Introducción
La Iglesia sigue actualmente comprometida proclamando de "ciudad en ciudad" el gozoso mensaje cuyo objeto es el conocimiento de Dios y de su Cristo, el cumplimiento en el Dios de las profecías y de la Alianza., la vida nueva en la gracia y en la comunión con Dios mediante Cristo. Discurso de Pablo VI, enero 1964.
Este anuncio debe ser "conducido pacientemente en el curso de la Historia para realizarse plenamente el día de la venida final del mismo Cristo".Evangelii Nuntiandi, 9.
El Mensaje salvador que Jesús vivió en unión con el Padre y con la fuerza del Espíritu Santo, está destinado a todos los hombres y para todos los tiempos, sean de la condición que fueran y cumplieran el papel social que les tocara en su ámbito.
Surge así una Pastoral específica: La Pastoral de Ferias de Atracciones y Circos, que abarca un sector muy concreto y diferenciado dentro del ámbito general eclesial, con sus acciones pastorales más concretas para servicio y pastoreo de un determinado grupo social que se diferencia también en su papel y forma de vida distinta de la generalidad.
Por su constante movilidad requiere también un tratamiento pastoral propio allí en donde se hacen presentes y en casos puntuales. Forma parte también del tratamiento pastoral que tienen distintos grupos humanos en situaciones especiales. "Hoy nos encontramos ante una situación religiosa bastante diversificada y cambiante; los pueblos están en movimiento; realidades sociales y religiosas, que tiempo atrás eran claras y definidas, hoy día se transforman en situaciones complejas". Redemptoris Missio, 32.
Es una pastoral que se mueve en un ámbito festivo y en unas épocas determinadas. En las zonas por donde se mueven estas acciones sectoriales están integradas en el plan pastoral diocesano, dentro de la tarea conjunta de la Iglesia. Dentro de esta acción conjunta, es necesario la existencia de una pastoral que revele la dimensión cristiana de la fiesta como anticipación del Reino de Dios a los hombres, en especial para aquellos que se sienten más lejos de la Iglesia; por eso es necesario formar equipos que den testimonio de la misericordia de Dios allí en donde haya grupos de familias de ferias y circos.
1. Qué es una pastoral específica
La Pastoral de Ferias de Atracciones y Circos está integrada dentro de la Pastoral de Migraciones por su movilidad, aunque en este caso sea interior este medio de moverse. Abarca a un grupo humano muy delimitado y con una función también muy concreta: llevar la fiesta por los distintos pueblos de nuestra geografía.
Esta situación de desplazamientos temporales necesita que en las zonas de asentamientos, la Iglesia local, acoja y atienda a estos grupos durante el breve tiempo en que forman parte de la comunidad cristiana de ese lugar, teniendo en cuenta sus dificultades, su forma de vida y sus necesidades, distintas a las de las personas de la sociedad estable.
La Iglesia, es la madre que acoge en su seno a aquellos que por diversas circunstancias se ven obligados a celebrar su fe fuera de las celebraciones ordinarias, sabe ver estas realidades, da respuestas con acciones especiales y favorece sus momentos de encuentro en donde puedan tener lugar aquellas celebraciones religiosas que demanden dentro de su contexto cultural y social.
"Ellos tiene que llegar a olvidarse de sí mismos para favorecer la expresión, la comunicación y la unidad entre los que vienen a pasar un buen rato con ellos. Su papel es, por su naturaleza, oblativo, es decir; vuelta a los otros, con el fin de favorecer su crecida y su libertad. Hay un acto de amor en esto, que requiere reconocer al prójimo como persona y no solamente como cliente" (DEFOIS, G., De la fiesta profana a la fiestacristiana, 1985, V Encuentro Internacional de Circos y Ferias).
Así que, divertir es a veces convertir, porque esto permite pensar en otra cosa y ver diferentemente la vida corriente.
Por lo tanto podemos decir que la Pastoral de Ferias y Circos es específica por estos aspectos:
Tiene en cuenta a un colectivo social concreto, en cierta forma, marginado y distinto de la generalidad social.
Ha de presentar un anuncio del evangelio desde su realidad y un anuncio liberador en un medio materialista y disgregado de la sociedad estable.
Debe ser una pastoral integradora, una pastoral que una y atraiga hacia una expresión de fe más viva y que celebre la vida de estas personas.
Por lo tanto debe formar parte de la pastoral diocesana, teniendo en cuenta que de por si es una pastoral específica como otras.
