domingo, 4 de octubre de 2015

DEVOTIO MODERNA

VocTEO 
Por devotio moderna entendemos aquella corriente espiritual que floreció en los Países Bajos, en la segunda mitad del siglo XIV, principalmente por obra de Geert Groote y de su discípulo Florens Radewijns; esta corriente se canalizó en la asociación de los Hermanos y Hermanas de la vida común y en la congregación agustiniana de los canónigos regulares de Windesheim; en el siglo XV y comienzos del XVI la devotio moderna renovó con sus escritos ascético-místicos - especialmente con la Imitación de Cristo -, con su magisterio y con la dirección espiritual, los ambientes de la vida religiosa y del pueblo cristiano.

 1. Espiritualidad.- La devotio moderna se mueve en la línea afectiva que se deriva de san Agustín, elaborada luego por los canónigos regulares victorinos, los cistercienses y los Hermanos Menores. La devotio moderna divulgó estas enseñanzas, haciéndolas accesibles al pueblo. El primer lugar entre las líneas espirituales de la devotio moderna está ocupado por el cristocentrismo práctico: la humanidad de Cristo es el eje central en torno al cual se mueve la vida espiritual, de tono ético y concreto, que busca la imitación de los ejemplos de Cristo. En segundo lugar está la oración metódica, particularmente el examen de conciencia y la meditación. Esta última se transforma en el punto de apoyo del ascetismo. J. Mombaer desarrolla un sistema complicado de meditación, basado en las potencias del alma y que alcanzó grandes éxitos en la história de la espiritualidad.
Es innegable además una tendencia  moralista y antiespeculativa. Lo que más urge a los devotos es una vida virtuosa vivida en la trama de la existencia cotidiana; reaccionan contra una teología demasiado especulativa: «¿De qué te sirve disputar a fondo sobre los misterios de la Trinidad, si no tienes humildad y desagradas entonces a la Trinidad? Verdaderamente, los discursos sublimes no santifican ni justifican al hombre; es la vida virtuosa la que lo hace agradable a Dios... Deseo más bien sentir la compunción en mi corazón que saber su definición... Si supieras toda la Biblia de memoria y todos los dichos de todos los filósofos, ¿de qué te serviría sin el amor de Dios y la gracia2" (Imitación de Cristo, 1, 1).
Como espiritualidad acentuadamente afectiva, la devotio moderna atiende sobre todo al fervor, a la oración ardiente, al deseo de Dios: «La devoción no es otra cosa sino el deseo de Dios en el alma" (Tomás de Kempis, Opera oml.Zia, Berlín 1910-1912, VII, 209). Otra característica es el biblismo, Tomás de Kempis, en su Doctrinale iuvenum, dedica un capítulo a la lectura meditativa de la sagrada Escritura: «Aprende ante todo a leer la sagrada  Escritura, a entenderla rectamente, a creer firmemente en ella y a ponerla en práctican (IV, 181-182). Se da mucha importancia a la interioridad: un volver continuo a lo más íntimo de nuestro ser para dedicarse a Dios y a las cosas espirituales ( « reditus ad interiora " , «se dare ad interiora»). Tienen la tendencia a mantenerse lejos del mundo y de sus peligros. Y se exalta el silencio y la morada en la propia celda (cf. Imitación de Cristo, I, 20). Finalmente, se pone de relieve el ascetismo como esfuerzo de la voluntad, pero supuesta la  acción de la gracia. Las penitencias son más bien moderadas, ateniéndose a un sano realismo en la vida espiritual.

 2. Protagonistas.- Entre los protagonistas hay que mencionar sobre todo a Geert Groote (1340-1380), llamado «fons et origo modernae devotionis", Más que por sus obras, se distinguió por la eficacia de su palabra viva y el ejemplo de su vida. Su sucesor como guía espiritual y organizador del movimiento fue Florens Radewijns (13501400), del que nos quedan algunas colecciones de pensamientos espirituales, llamadas rapiaria, un género literario muy difundido en los ambientes de la devotio moderna.
La figura más representativa y que  ejerció el influjo más vasto es Tomás de Kempis (1380-1471). Su producción literaria es considerable y comprende libros devotos, sermones y tratados sobre la vida religiosa. Pero su fama va ligada hasta hoy a una obra que, después de la Biblia, es el libro más difundido en todo el mundo: De imitatione Christi, aunque se sigue discutiendo sobre su verdadero autor. Al hombre de todos los tiempos la Imitación de Cristo le recuerda la pobreza y la inferioridad de la materia frente al espíritu, y cómo su desprecio es una auténtica gloria: «Grande honor y  gloria es servirte a ti, y por ti despreciar todas las cosas" (IIÍ, 10).
Jan Mombaer (Mauburnus, 1460 1501) presenta en su Rosetum exercitiorum spiritualium et sacrarum meditationum una especie de suma de las doctrinas y prácticas de la devotio moderna, y con esta obra marca el fin del desarrollo del movimiento. Entre los autores más destacados hay que citar también a Gerard Zerbolt de Zutphen (t 1398), Gerlach Peters (+ 1411), Hendrik Mande (+ 1441), Dirk (Teodorico) van Herxen (+ 1457) y Wessel Gansfort (+ 1489).

 3. Influencia.- La devotio moderna  se mostró muy floreciente en el siglo xv, no sólo en los Países Bajos, sino también en otros países europeos. En el siglo XVI empezó a decaer hasta desaparecer por completo o dejarse absorber por otros nuevos movimientos, como la Reforma protestante. Tuvo indiscutiblemente grandes méritos, pero también ciertas lagunas, como la carencia de sentido eclesial, poco espíritu apostólico, cierto antihumanismo y una falta de adaptación a los tiempos nuevos.
T Jansen

 Bibl.: P. Debongnie, Dévotio moderne, en  DSp. 111, 727-747' A. Ampe - B, Spaapen, Imilalio Chrisli, en DSp VII, 2238-2368; A, Huerga, Devoción moderna, en DE, 1, 575580; R. García Villoslada, Rasgos caracteristicos de la "devotio modema", en Manresa 28 (1956) 315-358,

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