Eugenio I fue elegido el 10 de agosto del 654 y murió en Roma el 2 de
junio de 657 . El 18 de junio del año anterio, 653, el papa S. Martín I
fue obligado a abandonar Roma y retenido en el exilio donde murió (
sept. 655) por no someterse a los dictados de Bizancio en el asunto del
Monotelismo. Lo que pasó en Roma tras su partida no es bien conocido.
Durante un tiempo la iglesia fue dirigida a la manera usual cuando la
santa sede estaba vacante, o el ocupante ausente, es decir, por el
arcipreste, el archidiácono y el primicerio de los notarios. Pero
alrededor de un año y dos meses se puso a Eugenio como sucesor de
Martin I ( 10 agosto 654).
Era romano del primer distrito eclesiástico de la ciudad , hijo de Rufiniano. Había pertenencido al clero desde muy joven. Su biógrafo dice que se distinguía por su gentileza, santidad y generosidad. Respecto a las circunstancias de su elección solo se puede decir que fue colocado a la fuerza en la Silla de Pedro por el poder imperial, esperando que acatara su imperial voluntad, pero en esto se equivocó. Y aunque fue elegido contra la voluntad del papa reinante, el papa Martín aprobó después la elección (Ep. Martini xvii in P.L., LXXXVII).
Uno de los primeros actos del nuevo papa consistió en enviar legados a Constantinopla con cartas para el emperador Constante II, informándole de su elección y presentando una profesión de su fe. Pero los legados se dejaron engañar o quizás se pasaron al otro bando y volvieron con una carta sinodal de Pedro, nuevo patriarca de Constantinopla (656-666), mientras que el enviado imperial que les acompañó trajo donaciones para S. Pedro y una petición del emperador para que el papa entrara en la comunión del patriarca de Constantinopla. La carta de Pedro resultó escrita en un estilo oscuro evitando hacer ninguna declaración especifica respecto al número de "voluntades u operaciones " en Cristo. Cuando el contenido se comunicó al clero y al pueblo en la iglesia de Sta María la Mayor, no solamente se opusieron a la carta , indignados, sino que no permitieron al papa abandonar la basílica hasta que prometió que no la aceptaría en ninguna circunstancia.(656). Los delegados bizantinos se enfurecieron de tal manera por este rechazo de la voluntad de su emperador y de su patriarca que amenazaron, con frases muy duras, que cuando la situación política lo permitiera, asarían a Eugenio y a todos los que habían hablado en su favor en Roma así como habían asado al papa Martín I (Disp. inter S. Maxim. et Theod. in P.L., CXXXIX, 654).
Eugenio se libró del destino de su predecesor por el avance de los musulmanes que tomaron Rodas en 654 y derrotaron a Constante en la batalla naval de Fénix (655).
Casi con toda certeza fue este papa el que recibió a S. Wilfrido con ocasión de su visita a Roma (c.654) a la que llegó deseoso de conocer " los ritos eclesiásticos y monásticos en uso allí". En Roma se ganó el afecto del archidiácono Bonifacio, un consejero apostólico, que le presentó al papa. Eugenio "puso su bendita mano sobre la cabeza del joven siervo de Dios, rezó por él y le bendijo" (Beda, Hist. Eccles., V, 19; Eddius, In vit. Wilf., c. v). Nada más se conoce de Eugenio excepto que consagró a 21 obispos para diferentes partes del mundo y que fue enterrado en S. Pedro. En el Martirologio romano está en tre los santos de ese día.
Transcrito por WGKofron. Con agradecimiento a John Hilkert, Akron, Ohio.
Traducido por Pedro Royo
The Catholic Encyclopedia, Volume V. Published 1909. New York: Robert Appleton Company. Nihil Obstat, May 1, 1909. Remy Lafort, Censor. Imprimatur. +John M. Farley, Archbishop of New York
Era romano del primer distrito eclesiástico de la ciudad , hijo de Rufiniano. Había pertenencido al clero desde muy joven. Su biógrafo dice que se distinguía por su gentileza, santidad y generosidad. Respecto a las circunstancias de su elección solo se puede decir que fue colocado a la fuerza en la Silla de Pedro por el poder imperial, esperando que acatara su imperial voluntad, pero en esto se equivocó. Y aunque fue elegido contra la voluntad del papa reinante, el papa Martín aprobó después la elección (Ep. Martini xvii in P.L., LXXXVII).
Uno de los primeros actos del nuevo papa consistió en enviar legados a Constantinopla con cartas para el emperador Constante II, informándole de su elección y presentando una profesión de su fe. Pero los legados se dejaron engañar o quizás se pasaron al otro bando y volvieron con una carta sinodal de Pedro, nuevo patriarca de Constantinopla (656-666), mientras que el enviado imperial que les acompañó trajo donaciones para S. Pedro y una petición del emperador para que el papa entrara en la comunión del patriarca de Constantinopla. La carta de Pedro resultó escrita en un estilo oscuro evitando hacer ninguna declaración especifica respecto al número de "voluntades u operaciones " en Cristo. Cuando el contenido se comunicó al clero y al pueblo en la iglesia de Sta María la Mayor, no solamente se opusieron a la carta , indignados, sino que no permitieron al papa abandonar la basílica hasta que prometió que no la aceptaría en ninguna circunstancia.(656). Los delegados bizantinos se enfurecieron de tal manera por este rechazo de la voluntad de su emperador y de su patriarca que amenazaron, con frases muy duras, que cuando la situación política lo permitiera, asarían a Eugenio y a todos los que habían hablado en su favor en Roma así como habían asado al papa Martín I (Disp. inter S. Maxim. et Theod. in P.L., CXXXIX, 654).
Eugenio se libró del destino de su predecesor por el avance de los musulmanes que tomaron Rodas en 654 y derrotaron a Constante en la batalla naval de Fénix (655).
Casi con toda certeza fue este papa el que recibió a S. Wilfrido con ocasión de su visita a Roma (c.654) a la que llegó deseoso de conocer " los ritos eclesiásticos y monásticos en uso allí". En Roma se ganó el afecto del archidiácono Bonifacio, un consejero apostólico, que le presentó al papa. Eugenio "puso su bendita mano sobre la cabeza del joven siervo de Dios, rezó por él y le bendijo" (Beda, Hist. Eccles., V, 19; Eddius, In vit. Wilf., c. v). Nada más se conoce de Eugenio excepto que consagró a 21 obispos para diferentes partes del mundo y que fue enterrado en S. Pedro. En el Martirologio romano está en tre los santos de ese día.
Bibliografía
Liber Pontificalis, ed. DUCHESNE, I, 341-2; varios documento en P.L., CXXIX, LXXXVII; PAPEBROCH en Acta SS. (1695), 1 Junio, 220-2 (2a. 214-6); MANN, Lives of the Early Popes, I, pt. I, 406 ss.Transcrito por WGKofron. Con agradecimiento a John Hilkert, Akron, Ohio.
Traducido por Pedro Royo
The Catholic Encyclopedia, Volume V. Published 1909. New York: Robert Appleton Company. Nihil Obstat, May 1, 1909. Remy Lafort, Censor. Imprimatur. +John M. Farley, Archbishop of New York
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