Beguine ; nacido en Voorburch, Holanda ; murió en Delft, el 6 de enero de 1358. Nació de padres campesinos, y desde la infancia fue notable por supiedad y prudencia . Más tarde, para ganarse la vida, ingresó en Delft, donde también se dedicó a prácticas de piedad y caridad. Su apellido de "van Ooten", o "de Oriente", se debe a su costumbre de cantar un himno que comenzó: "Het daghet in den Oosten", es decir, "Día de breaketh en el este", cuya composición es atribuido a ella misma. Vivió devotamente en el mundo, pasó mucho tiempo en ejercicios de piedad y obras de caridad , y finalmente decidió abandonar todos los lazos humanos y entregarse al servicio de Dios . Con este intento ella rogó, y con dificultad obtuvo, la entrada al Beaterio de Delft. Aquí, aunque no religiosa, ni obligada por los votos , aprovechó las amplias oportunidades que le brindaba el ejercicio de su celo y caridad, así como también la atmósfera de oración y reclusión, para alcanzar un alto grado de virtud y contemplación. . Gertrude demostró una gran devoción a los misterios de la Encarnación, especialmente a la Sagrada Pasión, por lo que mereció recibir en su cuerpo la impresión de los estigmas sagrados , de los cuales la sangre fluía libremente siete veces al día en cada una de las horas canónicas. . Angustiada y angustiada por la multitud que se congregaba para presenciar semejante maravilla, suplicó que se retirara el favor y su oración fue tan concedida que la sangre dejó de fluir, pero las marcas de los estigmas sagrados permanecieron. Al mismo tiempo, el gran consuelo espiritual del que había disfrutado fue favorecido con el don de la profecía, teniendo conocimiento, en el tiempo real, de lo que sucedió a distancia y de lo que sucedería en el futuro.
Por fin, después de pasar muchos años entre las Beguinas con gran fervor, austeridad y devoción, se acercaba el momento de su muerte. Ella solía hablar de su gran deleite de este día, de meditar en él devotamente e incluso de convertirlo en tema de sus frecuentes canciones. Murió en la fiesta de la Epifanía y fue enterrada en la iglesia de San Hipólito de Delft, las Beguinas no tenían ni una iglesia ni un cementerio propio en ese momento. Su nombre nunca se ha inscrito en el Martirologio Romano, aunque se conmemora en varios otros, y su culto es meramente local. Su vivienda privada aún se conserva con veneración, y la cruz ante la que recibió los estigmas se expone anualmente en el aniversario de su muerte .
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