Estadista romano y filósofo, con frecuencia
llamado “el último de los romanos”, considerado por la tradición como
mártir cristiano. Nació en Roma en el 480 y murió en Pavia en 525.
Descendiente de una familia consular quedó huérfano muy joven siendo
educado par el piadoso y de noble mente Symmachus, con cuya hija,
Rusticana, se casó. Ya en 507 era conocido por su gran cultura y por
ello el rey Teodorico le encargó varias misiones importantes. Tenía la
confianza del rey y como patricio romano era respetado por los
representantes de la nobleza romana. Sin embargo, cuando sus enemigos le
acusaron de deslealtad al rey ostrogodo, afirmando que conspiraba para
establecer la “libertad romana”, añadiendo la acusación de sacrilegio
(práctica de la astrología) ni su noble cuna ni su gran popularidad le
sirvieron de nada. Fue encarcelado, condenado sin ser oído y ejecutado
por orden de Teodorico. Durante su prisión reflexionó sobre la
inestabilidad del favor del los príncipes y la inconstante devoción de
los amigos. Estos pensamientos le sugirieron el tema de su más conocida
obra filosófica "De Consolatione Philosophiae".
La tradición comenzó muy pronto a presentar a Boecio como mártir de
la fe. Se creía que entre las acusaciones contra él estaba su devoción a
la causa católica, que en aquellos momentos estaba liderada por el
emperador Justino contra el arriano Teodorico. En el siglo octavo esta
tradición había adquirido una forma definida y Boecio era honrado en
muchos sitos como mártir, celebrando su fiesta el 23 de octubre. Pero
los especialistas se han colocado en tiempos más recientes en el extremo
opuesto y no han faltado críticos que afirmaran que Boecio no era
cristiano en absoluto, o que, si lo era, había abjurado de su fe antes
de su muerte. Se basan en que en su “Consolación de la Filosofía” no se
menciona a Cristo ni al cristianismo. Después volvió imponerse la idea
de que era cristiano y lo fue hasta el fin.
Que fue cristiano lo prueban sus tratados teológicos, algunos de los cuales, como veremos son genuinos. Y que permaneció cristiano es la conclusión obvia por su continua relación con Symmachus; y si la “Consolación de la Filosofía” no muestra una influencia cristiana, se debe a que es un ejercicio completamente artificial, un diálogo filosófico que sigue estrictamente los modelos paganos, un tratado en el que, según las ideas y el método que dominaba entonces, los sentimientos cristianos y el pensamiento cristiano no tenía lugar apropiado en él. Además, si desechamos ciertas alusiones, que algunos consideran de sentido cristiano, hay pasajes en el tratado que parecen claramente insinuar que después de que la filosofía ha derramado todas sus consolaciones a favor del prisionero, hay remedios más potentes (validiora remedia) a los que puede recurrir. No hay duda razonable, de que Boecio muriera como cristiano, aunque no sea fácil mostrarlo por fuentes documentales que murió mártir de la fe católica. La ausencia de pruebas documentales, sin embargo, no puede impedirnos valorar la tradición constante en este tema. El culto local a Boecio en Pavía fue sancionado en 1883, cuando la Sagrada Congregación de Ritos confirmó la costumbre existente en esa diócesis de honrar a S. Severino Boecio el 23 de octubre.
Boecio contribuyó a la ciencia matemático y a la teoría de la música con "De Institutione Arithmetic Libri II", "De Institutione Music Libri V", y "Geometria Euclidis a Boethio in Latinum translata". Esta última se encuentra en varios manuscritos de los siglos once y doce. En los manuscritos se halla también la obra "De Geometri", que, tal como se conserva, se considera una elaboración de los diez u once, de una obra de Boecio. Hasta dónde sea suya la obra y hasta qué punto se han cola interpolaciones es un asunto de interés para el estudiante de historia general porque en la respuesta a esa pregunta se determina la fecha del primer uso de los números arábigos en Europa Occidental.