2. Agentes
El mensaje de Jesús es para todos y como miembros del Cuerpo de Cristo nos corresponde ser testimonio de la salvación realizada por Cristo. Pero es especialmente la Iglesia Diocesana (Pastoral Parroquial), quien tiene la responsabilidad pastoral de estos grupos determinados: "La comunidad parroquial, debe considerarlos como miembros de pleno derecho y crear para ellos servicios especiales o adaptar los ya existentes", teniendo en cuenta su dificultad de adaptarse a los programas para la sociedad estable.
"Debe acogerles positivamente y servirles desde el primer momento, facilitando su proceso de integración". Pastoral de las Migraciones en España, 1994.
Ante la dificultad de atención debida a estos grupos itinerantes, la responsabilidad pastoral específica se delega en el Departamento de Pastoral de Ferias y Circos, de la Comisión de Migraciones, que a su vez ha creado unos equipos de agentes de Pastoral en las Diócesis para que desde sus respectivas Iglesias locales sean atendidos en aquellas necesidades pastorales que soliciten.
"El Espíritu nos habla también a través de aquellos signos que se refieren a algunas porciones de nuestra comunidad humana, y el mundo de las Ferias y Circos es una parte calificada de la sociedad contemporánea".
"Por eso huir de las obligaciones y de la actualización requeridas a las Iglesias para dirigirse a este mundo especial y nuevo, significaría comprometer el futuro de la fe en estas interesantes comunidades y personas que pertenecen a ella, significaría privarles del don espiritual de la fe y de la llamada a la salvación que ha querido Cristo" (Una nueva evangelización en el mundo de la feria y circo, SEPE, C., 1993, VI Encuentro Internacional de Circos y Ferias).
De esta forma, las Iglesias locales desde su atención específica en los momentos puntuales pedidos por los grupos de familias que forman parte temporalmente de las comunidades parroquiales, hacen el seguimiento y la atención necesaria a través de los distintos equipos que son testigos eclesiales en medio de estas personas itinerantes.
La particular movilidad de los circos y ferias escapa de por si al cuidado espiritual de la actividad ordinaria de los párrocos. Es responsabilidad del Obispo y la Iglesia Diocesana, a través de la estructura formada en cada diócesis por medio de la acción parroquial y apoyada desde: "La Conferencia Episcopal Española, que realiza estas tareas de modo especial desde la Comisión Episcopal de Migraciones y sus diversos servicios: Apostolado de Ferias de Atracciones y Circos" (CEE, Pastoral de las migraciones en España, 1994); está integrado este apostolado por Sacerdotes, Religiosos/as y laicos.
3. Destinatarios
La Pastoral de Ferias y Circos, tiene como destinatarios a los grupos familiares que forman las ferias de atracciones y los circos; caracterizados por el tipo de trabajo y la forma de vida en constante movimiento; es una estructura familiar en la que su dedicación laboral se transmite de padres a hijos como patrimonio importante. Dedicados a la animación de nuestras fiestas patronales, presentan una variedad de atracciones y habilidades circenses como medio de ocupación y recurso económico.
Este tipo de trabajo les empuja a una movilidad constante de ciudad en ciudad a lo largo de nuestra geografía; esta vida nómada les presenta una serie de dificultades en muchos aspectos: educación de sus hijos, atención a sus mayores, sanitarios, laborales, etc.
Son valores destacados de estos grupos:
La familia, humanamente es el lugar y el ámbito social más importante, estos grupos la perciben como valor insustituible y la vive como el centro de la propia identidad y del propio equilibrio humano.
La amistad y compañerismo ante situaciones de desgracia y dificultades sociales, se vive y se demuestra más ante las diferencias de trato que reciben de la sociedad estable que les considera, en cierto modo, marginados.
La apertura a otros grupos humanos que acuden a refugiarse en este medio, propicio por su estructura abierta y su vida itinerante.
El mundo de la feria y circos ha conocido un progreso en la riqueza. Las actividades lúdicas son consideradas como profesionales del trabajo, con estructuras jurídicas relacionadas al trato, las retribuciones, la asistencia y para los niños la escuela.
Junto a estas conquistas positivas, pulula una especie de maleza de situaciones penosas, sobre todo la gente más humilde que sufre la marginación y la desadaptación frente a la sociedad.
"Aunque no tengamos las barreras del mundo de los nómadas, nos encontramos igualmente frente a una movilidad y a una cultura que presenta serias dificultades por superar.
El feriante y circense, generalmente parece no encontrar tiempo para encuentros religiosos o sociales; los horarios de trabajo son fuera de lo normal, el trabajo más activo se realiza durante la noche; el día está dedicado al descanso o al trabajo cuando se trata de continuos traslados". SEPE, C., 1993.
