Un espacio rectangular insertado entre el ábside y la nave en la basílica cristiana primitiva. Surgió de la necesidad de obtener espacio suficiente para el número cada vez mayor del clero
y para la celebración adecuada del servicio. La longitud del rectángulo
es igual a toda la amplitud de la nave, como en Santa María la Mayor y
Santa Cruz en Roma,
o excede más o menos esa amplitud, de modo que el crucero se extiende
más allá de los muros de la nave. El crucero, sin embargo, no es
peculiar de la basílica romana, como se creyó durante mucho tiempo; también se encuentra en las iglesias de Asia Menor, como en Sagalassos.
Además de esta primera forma, en la que el ábside se unía directamente con el crucero, se encontraban en Asia Menor y Sicilia, incluso en la primera época, una serie de iglesias de una segunda forma, las cuales anteriormente se creía que pertenecían a la Edad Media, porque no se desarrollaron plenamente hasta esa época. Esta es la iglesia cruciforme, o en forma de cruz, sobre cuyo origen ardió una violenta controversia literaria por un largo tiempo. En el diseño cruciforme el transepto está orgánicamente desarrollado a partir de la estructura. Consta de tres cuadrados que en la altura y la anchura corresponden a las de la nave principal. Más allá del cuadrado central, llamado el intercolumnio, y conectado con él hay un cuarto cuadrado, el coro, y más allá, y conectado con el coro, está el ábside; de esta manera se produce la forma cruciforme de la iglesia. El crucero termina generalmente hacia el norte y el sur en línea recta. Aún más, hay un número de iglesias, especialmente en Alemania, que terminan en forma de concha semicircular o triple. Strzygowski cree que ha encontrado el modelo de este tipo de estructura en el palacio imperial romano; esta forma de crucero, se halla en una iglesia tan antigua como la de la Virgen de Belén erigida por Constantino.
Un método favorito en el estilo románico era la construcción de pequeños ábsides que se abrían en el crucero a la derecha y a la izquierda del coro. En las iglesias de los cistercienses y de las órdenes mendicantes estos ábsides pequeños se transformaron posteriormente en numerosas capillas, como en Santa Cruz en Florencia. El prototipo de este diseño también se puede probar que existió en el Oriente y en los distritos bajo su influencia. La duplicación del crucero, sin embargo, parece haber sido peculiar de la arquitectura occidental; este tipo de crucero apareció tanto en el período románico como en el gótico, aunque las forma de producirlo variaron grandemente. Muchas iglesias románicas están construidas en el extremo oeste al igual que en el este, esto es, el extremo oeste también contiene un crucero y un coro. La iglesia más antigua conocida con este doble crucero es la iglesia de San Riquier a Centula en Francia en el siglo VIII. El estilo fue adoptado también en la Iglesia de San Pantaleón en Colonia (981), y casi al mismo tiempo por Mittelzell en la isla de Reichenau en el Lago de Constanza, y en muchas otras iglesias.
El crucero del oeste desapareció en la arquitectura gótica, a excepción de que en Inglaterra algunas de las grandes catedrales tienen un segundo crucero corto en el coro del este, como en Salisbury. La arquitectura gótica también enfatizó el coro, al darle a las grandes catedrales tres pasillos; de esta manera se producen vistas muy hermosas. En el esfuerzo por ganar espacios grandes y bien iluminados la arquitectura del Renacimiento y el barroco amplió el crucero y cubrió el entrepaño con una cúpula, la que hacía que el crucero dominara toda la estructura.
Fuente: Kleinschmidt, Beda. "Transept." The Catholic Encyclopedia. Vol. 15. New York: Robert Appleton Company, 1912. 5 Feb. 2012 <http://www.newadvent.org/cathen/15018a.htm>.
Además de esta primera forma, en la que el ábside se unía directamente con el crucero, se encontraban en Asia Menor y Sicilia, incluso en la primera época, una serie de iglesias de una segunda forma, las cuales anteriormente se creía que pertenecían a la Edad Media, porque no se desarrollaron plenamente hasta esa época. Esta es la iglesia cruciforme, o en forma de cruz, sobre cuyo origen ardió una violenta controversia literaria por un largo tiempo. En el diseño cruciforme el transepto está orgánicamente desarrollado a partir de la estructura. Consta de tres cuadrados que en la altura y la anchura corresponden a las de la nave principal. Más allá del cuadrado central, llamado el intercolumnio, y conectado con él hay un cuarto cuadrado, el coro, y más allá, y conectado con el coro, está el ábside; de esta manera se produce la forma cruciforme de la iglesia. El crucero termina generalmente hacia el norte y el sur en línea recta. Aún más, hay un número de iglesias, especialmente en Alemania, que terminan en forma de concha semicircular o triple. Strzygowski cree que ha encontrado el modelo de este tipo de estructura en el palacio imperial romano; esta forma de crucero, se halla en una iglesia tan antigua como la de la Virgen de Belén erigida por Constantino.
Un método favorito en el estilo románico era la construcción de pequeños ábsides que se abrían en el crucero a la derecha y a la izquierda del coro. En las iglesias de los cistercienses y de las órdenes mendicantes estos ábsides pequeños se transformaron posteriormente en numerosas capillas, como en Santa Cruz en Florencia. El prototipo de este diseño también se puede probar que existió en el Oriente y en los distritos bajo su influencia. La duplicación del crucero, sin embargo, parece haber sido peculiar de la arquitectura occidental; este tipo de crucero apareció tanto en el período románico como en el gótico, aunque las forma de producirlo variaron grandemente. Muchas iglesias románicas están construidas en el extremo oeste al igual que en el este, esto es, el extremo oeste también contiene un crucero y un coro. La iglesia más antigua conocida con este doble crucero es la iglesia de San Riquier a Centula en Francia en el siglo VIII. El estilo fue adoptado también en la Iglesia de San Pantaleón en Colonia (981), y casi al mismo tiempo por Mittelzell en la isla de Reichenau en el Lago de Constanza, y en muchas otras iglesias.
El crucero del oeste desapareció en la arquitectura gótica, a excepción de que en Inglaterra algunas de las grandes catedrales tienen un segundo crucero corto en el coro del este, como en Salisbury. La arquitectura gótica también enfatizó el coro, al darle a las grandes catedrales tres pasillos; de esta manera se producen vistas muy hermosas. En el esfuerzo por ganar espacios grandes y bien iluminados la arquitectura del Renacimiento y el barroco amplió el crucero y cubrió el entrepaño con una cúpula, la que hacía que el crucero dominara toda la estructura.
Fuente: Kleinschmidt, Beda. "Transept." The Catholic Encyclopedia. Vol. 15. New York: Robert Appleton Company, 1912. 5 Feb. 2012 <http://www.newadvent.org/cathen/15018a.htm>.
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