LOS NIÑOS DE LA TORRE.

Con toda la sangre, la muerte y la intriga que rodea a la Torre de Londres en sus 900 años de historia, no es de extrañar que tenga la reputación de ser uno de los lugares más embrujados de Gran Bretaña.

La construcción comenzó con la primera piedra en lo que sería la Torre Blanca, que fue encargada por Guillermo el Conquistador en 1078 y completada en 1097.

Torre Blanca de Londres.

Gundulf, quien fue nombrado obispo de Rochester en 1077, supervisó la construcción de la torre hasta su terminación. Era considerada todo un bastión de poder, que se elevaba 90 metros sobre la ciudad londinense.

La Torre Blanca ha cambiado sorprendentemente poco desde entonces, pero otros edificios y torres han crecido a su alrededor, de modo que en la actualidad hay alrededor de 20 torres, y una mezcla de diferentes edificios que datan de diferentes períodos de la historia.

Muchas de las torres, se usaron como celdas para los prisioneros en espera de su ejecución, mientras que la Torre Blanca contaba en su cripta con cámaras de tortura. La Torre Verde se reservó para las ejecuciones reales, mientras que la llamada “Tower Hill” sirvió como lugar de ejecución pública para el resto de traidores.

Durante siglos, la Torre ha tenido diversas funciones reales, ha sido una prisión, palacio, observatorio, casa de fieras, el lugar de ejecución para la pena de muerte y un museo. Ha habido literalmente centenares de ejecuciones en la “Tower Hill”, de los reclamantes al trono, activistas políticos y delincuentes de poca monta.

Uno de los primeros testimonios escritos, testimoniando la visión de uno de los numerosos fantasmas aparecidos en la Torre de Londres, está fechado en 1241. La aparición es la del fantasma del canciller Thomas Becket, que murió allí. Fue asesinado por orden del rey Enrique II en 1170. 

Si hay algún lugar que cuente con tener más almas torturadas, ese lugar sería la Torre Blanca. El custodio de las Joyas de la Corona  en el siglo 19, hizo una de las descripciones más interesantes y más completa de una aparición dentro de la torre.

Él y su familia estaban sentados en una cena con velas en su habitación de la Torre Martín, en 1817, cuando su esposa vio algo en el otro lado de la habitación. Ella dio un gritó de alarma y Swifte dio la vuelta para ver un objeto cilíndrico parecido a un tubo de cristal, lleno de burbujas de líquido azul.

La extraña aparición comenzó a circular y se colocó detrás de su esposa, que seguía sentada en la mesa. Swifte le lanzó una silla, que pasó directamente a través del objeto. El cilindro entonces retrocedió hacia atrás y desapareció.

La Torre Sangrienta fue también el escenario de la desaparición de los dos príncipes, Eduardo V de 12 años de edad y Richard, duque de York de 10, que se cree fueron asesinados en 1483 por orden del duque de Gloucestershire, que fue para ser coronado como Ricardo III.

Según cuenta la historia, los guardias a finales del siglo 15, que estaban de paso en la escalera de la Torre Sangrienta, vieron las sombras de dos pequeñas figuras deslizándose por las escaleras. Estas figuras fueron identificadas como los fantasmas de los dos príncipes.

En 1674 los trabajadores que trabajaban dentro de la Torre, encontrarían un cofre que contenía los esqueletos de dos niños pequeños, a los que se les dio un entierro real no mucho tiempo después.