Las obras filosóficas de Boecio:
• Traducción del griego , por ejemplo, de los tratados lógicos de Aristóteles (con comentarios) así como de la Isagoge de Porfirio ( con comentarios);
• comentarios a la "Isagoge", de Porfirio traducida por Marius Victorinus y sobre los "Topica" de Cicerón;
• tratados originales de lógica, "De Categoricis Syllogismis", "Introductio ad Syllogismos Categoricos", "De Divisione" (de autenticidad dudosa), y "De Differentiis Topicis".
Estos textos ejercieron una influencia enorme en el desarrollo de la terminología medieval, el método y la doctrina, especialmente la lógica. De hecho los escolares, desde el principio del siglo doce dependían completamente de Boecio para su conocimiento de las doctrinas de Aristóteles. Adoptaron sus definiciones y se convirtieron en las más corrientes en las escuelas; por ejemplo las definiciones de “persona”, “eternidad” etc. Las obras teológicas de Boecio incluyen: "De Trinitate"; dos breves tratados (opuscula) dirigidos a Juan el Diácono (después papa Juan I); "Liber contra Eutychen et Nestorium"; y "De Fide Catholica" (que en general se considera espurio, aunque el único argumento es la falta manuscritos que lo prueben). Estas obras fueron muy estudiadas en el Medievo, como atestiguan el número de glosas que se hallan en los manuscritos ya desde el siglo noveno (glosas de Juan Scotus Erigena y Remi de Auxerre). Para los teólogos medievales les parecían las obras genuinas de un mártir cristiano. Para los que en tiempos posteriores negaban que Boecio fuera cristiano, se vieron obligado rechazar los opúsculos como no auténticos. Sin embargo, la publicación del llamado "Anecdoton Holderi" (ed. de Usener, Leipzig, 1877) sacó a la luz un nuevo argumento a favor de su autenticidad. Porque como Casiodoro sin duda debió saber qué obras de Boecio eran auténticas cuando escribió "[Boethius] scripsit librum de Sanct Trinitate et capita quaedam dogmatica et librum contra Nestorium", solucionó la cuestión al menos respecto a los cuatro tratados mencionados.
Boecio es más conocido por su “Sobre la consolación de la Filosofía” escrito durante su prisión -- “de lejos la más interesante de las obras de la literatura de prisión que ha visto el mundo”. Es un diálogo entre la Filosofía y Boecio en el que la Reina de las Ciencias intenta consolar al hombre de estado caído en desgracia. El argumento principal del discurso es la transitoriedad e irrealidad de todas la grandezas terrenales y la superior deseabilidad de las cosas de la mente. Hay muestras evidentes de a influencia de los neoplatónicos, especialmente Proclo y poco que refleje las influencias cristianas. El recurso al estoicismo, especialmente a las doctrinas de Séneca, era inevitable, considerando la naturaleza del asunto. Asombra al lector moderno y es extraño que no sorprendiera a los estudiantes medievales que Boecio, un cristiano y más aun, un mártir, como todos creían en la Edad Media, no se refiriera, en este momento de prueba y de preocupaciones mentales, no se refiriera a las obvias fuentes de consolación cristiana. Quizás el estudiante medieval de Boecio entendía mejor que nosotros que un diálogo formal estricto sobre la consolación de la filosofía debiera adherirse rigurosamente al reino de la “verdad natural” y dejar fuera las consideraciones y lecciones que pudieran deducirse de la máximas cristianas morales --- “verdad sobrenatural”.
