domingo, 23 de octubre de 2016

Reales Estudios de San Isidro


Instituto de San Isidro.
Los Reales Estudios de San Isidro fueron un centro de enseñanza fundado oficialmente por Felipe IV en MadridEspaña, en 16251 e inaugurados en 1629, como continuación de los Colegios vinculados a los jesuitas que, a finales del siglo XVI, habían obtenido el favor y apoyo de la Corte española. Se encontraban en la actual calle Toledo, en la que, actualmente, se halla el Instituto San Isidro.

Antecedentes[editar]

Los Reales Estudios se instalan en el Colegio Imperial de Madrid (también conocido como Colegio Imperial de la Compañía de Jesús o El Colegio de San Pedro y San Pablo de la Compañía de Jesús en la Corte) que desde 1608 se encontraban en la calle de Toledo, en los terrenos donados por la Emperatriz María de Austria a la Compañía de Jesús para la construcción de un centro de enseñanza. La razón de su nacimiento fue por la necesidad de dotar a la capital de España de un centro de enseñanza de prestigio del que carecía, pero por las presiones de las Universidades de Salamanca y Alcalá, gestionadas por otras órdenes religiosas, no fue posible que otorgara títulos oficiales, a pesar de ser estudios superiores. De la importancia de los Reales Estudios habla el que mientras se construyó la Catedral de la Almudena de Madrid, la antigua iglesia jesuítica del Colegio, que en aquel momento tenía la consideración de colegiata, fue el templo catedralicio de la diócesis de Madrid.

Historia[editar]

Fundado a finales del siglo XVI, alcanza su mayor gloria durante el siglo XVII, tras ser nombrado Colegio Imperial gracias al patronazgo de la emperatriz María Cristina, hija de Carlos V y esposa de Maximiliano II, emperador del Sacro Imperio Romano.
Los Reales Estudios estuvieron también gestionados por la Compañía de Jesús. Al crearse, se concentraron en ellos otras enseñanzas, entonces dispersas en la villa de Madrid, como matemáticas, teología, filosofía, geografía y ciencias. En 1725, Felipe V inauguró en los Reales Estudios el Real Seminario de Nobles, con las mismas funciones pero reducido en cuanto al número de quienes tienen acceso al mismo, siendo la primera institución de enseñanza conocida en la que se impartían clases desde los rudimentos del alfabeto hasta la enseñanza superior en lenguas clásicas, filosofía o teología.
Con la expulsión de los jesuitas los Reales Estudios se cerraron, hasta que Carlos III, manteniendo el espíritu de la Ilustración de la época, los reabrió tres años más tarde, en 1770. En esta época, los docentes son nombrados por el rey y se refuerza y da gran importancia a su biblioteca, inaugurándola como un centro público de consulta en 1785. Se potencia desde la cátedra de Historia Literaria, el estudio de la Antigüedad, incorporándose a las modas europeas principales de estudio de la Antigua GreciaAntiguo Egipto y, sobre todo, de la Antigua Roma, así como las asignaturas de MatemáticasRetóricaPoéticaGriegoÁrabe o Hebreo.
Los Reales Estudios de San Isidro volvieron al gobierno de los jesuitas de 1816 hasta 1834 (con el paréntesis del Trienio Liberal), para convertirse en institución definitivamente laica en 1835 durante la minoría de edad de Isabel II y adoptaron el nombre de Estudios Nacionales, para terminar incorporándose una década más tarde a la Universidad Literaria de Madrid.
El conjunto de sus fondos documentales y su biblioteca se encuentran en la Universidad Complutense de Madrid y en la Real Academia de la Historia, habiendo constituido hasta el siglo XVIII la biblioteca más importante de Madrid.
Entre sus alumnos se encontraron Lope de Vega (quien leyó los poemas del acto inaugural), Francisco de Quevedo y Calderón de la Barca.
Imágenes de San Isidro y Santa María de la Cabeza en la fachada principal de la Colegiata de San Isidro.

Profesorado[editar]

Contó el centro con profesores notables venidos de toda Europa como:

Iglesia[editar]

Fue construida entre 1622 y 1664 por los arquitectos jesuitas Pedro Sánchez y Francisco Bautista y consagrada el 23 de septiembre de 1651 por el Nuncio don Julio Raspelosi, bajo la advocación de San Francisco Javier. Sigue el modelo adoptado en la iglesia del Gesú de Roma.
Tras la expulsión de los jesuitas en 1767 la iglesia se transformó en colegiata, cambiando su advocación a San Isidro, y pasando a albergar desde ese momento los restos del Santo Patrón madrileño y su esposa, Santa María de la Cabeza.

Véase también[editar]

Referencias[editar]

  1. Volver arriba Fundación de los estudios generales en el colegio imperial de los jesuítas, hecha por Felipe IV en 1625, en la Colección de documentos inéditos para la historia de España, vol. III (1842), págs. 548-560.

Fuentes[editar]

Enlaces externos[editar]

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