El
asalariado o jornalero es el que se ajusta, mediante
contrato, para realizar un trabajo, fijo o eventual. En la Biblia este trabajo
es de agricultura (siembra, recolección, vendimia) o de ganadería (pastoreo) (cf.
Mt 20,1-16). El jornalero tiene derecho a un salario justo (Mt 10,10; Lc 10,7;
Jn 4,36). El contrato de trabajo debe ser también justo (Mt 20,2; Lc 3,14). No
pagar o diferir el pago del jornal es una grave injusticia (Lev 19,13; Dt
24,14): jornada realizada, jornada pagada (Mt 20,8). Lo es también explotar al
obrero con salarios de hambre (Sant 5,4). En el orden religioso esta
terminología adquiere significados profundos: el simple asalariado sólo está
pendiente del jornal, sin adquirir serios compromisos de entrega (Jn 10,12ss);
el hombre fiel y entregado, el que se fía de Dios, lo recibe todo de El no como
una deuda, sino como un don (Mt 20,14ss); Dios mismo se ofrece como salario,
como recompensa al buen trabajador (Mt 5,12; 6, 4-18).
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Procura comentar con libertad y con respeto. Este blog es gratuito, no hacemos publicidad y está puesto totalmente a vuestra disposición. Pero pedimos todo el respeto del mundo a todo el mundo. Gracias.