La obra toca muchos problemas de metafísica así como de ética. Trata del Ser y naturaleza de Dios, la providencia y el la fortuna, el origen del universo y la libertad de la voluntad. El libro se convirtió e una de las más influyentes obras filosóficas medievales, favorita entre los hombres de estado, poetas historiadores así como filósofos y teólogos. Traducida al anglosajón por el rey Alfredo el Grande y al antiguo alemán por Notker Teutonicus; se nota su influencia en Beowulf y en Chaucer, en la poesía popular anglo Normanda y provenzal, en los primeros ejemplo de versos italianos así como en la "Divina Commedia". La importante parte que jugó en la lucha mental de Dante tras la muerte de Beatriz está descrita en el “Convito”, donde, aunque parezca extraño se le califica de “un libro desconocido para muchos”. Hay ecos y citas frecuentes en la Divina comedia. Por ejemplo, las líneas que Tennyson parafrasea con "a sorrow's crown of sorrow" son al menos una evocación del Boecio: "In omni adversitate fortunae infelicissimum genus est infortunii fuisse felicem" (De Consol. Phil., II, Pros. IV). Las numerosas imitaciones con el títiulo de “Consolatione Theologiae” demuestra que era uno de los libros favoritos de los teólogos, así como de los poetas que fueron ampliamente leídos durante la Edad Media.
Turner, William . (1907).
Transcrito por Kevin Cawley.
Traducido por Pedro Royo
Que fue cristiano lo prueban sus tratados teológicos, algunos de los cuales, como veremos son genuinos. Y que permaneció cristiano es la conclusión obvia por su continua relación con Symmachus; y si la “Consolación de la Filosofía” no muestra una influencia cristiana, se debe a que es un ejercicio completamente artificial, un diálogo filosófico que sigue estrictamente los modelos paganos, un tratado en el que, según las ideas y el método que dominaba entonces, los sentimientos cristianos y el pensamiento cristiano no tenía lugar apropiado en él. Además, si desechamos ciertas alusiones, que algunos consideran de sentido cristiano, hay pasajes en el tratado que parecen claramente insinuar que después de que la filosofía ha derramado todas sus consolaciones a favor del prisionero, hay remedios más potentes (validiora remedia) a los que puede recurrir. No hay duda razonable, de que Boecio muriera como cristiano, aunque no sea fácil mostrarlo por fuentes documentales que murió mártir de la fe católica. La ausencia de pruebas documentales, sin embargo, no puede impedirnos valorar la tradición constante en este tema. El culto local a Boecio en Pavía fue sancionado en 1883, cuando la Sagrada Congregación de Ritos confirmó la costumbre existente en esa diócesis de honrar a S. Severino Boecio el 23 de octubre.
Boecio contribuyó a la ciencia matemático y a la teoría de la música con "De Institutione Arithmetic Libri II", "De Institutione Music Libri V", y "Geometria Euclidis a Boethio in Latinum translata". Esta última se encuentra en varios manuscritos de los siglos once y doce. En los manuscritos se halla también la obra "De Geometri", que, tal como se conserva, se considera una elaboración de los diez u once, de una obra de Boecio. Hasta dónde sea suya la obra y hasta qué punto se han cola interpolaciones es un asunto de interés para el estudiante de historia general porque en la respuesta a esa pregunta se determina la fecha del primer uso de los números arábigos en Europa Occidental.
Las obras filosóficas de Boecio:
• Traducción del griego , por ejemplo, de los tratados lógicos de Aristóteles (con comentarios) así como de la Isagoge de Porfirio ( con comentarios);
• comentarios a la "Isagoge", de Porfirio traducida por Marius Victorinus y sobre los "Topica" de Cicerón;
• tratados originales de lógica, "De Categoricis Syllogismis", "Introductio ad Syllogismos Categoricos", "De Divisione" (de autenticidad dudosa), y "De Differentiis Topicis".
