martes, 27 de mayo de 2014

Norbertinos.

"La comunidad que Norberto fundó ha sido una de canónigos regulares en plena armonía con la Reforma Gregoriana y en adhesión estricta con la Regla de San Agustín. En pocos años, Norberto ha fundado por lo menos siete monasterios reformados. Todos eran monasterios dobles con un núcleo de clérigos en una comunidad local mucho más grande de hermanas y hermanos laicos que juntos acogían a los peregrinantes, los pobres y los enfermos que buscaban amparo en sus abadías. En 1125, Norberto viajó a Amberes para prestar auxilio a la iglesia dividida por seguidores del movimiento herético de Tanchelmo. Ellos negaban la validez de los sacramentos, - especialmente de la Eucaristía, - celebrados por sacerdotes indignos".
«Los Norbertinos » es el nombre que se sole usar para los Canónigos Regulares de Prémontré (O. Praem.) o los Premonstratenses fundados en Prémontré (Francia). Norberto de Gennep nació entre 1080 y 1085 en una familia vinculada con la corte del emperador del Sacro Imperio Romano. Como joven consiguió una canonjía de San Victor en Xanten y como clérigo de orden menor, formó también parte del grupo de capellanes en torno al arzobispo Frederico de Colonia. De tal manera Norberto entró en el círculo de la corte imperial y es posible que él haya acompañado a Enrique IV quando viajó a Roma en 1111. Esta experiencia, en la cual Norberto fue testigo de la humillación del papa por el emperador, es considerada como el punto de partida para la conversión de Norberto en 1115 y para su compromiso con la Reforma Gregoriana. Ordenado sacerdote y autorizado por el papa como predicador ambulante, llamaba a los clérigos y a los laicos a vivir la vida apostólica según los Hechos de los Apóstoles. Con fervor incitaba sus oyentes a « seguir desnudos al Cristo desnudo ». Por sus esfuerzos continuos para reconciliar a líderes mezclados en conflictos armados, Norberto ha sido considerado como un apóstol de paz y se le dió ese nombre. Esto constituye un elemento de su espiritualidad que sus hijas e hijos actuales recalcan con fuerza. Por orden del Papa Calixto II, el Obispo Bartelomeo de Laon ayudó Norberto a encontrar un lugar para un monasterio reformado para su grupo cada vez más grande de seguidores.
La comunidad que Norberto fundó ha sido una de canónigos regulares en plena armonía con la Reforma Gregoriana y en adhesión estricta con la Regla de San Agustín. En pocos años, Norberto ha fundado por lo menos siete monasterios reformados. Todos eran monasterios dobles con un núcleo de clérigos en una comunidad local mucho más grande de hermanas y hermanos laicos que juntos acogían a los peregrinantes, los pobres y los enfermos que buscaban amparo en sus abadías. En 1125, Norberto viajó a Amberes para prestar auxilio a la iglesia dividida por seguidores del movimiento herético de Tanchelmo. Ellos negaban la validez de los sacramentos, - especialmente de la Eucaristía, - celebrados por sacerdotes indignos.
En 1126 Norberto fue nombrado arzobispo de Magdeburgo, - en aquel tiempo un puesto avanzado de las misiones para Europa del Este. A causa de su cargo, entró de nuevo en círculos de la corte, apoyando la preferencia del emperador por el Papa Inocencio II contra el antipapa Anacleto II. Norberto murió el 6 de junio 1134. Ha sido un hombre de la acción y no dejó obras escritas. Lo que sabemos de su vida se basa en dos vitae y en historias contemporáneas de su ministerio. Cuando Norberto fue canonizado en 1582, él ha sido considerado como un apóstol precursor del Santísimo Sacramento. Esto ha sucedido por causa de las interpretaciónes que la Contra-Reforma daba de su prédica en Amberes y también por causa de su costumbre de reunir los partidos combatientes alrededor de la mesa eucarística.
Después del nombramiento de Norberto en Magdeburgo, la vida Premonstratense ha sido organizada por Hugo de Fosses, el primer abad de Prémontré, quien ha adoptado el sistema de gobierno de los cistercienses, destinado a establecer y mantener una forma de vida religiosa reformada. Los autores espirituales más importantes de aquel período de fundación eran Adam Scot, abad de Dryburgh en Escocia (quien posteriormente se hizo cartujo), Anselmo, obispo de Havelberg y Felipe de Harvengt, abad de Bonne-Espérance.
Las fundaciones norbertinas abrieron nuevas perspectivas. Ellas combinaron el estilo contemplativo de los monjes con la preocupación pastoral de los canónigos, lo que levantaba sospechas en ambos grupos. La visión de Norberto acerca de la vida canonical ha preparado en forma significativa el camino para los mendicantes del siglo XIII. Ellos dieron un paso más en el desarrollo de la vida religiosa, renunciando al voto de estabilidad como elemento esencial ; así ellos se libraron para formas ministeriales más adaptadas al desarrollo de las ciudades y a una economía mayoritariamente basada en el comercio (y no en la agricultura).
Como es el caso para todos canónigos regulares, la espiritualidad Norbertina se basa en la visión agustiniana de la comunidad apostólica de Jerusalém como modelo de vida religiosa. La intención de juntarse teniendo una sola alma y un solo corazón en camino hacia Dios encuentra su expresión y forma en una vida intensa de oración litúrgica, en una vida conventual fuertemente ritualizada y en formas de trabajo pastoral que respeten estas formas de disciplina espiritual. Desde el comienzo de la Orden hasta sus últimas Constituciones (1994), la fórmula de la profesión ha ofrecido una síntesis de la espiritualidad de la Orden. En ella se expresan y se mantienen los elementos característicos y el perfil tradicional típico. Son los siguientes :
