lunes, 21 de noviembre de 2016

Criterio de la vergüenza


Bautismo de Cristo de Francesco Albani. Dado que posiciona a Juan como superior a Jesús, el criterio de la vergüenza se ha utilizado para argumentar a favor de la historicidad del bautismo de Jesús por Juan el Bautista.
El criterio de la vergüenza es un análisis crítico de los relatos históricos, en los que los relatos embarazosos para el autor se presumen verdaderos, debido a que el autor no tendría ninguna razón para inventar un registro vergonzoso acerca de sí mismo. Algunos estudiosos de la Biblia han utilizado este criterio al evaluar si los relatos de las acciones y las palabras de Jesús del Nuevo Testamento son históricamente probables.1

Historia[editar]

El criterio de la vergüenza es una herramienta de larga data de la investigación del Nuevo Testamento. La frase fue utilizada por John P. Meier en su libro A Marginal Jew; quien se la atribuyó a Edward Schillebeeckx, que no parece haber utilizado realmente el término. El primer uso del término fue posiblemente hecho por Paul Wilhelm Schmiedel en la Encyclopaedia Biblica (1899).2

Ejemplos[editar]

El supuesto del criterio de la vergüenza es que la iglesia primitiva difícilmente habría hecho crear o falsificar material histórico que solamente avergonzaba a su autor o debilitaba su posición en las discusiones con los opositores. Por el contrario, el material desconcertante procedente de Jesús se suprimiría o se suavizaría en etapas posteriores de la tradición evangélica. Este criterio se utiliza muy poco por sí mismo, y es típicamente uno de una serie de criterios, tales como el criterio de la discontinuidad y el criterio de la atestación múltiple, junto con el método histórico.
La crucifixión de Jesús es un ejemplo de un evento que cumple el criterio de vergüenza. Este método de ejecución fue considerado el más vergonzoso y degradante en el mundo romano, y los defensores del criterio arguyen que este método de ejecución es, por tanto, el menos propenso a haber sido inventado por los seguidores de Jesús.1 3 4 5 6

Limitaciones[editar]

El criterio de la vergüenza tiene sus limitaciones y casi siempre se utiliza en conjunto con los demás criterios. Una de las limitaciones del criterio de la vergüenza es que los casos clarísimos de tal vergüenza son pocos. Un retrato completo de Jesús nunca podría basarse en tan pocos datos. Es evidente que el contexto es importante, ya que lo que podría ser considerado como vergonzoso en una época y el contexto social, no podría haberlo sido en otro. Detalles embarazosos pueden incluirse como una alternativa a un relato aún más vergonzoso del mismo evento. Como un ejemplo hipotético, la negación de Jesús de Pedro podría haber sido cambiado en un mayor acto erróneo de Pedro.7
Un ejemplo del segundo punto se encuentra en los relatos de los evangelios de la infancia. En un registro del Evangelio de la infancia de Tomás se dice que un muy joven Jesús, utilizando sus poderes sobrenaturales, primero mata y luego revive a un compañero de juegos que se había golpeado accidentalmente con él.8Si esta tradición habría sido aceptada como digna de ser incluida en algún momento clave en la formación de la Biblia cristiana (y por tanto integrado en una forma u otra, entre los evangelios canónicos), podría decirse que a muchos cristianos modernos les resultaría bastante embarazoso, especialmente estrictos creyentes en la infalibilidad bíblica. Pero como lo sugiere la existencia de esta temprana perícopa no canónica, no debía haber sido vergonzoso para algunos de los primeros cristianos.9 10 11 12
Otra limitación es la posibilidad de que lo que podría ser clasificado como vergonzoso también podría ser un relato creado y deliberadamente diseñado para provocar una reacción. Por ejemplo, la negación de Jesús por Pedro podría haber sido escrito como un ejemplo de las consecuencias de la negación. «A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos. Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos» (Mateo 10:32-33).

Referencias[editar]

  1. ↑ Saltar a:a b Catherine M. Murphy (2007). The Historical Jesus For Dummies. For Dummies Pub. p. 14.
  2. Volver arriba Stanley E. Porter (2004). Criteria for Authenticity in Historical-Jesus Research. Continuum. pp. 106-7.
  3. Volver arriba Guy Davenport y Benjamin Urrutia (1996). The Logia of Yeshua. Washington DC.
  4. Volver arriba John P. Meier (2009). A Marginal Jew. Yale University Press.
  5. Volver arriba N.S. Gill. Discussion of the Historical Jesus.
  6. Volver arriba Blue Butler Education. Historical Study of Jesus of Nazareth - An Introduction.
  7. Volver arriba John P. Meier (2009). A Marginal Jew. Yale University Press. p. 170
  8. Volver arriba Cameron, Ron (1982), The Other Gospels: Non-Canonical Gospel Texts, Home Base, New York: Westminster John Knox Press, pp. 124-130
  9. Volver arriba Bart D. Ehrman (1999). Jesus: Apocalyptic Prophet of the New Millennium. Oxford. pp. 90–91.
  10. Volver arriba John P. Meier (1991). A Marginal Jew: Rethinking the Historical Jesus. Doubleday. Vol. 1. pp. 174–175, 317.
  11. Volver arriba Stanley E. Porter (2000). The Criteria for Authenticity in Historical-Jesus Research: Previous Discussion and New Proposals. Sheffield Academic Press.
  12. Volver arriba Gerd Thiessen y Dagmar Winter (2002). The Quest for the Plausible Jesus: The Question of Criteria. Westminster John Knox Press.

Lectura adicional[editar]

  • Meier, John P. (1991). A Marginal Jew: Rethinking the Historical Jesus. Doubleday. vol. 1. p. 168-171.

Enlaces externos[editar]

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