Compartir, igualdad y servicio sin rangos.

El grupo cristiano, “la nueva sociedad”, empieza por una opción libre, nunca por imposición, y en virtud siempre del sentimiento de “justicia” de cada uno. El grupo no quiere ser cómplice de la injusticia existente y como esa injusticia se produce por la acumulación del dinero, de la riqueza, de la cultura etc. no quiere participar en ese expolio. De este modo si tengo dinero, voy a ver cómo puedo compartirlo y ser solidario y ver la manera de que el dinero no sea el centro de mi vida. Si tengo cultura, veré la manera de ponerla al servicio de los demás. Jesús no se identifica con los pobres, se solidariza con ellos para que ellos puedan salir de ahí. Y "ojo", la diferencia entre los miembros del grupo cristiano no crea rangos, todos son iguales. «Es que ese señor es ya muy mayor...», pues a darle el cariño y el respeto que se merece, pero por ser mayor no tiene que mandar a nadie. «Es que ese señor está muy bien preparado, es muy culto...», pues que esa cultura la ponga al servicio de los demás, pero que no sea nuestro árbitro. Siempre habrá diferencias de edad y de cultura pero eso sirve para capacitarlo para un determinado servicio, nunca para crear un rango determinado.