1° La entrega personal a una iglesia local (Ego N. offerens trado meipsum ecclesiae N.). Este vínculo con una iglesia constituye el núcleo de la profesión canonical, mientras que en la profesión monástica se trata de una entrega a una comunidad monástica. 2° La conversión continua (conversio morum meorum). En esta tradición lo típico de la conversión se encuentra en el desafío de un permanente crecimiento y cambio de vida en el contexto de un compromiso para la vida con una comunidad comprometida con la misión pastoral de una iglesia local bien definida. 3° La vida en comunidad (vita communionis) que se realiza en la práctica de los votos de pobreza, celibato consagrado y obediencia. De este modo mujeres y hombres norbertinos viven sa conversión. Se radica en la vida trinitaria y se recibe como una gracia. En la fórmula medieval original, la pobreza y el celibato no se mencionaban explicitamente ; se consideraban como parte integrante de la promesa de vida comunitaria y de obediencia. 4° En conformidad con el Evangelio de Cristo y la vida apostólica tal como legada por la Regla de San Agustín y las Constituciones. Las Constituciones actuales identifican la vida apostólica con : la unidad de alma y de corazón, vida comunitaria, fidelidad a la enseñanza de los apóstoles, perseverancia en la oración comunitaria junto con María, la Madre de Jesús, la Eucaristía como centro de vida y el testimonio de la resurrección de Cristo por la prédica nacida de la contemplación de la Palabra de Dios (lectio divina) y por otras formas de apostolado.
Ese modelo canonical ha tom ado distintas formas concretas a través de los siglos. La uniformidad que caracteriza a los cistercienses, no ha sido nunca tan fuerte entre los Premonstratenses; sin embargo, por la adopción del sistema de gobierno cisterciense como un medio para establecer y mantener el compromiso con la Reforma Gregoriana, la comunidad llegó a ser atractiva para comunidades canonicales ya existentes y partidarias del programa Gregoriano. Por eso, el crecimiento rápido de la Orden en sus primeras décadas se debío tanto a la afiliación de casas existentes de canónigos como a la fundación de casas nuevas.
No se podía esperar de parte de los capítulos ya existentes una adopción inmediata y completa de los usos litúrgicos de la casa matriz ; no podían tampoco romper sus compromisos pastorales. Desde el comienzo las casas fundadas por Prémontré tendían más al estilo monástico, mientras que las casas fundadas por Magdeburgo encajaban al comienzo más en una estrategia evangelizadora y pastoral para ciudades y parroquias nuevas.
Esa tensión entre Prémontré y Magdeburgo ha sido un fenómeno permanente a través de la historia de la Orden que podría ser comprendido mejor como inherente al esfuerzo continuo para encontrar un equilibrio entre por un lado las formas rituales de una vida litúrgica y contemplativa y por otro lado las necesidades pastorales de una iglesia local. De hecho, aún en las casas más monásticas y contemplativas de Europa occidental, la acogida de pobres y enfermos y la hospitalidad ofrecida para viajantes han sido siempre formas pastorales muy practicadas.
En el pasado muchas de esas casas se hicieron cargo de parroquias, pero no era la costumbre para el pastor designado de vivir solo en su parroquia, sin otros hermanos, especialmente hermanos laicos. Después de Vaticano II, la tradición de Magdeburgo a veces ha sido presentada como la forma canonical más auténtica, contra el modelo monástico de Prémontré que como forma canonica sería menos auténtica. Esto puede revelar una falta de comprensión de lo que significa una evangelización medieval por y a travès de una presencia monástica y canonical. Hoy, en el Occidente, esto puede ser también un síntoma de la tensión dolorosa entre las exigencias de una vida conventual contemplativa con raices litúrgicas y formas rituales y las exigencias pastorales de una sociedad muy tecnológica, móvil y próspera que valora mucho la libertad individual.
Algunos norbertinos contemporáneos mantienen que el futuro de la Orden depende del resultado del manejo de esta crisis actual de identidad. La iglesia sufre de los abusos escándalosos del clero y que necesita ministros que por su estilo de vida están preparados para una mayor cooperación pastoral; - ahora, tal iglesia ofrece una oportunidad seria para el futuro de comunidades canonicales norbertinas. Esto lo ponen en evidencia ciertos priorados norbertinos formados por grupos de cléricos diocesanos que desean encontrar en la vida comunitaria un fundamento para su ministerio ; lo muestra también el aumento fenomenal de formas de asociaciones laicas en la Orden.
Bibliografía The Day of Pentecost. Constitutions and Appendices of the Order of Canons Regular of Prémontré. Third English edition. De Pere, WI (USA): St. Norbert Abbey, 1997.
Ardura Bernard, o.praem. The Order of Prémontré. History and Spirituality. trans. by Edward Hagman, o.f.m.cap., ed. Roman Vanasse,o.praem. De Pere WI (USA); Paisa Publishing Co, n.d. (French original 1995).
Dauzet Dominique-Marie, o.praem., Petite Vie de Saint Norbert. Paris : Desclée de Brouwer, 1995 Norbert of Gennep and his Order. Translated from the Dutch by W.J. Smeets o.praem and R. Pasensie o.praem., Averbode (B): Altiora, 1984.

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