Un grupo de cantantes a quienes se les confía las partes musicales del servicio de la Iglesia, y organizados e instruidos a tales efectos. El Talmud atestigua de la cuidadosa organización del coro del Templo; y puesto que los primeros cristianos rendían culto con los judíos,
los encontramos desde el principio usando el solo salmódico con el
estribillo de la congregación, y desde el siglo IV la salmodia en coros
alternados, basados ambos en la práctica judía. Así, temprano, y a
través del período del canto llano, el coro parece haber sido influido por la división litúrgica de la música en solo y cantos a coro.
Poco después de la conversión de Constantino oímos de escuelas de lectores en las cuales muchos del clero habían recibido entrenamiento desde niños. Pero tal vez la más famosa escuela de canto de la historia fue la schola cantorum romana de San Gregorio, descrita por Juan el Diácono, llamada también orphanotrophium, debido a que sus niños cantores provenían principalmente de orfanatos. Muchos de los Papas del siglo VII se relacionaron con o venían de ella. A raíz de esto, tenemos la creación de muchas otras escuelas, las más famosas de las cuales eran las de Metz y San Gall, en el siglo VIII. El actual sistema de enseñanza oral hacían necesarias tales escuelas. Alrededor del año 1100, tras la introducción del pentagrama musical, comenzó a disminuir su importancia.
Tan a fondo se practicaba la música en las escuelas de canto medievales relacionadas con las iglesias o monasterios, fundadas con el propósito de exponer la liturgia con el máximo esplendor y belleza, que hasta la Reforma Protestante, la historia de la música es prácticamente la historia de la música eclesiástica. Sin embargo, incluso alrededor del siglo XIV la sustitución gradual de la musica mensurata por la cantilena romana, música de partes [1] para unísonos, resultó en un cambio cada vez mayor en la relación del coro al altar. Este cambio fue notable cuando el Papa Gregorio XI regresó a Roma desde Aviñón (1377), donde había florecido la nueva música, y fusionó su coro con la Schola Cantorum, lo reorganizó bajo el título de Collegio dei Capellani Cantori y lo colocó bajo la enseñanza del Maestro della Capella Pontificia. El coro ahora se hizo más secularizado y autónomo. Había surgido de, y había sido moldeado por las necesidades litúrgicas. Su lugar estaba en el santuario, sus miembros eran eclesiásticos o niños educados bajo la dirección eclesiástica en una casa adjunta a la catedral. Ahora podían ocupar una galería y ser dirigidos por un laico.
Sin embargo, la escuela de composición asociada con este cambio fue construida en gran parte sobre el canto llano, y produjo maestros de la música religiosa tales como Palestrina, Vittoria y Byrd. Más tarde, la introducción de voces femeninas, la tolerancia de los coros mixtos y la secularización en el estilo de la música cantada, dio lugar a una todavía mayor desviación de la idea y la influencia de la Schola Cantorum de San Gregorio. Durante la renovación litúrgica actual, sin embargo, los niños que han estado activamente empleados en música eclesiástica durante tantos siglos (de hecho, los encontramos mencionados ya en el siglo IV) van gradualmente tomando su antiguo lugar en la constitución y funciones del coro cristiano.
NOTA:
[1] Música de partes: Música vocal para varias voces en partes independientes (usualmente realizada sin acompañamiento).
Bibliografía: Encyclopaedia Biblica (Londres, 1899); GERBERT, De Cantu et Musica Sacra; WAGNER, History of Plain Chant (Londres, 1907); MEES, Choirs and Choral Music (Londres 1901); DUCHESNE, Christian Worship (Londres, 1903); BAUMER, Histoire du breviaire (Paris, 1905); GROVE, Dict. of Music and Musicians (Londres, 1896); GASTOUE, Les Origines du chant romain (París, 1907).
Fuente: Shebbeare, Wilfrid. "Choir." The Catholic Encyclopedia. Vol. 3. New York: Robert Appleton Company, 1908. <http://www.newadvent.org/cathen/03693b.htm>.
Poco después de la conversión de Constantino oímos de escuelas de lectores en las cuales muchos del clero habían recibido entrenamiento desde niños. Pero tal vez la más famosa escuela de canto de la historia fue la schola cantorum romana de San Gregorio, descrita por Juan el Diácono, llamada también orphanotrophium, debido a que sus niños cantores provenían principalmente de orfanatos. Muchos de los Papas del siglo VII se relacionaron con o venían de ella. A raíz de esto, tenemos la creación de muchas otras escuelas, las más famosas de las cuales eran las de Metz y San Gall, en el siglo VIII. El actual sistema de enseñanza oral hacían necesarias tales escuelas. Alrededor del año 1100, tras la introducción del pentagrama musical, comenzó a disminuir su importancia.
Tan a fondo se practicaba la música en las escuelas de canto medievales relacionadas con las iglesias o monasterios, fundadas con el propósito de exponer la liturgia con el máximo esplendor y belleza, que hasta la Reforma Protestante, la historia de la música es prácticamente la historia de la música eclesiástica. Sin embargo, incluso alrededor del siglo XIV la sustitución gradual de la musica mensurata por la cantilena romana, música de partes [1] para unísonos, resultó en un cambio cada vez mayor en la relación del coro al altar. Este cambio fue notable cuando el Papa Gregorio XI regresó a Roma desde Aviñón (1377), donde había florecido la nueva música, y fusionó su coro con la Schola Cantorum, lo reorganizó bajo el título de Collegio dei Capellani Cantori y lo colocó bajo la enseñanza del Maestro della Capella Pontificia. El coro ahora se hizo más secularizado y autónomo. Había surgido de, y había sido moldeado por las necesidades litúrgicas. Su lugar estaba en el santuario, sus miembros eran eclesiásticos o niños educados bajo la dirección eclesiástica en una casa adjunta a la catedral. Ahora podían ocupar una galería y ser dirigidos por un laico.
Sin embargo, la escuela de composición asociada con este cambio fue construida en gran parte sobre el canto llano, y produjo maestros de la música religiosa tales como Palestrina, Vittoria y Byrd. Más tarde, la introducción de voces femeninas, la tolerancia de los coros mixtos y la secularización en el estilo de la música cantada, dio lugar a una todavía mayor desviación de la idea y la influencia de la Schola Cantorum de San Gregorio. Durante la renovación litúrgica actual, sin embargo, los niños que han estado activamente empleados en música eclesiástica durante tantos siglos (de hecho, los encontramos mencionados ya en el siglo IV) van gradualmente tomando su antiguo lugar en la constitución y funciones del coro cristiano.
NOTA:
[1] Música de partes: Música vocal para varias voces en partes independientes (usualmente realizada sin acompañamiento).
Bibliografía: Encyclopaedia Biblica (Londres, 1899); GERBERT, De Cantu et Musica Sacra; WAGNER, History of Plain Chant (Londres, 1907); MEES, Choirs and Choral Music (Londres 1901); DUCHESNE, Christian Worship (Londres, 1903); BAUMER, Histoire du breviaire (Paris, 1905); GROVE, Dict. of Music and Musicians (Londres, 1896); GASTOUE, Les Origines du chant romain (París, 1907).
Fuente: Shebbeare, Wilfrid. "Choir." The Catholic Encyclopedia. Vol. 3. New York: Robert Appleton Company, 1908. <http://www.newadvent.org/cathen/03693b.htm>.
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