Estos textos ejercieron una influencia enorme en el desarrollo de la terminología medieval, el método y la doctrina, especialmente la lógica. De hecho los escolares, desde el principio del siglo doce dependían completamente de Boecio para su conocimiento de las doctrinas de Aristóteles. Adoptaron sus definiciones y se convirtieron en las más corrientes en las escuelas; por ejemplo las definiciones de “persona”, “eternidad” etc. Las obras teológicas de Boecio incluyen: "De Trinitate"; dos breves tratados (opuscula) dirigidos a Juan el Diácono (después papa Juan I); "Liber contra Eutychen et Nestorium"; y "De Fide Catholica" (que en general se considera espurio, aunque el único argumento es la falta manuscritos que lo prueben). Estas obras fueron muy estudiadas en el Medievo, como atestiguan el número de glosas que se hallan en los manuscritos ya desde el siglo noveno (glosas de Juan Scotus Erigena y Remi de Auxerre). Para los teólogos medievales les parecían las obras genuinas de un mártir cristiano. Para los que en tiempos posteriores negaban que Boecio fuera cristiano, se vieron obligado rechazar los opúsculos como no auténticos. Sin embargo, la publicación del llamado "Anecdoton Holderi" (ed. de Usener, Leipzig, 1877) sacó a la luz un nuevo argumento a favor de su autenticidad. Porque como Casiodoro sin duda debió saber qué obras de Boecio eran auténticas cuando escribió "[Boethius] scripsit librum de Sanct Trinitate et capita quaedam dogmatica et librum contra Nestorium", solucionó la cuestión al menos respecto a los cuatro tratados mencionados.
Boecio es más conocido por su “Sobre la consolación de la Filosofía” escrito durante su prisión -- “de lejos la más interesante de las obras de la literatura de prisión que ha visto el mundo”. Es un diálogo entre la Filosofía y Boecio en el que la Reina de las Ciencias intenta consolar al hombre de estado caído en desgracia. El argumento principal del discurso es la transitoriedad e irrealidad de todas la grandezas terrenales y la superior deseabilidad de las cosas de la mente. Hay muestras evidentes de a influencia de los neoplatónicos, especialmente Proclo y poco que refleje las influencias cristianas. El recurso al estoicismo, especialmente a las doctrinas de Séneca, era inevitable, considerando la naturaleza del asunto. Asombra al lector moderno y es extraño que no sorprendiera a los estudiantes medievales que Boecio, un cristiano y más aun, un mártir, como todos creían en la Edad Media, no se refiriera, en este momento de prueba y de preocupaciones mentales, no se refiriera a las obvias fuentes de consolación cristiana. Quizás el estudiante medieval de Boecio entendía mejor que nosotros que un diálogo formal estricto sobre la consolación de la filosofía debiera adherirse rigurosamente al reino de la “verdad natural” y dejar fuera las consideraciones y lecciones que pudieran deducirse de la máximas cristianas morales --- “verdad sobrenatural”.
La obra toca muchos problemas de metafísica así como de ética. Trata del Ser y naturaleza de Dios, la providencia y el la fortuna, el origen del universo y la libertad de la voluntad. El libro se convirtió e una de las más influyentes obras filosóficas medievales, favorita entre los hombres de estado, poetas historiadores así como filósofos y teólogos. Traducida al anglosajón por el rey Alfredo el Grande y al antiguo alemán por Notker Teutonicus; se nota su influencia en Beowulf y en Chaucer, en la poesía popular anglo Normanda y provenzal, en los primeros ejemplo de versos italianos así como en la "Divina Commedia". La importante parte que jugó en la lucha mental de Dante tras la muerte de Beatriz está descrita en el “Convito”, donde, aunque parezca extraño se le califica de “un libro desconocido para muchos”. Hay ecos y citas frecuentes en la Divina comedia. Por ejemplo, las líneas que Tennyson parafrasea con "a sorrow's crown of sorrow" son al menos una evocación del Boecio: "In omni adversitate fortunae infelicissimum genus est infortunii fuisse felicem" (De Consol. Phil., II, Pros. IV). Las numerosas imitaciones con el títiulo de “Consolatione Theologiae” demuestra que era uno de los libros favoritos de los teólogos, así como de los poetas que fueron ampliamente leídos durante la Edad Media.
Turner, William . (1907).
Transcrito por Kevin Cawley.
Traducido por Pedro Royo
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