Ciudad del Négueb donde Saúl pasó revista a sus tropas antes del ataque de los amalecitas a quienes tenía la orden de exterminar y condenar al anatema (1S 15,4). Sin duda, la misma ciudad que Telén, otorgada a Judá tras el reparto de Josué de la Tierra Prometida (Jos 15,24). Según algunos manuscritos, se trataría de la frontera de la región desde la cual David, instalado hacía poco en Siquelag, en territorio filisteo, llevaba a cabo incursiones contra las tribus nómadas. La palabra no aparece en el versículo correspondiente en la mayoría de los manuscritos hebreos. En su lugar se lee que estas tribus vivían en la región "desde siempre (1M 27,8)". Hoy en día podría ser el tell Um-es-Salafej.
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