Más
que una teoría, se designa con este término una tendencia difundida sobre todo
en el siglo XIX que quería encontrar a toda costa cierto acuerdo entre las
diversas adquisiciones científicas de entonces y el primer relato bíblico de
la creación (Gn 1 -2,4a). Se identificaban entonces los «días» del Génesis
con los diversos períodos geológicos, y la creación de la luz antes del sol
se refería a los metales radioactivos y luminosos.
Se
considera generalmente a G. Cuvier como iniciador del concordismo; entre
sus más ilustres representantes están M. de Serres, F Moigno, P Vigouroux.
Después de la encíclica Providentissimus Deus de León XIII ( 1893; DS
3280-3294), donde se decía claramente que el autor sagrado en la Biblia no
quiso dar lecciones científicas, sino una enseñanza religiosa, sirviéndose
para ello de las formulaciones y de las imágenes de su tiempo, por lo que no
puede haber ningún conflicto entre la sagrada Escritura y la ciencia, el concordismo sufrió un notable retroceso.
Gracias
a los géneros literarios, la exégesis se libró completamente de esta problemática,
aunque es preciso reconocer que, recientemente, en algunas «Historias de
Israel" y en obras de carácter arqueológico, han aparecido algunas formas
larvadas de concordismo.
G.
Occhipinti
Bibl.:
Concordismo, en ERC, 11, 957-958; F, Moigno, Les splendeurs de la foi, accord
parfait de la Révélation et de la science de la foi et de la raison, París
1883.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Procura comentar con libertad y con respeto. Este blog es gratuito, no hacemos publicidad y está puesto totalmente a vuestra disposición. Pero pedimos todo el respeto del mundo a todo el mundo. Gracias.