Religiosa de la Sociedad del Sagrado Corazón; segundo. en Versalles , 17 de septiembre de 1788; re. en París , el 19 de noviembre de 1846. Su padre, el conde de Gramont d'Aster, estaba adscrito a la corte de Luis XVI; se había casado con una hija del conde de Boisgelin, dama de honor de la reina María Antonieta . La familia fue llevada al exilio por la caída de la monarquía y, después de viajar a Alemania e Italia , se estableció en Richmond, en Inglaterra . Después de la muerte del conde de Gramont d'Aster, su viudaestuvo un tiempo en circunstancias difíciles, y se mantuvo ella y su hijo enseñando. Pronto regresó a Francia , donde Eugénie aprendió, en Amiens , a conocer la nueva Sociedad del Sagrado Corazón, de la que se hizo miembro en 1806. Su madre también se unió a ella unos años después, y realizó su noviciado bajo la guía de su propia hija. En 1815, a pesar de su juventud y el inconveniente de una ligera deformidad física, la Madre de Gramont fue puesta a cargo de la primera escuela del Sagrado Corazón, abierta en París , Rue des Postes, luego transferida a la Rue de Varenne. La escuela floreció bajo su cuidado y, después de una breve interrupción de su trabajo por la revolución de 1830, fue enviada de regreso para gobernar la casa como superiora y continuó haciéndolo hasta su muerte en 1846. La notable inteligencia e influencia de Mother de Gramont de gran valor en la importante tarea que se le confió, y estableció la escuela en la Rue de Varenne tan firmemente en su posición que la única ansiedad de la fundadora de la sociedad sobre ella fue el éxito, casi demasiado brillante para su amor por el ocultamiento y simplicidad, que asistió al trabajo. Conocía el lado débil del carácter de la madre de Gramont, así como sus grandes dones, y no estaba engañada en cuanto a los peligros de una mente que era demasiado receptiva a las influencias fuertes y muy difícil de desilusionar. En un tiempo de prueba, durante el primer año de su vida religiosa en Amiens , cuando la existencia de la Sociedad del Sagrado Corazón estaba en gran peligro, la Madre de Gramont fue una de las personas engañadas por la acción de M. de St. . Esteve; y de nuevo, en otro momento crítico en 1839, tomó una línea de conducta en oposición a la fundadora que luego reconoció y deploró hasta el final de su vida; su dolor por su error , se dice, apresuró su muerte.Murió en la más perfecta unión de afecto con la fundadora, la beata Madeleine Sophie Barat , pidiendo perdón a ella y a toda la sociedad por los errores de juicio a los que había sido conducida: su dedicación personal a la madre general nunca había flaqueado.
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