Un altar portátil consiste de una pieza sólida de piedra natural que debe ser lo suficientemente dura para resistir toda fractura. Debe ser consagrada por un obispo o por otra persona que tenga facultades para ello. Por virtud de las Facultates Extraordinariae C., 6., los obispos de Estados Unidos pueden delegar en un sacerdote.
Se inserta, o se coloca, sobre la mesa del altar, aproximadamente a unas dos pulgadas del borde delantero, de manera que, por su ligera elevación por encima de la mesa, el celebrante puede trazar sus contornos con la mano y reconocer así su ubicación por debajo del mantel del altar. En general, debe ser lo suficientemente grande para contener la Sagrada Hostia y la mayor parte de la base del cáliz (Sag. Cong. Rit., 20 mar. 1846). Si el altar está destinado a la celebración de Misas en la que se distribuye la Sagrada Comunión, debería ser suficientemente grande para contener el copón también.
Tiene grabadas en él cinco cruces griegas, una cerca de cada esquina y una en el centro, para indicar el lugar en que se realizan las unciones al consagrarlo. Si faltase la cruz del centro, no se debe omitir la unción, pero la omisión de esta unción no invalidaría la consagración (Sag. Cong. Rit., 2 may. 1892). La tabla y soporte en los que descansa el altar portátil pueden ser construidos de cualquier material adecuado, madera, o piedra, siempre que tengan las dimensiones apropiadas. Para el altar portátil los griegos generalmente utilizan el antimensium, un mantel consagrado de seda o de lino, a la manera de nuestros corporales.
Cuando se consagra una iglesia, se coloca sobre el altar un pedazo de tela lo suficientemente grande como para formar varios antimensia. El obispo lo consagra vertiendo sobre él el vino y el santo crisma dándole rigidez con una mezcla formada por reliquias machacadas con cera o goma fragante. Luego se divide en trozos de aproximadamente dieciséis pulgadas cuadradas, y después de haberse celebrado la Santa Eucaristía sobre ellos durante siete días, estas piezas se distribuyen según la ocasión lo requiera (Neale, Santa Iglesia Oriental, I, 187).
Fuente: Schulte, Augustin Joseph. "Portable Altar." The Catholic Encyclopedia. Vol. 1. New York: Robert Appleton Company, 1907. 22 Feb. 2012 <http://www.newadvent.org/cathen/01348b.htm>.
Traducido por Giovanni E. Reyes. rc
Se inserta, o se coloca, sobre la mesa del altar, aproximadamente a unas dos pulgadas del borde delantero, de manera que, por su ligera elevación por encima de la mesa, el celebrante puede trazar sus contornos con la mano y reconocer así su ubicación por debajo del mantel del altar. En general, debe ser lo suficientemente grande para contener la Sagrada Hostia y la mayor parte de la base del cáliz (Sag. Cong. Rit., 20 mar. 1846). Si el altar está destinado a la celebración de Misas en la que se distribuye la Sagrada Comunión, debería ser suficientemente grande para contener el copón también.
Tiene grabadas en él cinco cruces griegas, una cerca de cada esquina y una en el centro, para indicar el lugar en que se realizan las unciones al consagrarlo. Si faltase la cruz del centro, no se debe omitir la unción, pero la omisión de esta unción no invalidaría la consagración (Sag. Cong. Rit., 2 may. 1892). La tabla y soporte en los que descansa el altar portátil pueden ser construidos de cualquier material adecuado, madera, o piedra, siempre que tengan las dimensiones apropiadas. Para el altar portátil los griegos generalmente utilizan el antimensium, un mantel consagrado de seda o de lino, a la manera de nuestros corporales.
Cuando se consagra una iglesia, se coloca sobre el altar un pedazo de tela lo suficientemente grande como para formar varios antimensia. El obispo lo consagra vertiendo sobre él el vino y el santo crisma dándole rigidez con una mezcla formada por reliquias machacadas con cera o goma fragante. Luego se divide en trozos de aproximadamente dieciséis pulgadas cuadradas, y después de haberse celebrado la Santa Eucaristía sobre ellos durante siete días, estas piezas se distribuyen según la ocasión lo requiera (Neale, Santa Iglesia Oriental, I, 187).
Fuente: Schulte, Augustin Joseph. "Portable Altar." The Catholic Encyclopedia. Vol. 1. New York: Robert Appleton Company, 1907. 22 Feb. 2012 <http://www.newadvent.org/cathen/01348b.htm>.
Traducido por Giovanni E. Reyes. rc
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