
Presentaba originalmente tres naves de cinco tramos rematadas en sendos ábsides de planta semicircular. Sobresale acusadamente el crucero del que sólo pervive el brazo meridional. En el transepto se encuentra el famoso cimborrio gallonado, del que luego nos ocuparemos.
Hay dos torres a los pies, la torre mocha y otra recubierta por aditamentos barrocos.
Se ha debatido mucho sobre el proceso constructivo de esta catedral. La mayoría de los autores coinciden en que las obras se iniciaron a mitad del siglo XII y los trabajos se desarrollaron durante la segunda mitad de ese siglo y las primeras décadas del XIII.
En el plano arquitectónico se suelen establecer tres etapas o fases.
La primera correspondería a un planteamiento plenamente románico y se iniciaría con la cabecera triabsidal, así como los muros perimetrales del templo hasta una altura moderada.
La segunda fase vendría en el último cuarto del siglo, coincidiendo con el arranque de los trabajos en el claustro.
Por último se remataría la iglesia con el cierre del crucero mediante el archiconocido cimborrio gallonado.
Interior de la iglesia
En el interior nos encontramos con las citadas amplias naves separadas por arquerías apuntadas que apoyan en pilares cruciformes con semicolumnas embebidas, más otras finas en los codillos. Las cubiertas, como hemos citado, son bóvedas de crucería, que no estuvieron previstas en el momento de proyectar la catedral a mitad del XII.
Exterior de la iglesia
La catedral nueva, así como otras dependencias como el claustro envuelven casi completamente la catedral vieja, por lo que únicamente es apreciable la cabecera y la Torre del Gallo desde el llamado Patio Chico.
A pesar de los aditamentos góticos y el agobio de la catedral nueva, se puede apreciar en los perfectos semicilindros absidales, columnas y ventanales la hermosura y elegancia que debió impregnar a toda la construcción.
La Torre del Gallo
Lo más celebrado de la catedral de Salamanca es su famosísima "Torre del Gallo" así denominado el cimborrio que se eleva majestuoso sobre el transepto, que es deudor del de la catedral de Zamora pero más elegante y perfecto y que a su vez sirvió de modelo para el cimborrio de la Colegiata de Toro y la cúpula de la sala capitular de la Catedral de Plasencia (Torre del Melón).
Exteriormente esta estructura es de una gracia sorprendente gracias a si verticalidad, rítmica disposición de los arcos superpuestas, las cuatro torrecillas de las esquinas y la cubierta casi cónica con lajas de piedra.
Claustro y Capillas
El claustro románico casi desapareció en el siglo XVIII tras el terremoto de Lisboa siendo sustituido por otro neoclásico, aunque se han rescatado algunos capiteles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Procura comentar con libertad y con respeto. Este blog es gratuito, no hacemos publicidad y está puesto totalmente a vuestra disposición. Pero pedimos todo el respeto del mundo a todo el mundo. Gracias.