4. Mediaciones pastorales
Las estructuras eclesiales, los sacerdotes o capellanes y los agentes de pastoral, que más directamente tienen la misión de llevar el mensaje evangélico a estos grupos humanos, han de esforzarse en el desarrollo de las siguientes mediaciones:
El servicio: Jesús les enseña a sus discípulos a mirar hasta el corazón, Mt 12,11 amando incluso cuando no encuentra respuesta, Mc 10,17 y siempre con entrañas de misericordia, Lc 10,37. Este saber mirar se manifiesta en crear y potenciar las actitudes de acogida a estos núcleos de familias, teniendo en cuenta la peculiaridad a que les lleva su trabajo.
Apoyar la integración, especialmente a los extranjeros que se incorporan en estos medios en busca de trabajo, esta integración abarca a nivel social y eclesial, de tal forma que se consiga respetar su dignidad y su derecho a un trabajo y a una acogida por parte de la sociedad estabilizada. "El ser humano, por su dignidad de persona, es un valor en y por sí mismo, y debe ser tratado como tal". CEE, Pastoral de migraciones, 34.
La actitud de cercanía y de apoyo a todos los niveles, especialmente en el aspecto eclesial, debe manifestarse en los sacerdotes y agentes de pastoral que más directamente se relacionan con ellos como integrantes de la pastoral específica y es tarea también de las comunidades parroquiales próximas a los recintos en donde se instalan temporalmente estos colectivos; así como durante los periodos de permanencia, aunque breve, en sus lugares de origen dentro de la comunidad parroquial.
"El contacto con la parroquia por motivos de carácter pastoral permanece esporádico y difícilmente inserto en la formación cristiana y de una evangelización sistemática. De aquí la sensibilización de estas parroquias para acoger a estas familias, teniendo en cuenta las circunstancias y la necesidad de atención especial". SEPE, C., 1993.
La Iglesia es comunión y tarea de todos. Esta pastoral específica necesita potenciar las estructuras que faciliten a feriantes y circenses expresar y celebrar su fe en su recorrido itinerante. "No hay duda que a los párrocos corresponde el cuidado espiritual de los itinerantes que se encuentran en su parroquia y cuidar a nivel eclesial, el ritmo de sus momentos religiosos principales, ofreciendo un ministerio de evangelización de manera humana y acogedora". SEPE, C., 1993.
Como cristianos nuestra misión dentro de la Iglesia es ser testimonio del Amor de Dios, promoviendo, sensibilizando e implicando a las Iglesias locales para que desde sus comunidades salgan equipos de agentes de pastoral que hagan un itinerario de evangelización y atención espiritual a estos colectivos. También encontrar en las iglesias particulares los capellanes necesarios que conozcan bien el ambiente y sepan vivir dentro de él. Así como formar militantes cristianos entre las personas más sensibles y cercanas a las vivencias religiosas de entre los mismos grupos feriantes y circenses.
En el aspecto celebrativo (liturgia), nos movemos en un medio en el que la fiesta es el centro, es necesario resaltar que cada fiesta recuerda un misterio, un santo, una memoria. "Estas familias tienen ritmos religiosos naturales: Se trata de las celebraciones del matrimonio, del crecimiento de los jóvenes hacia las etapas de los sacramentos que se les administra, bautismo, comunión y confirmación; también de la presencia de la muerte y de la celebración de la Eucaristía a lo largo de su recorrido". SEPE, C., 1993. Se han de cuidar aquellos rasgos y elementos propios de su cultura y forma de vida que enriquezcan las celebraciones y sean miembros activos de la comunidad itinerante.
5. Luces y sombras en la actualidad y perspectivas
La Pastoral de Ferias y Circos es un campo en donde caben acciones demasiado puntuales, pues la presencia en las comunidades cristianas parroquiales de estas estructuras de diversión se hace generalmente durante las fiestas; de aquí la dificultad de contar con unas estructuras amplias y sólidas que hagan un seguimiento continuado por toda la geografía a esos núcleos ambulantes y acompañen en sus desplazamientos a estas familias para atender sus demandas, especialmente a nivel religioso y participen de la riqueza de la vida itinerante como camino espiritual y como pueblo de Dios, hecho realidad en el pueblo de Israel. No obstante se cuenta con equipos pastorales: capellanes y grupos cristianos que de forma más concreta atienden y acogen a estos colectivos durante su estancia en las distintas Diócesis. Pero no son suficientes para atender una población que se mueve prácticamente a la vez por nuestra geografía.
- Es una pastoral especialmente de pr esencia, en estas facetas, acompañamiento, atención y convivencia con feriantes y circenses por los distintos lugares, participando de una vida dura, a la intemperie, en un medio poco propicio a una organización sistemática y que de por si es más disperso que otros ámbitos de trabajo.
A pesar de las dificultades que entraña el medio tan ambulante se cuenta con una estructura formada por Director/a Nacional y Delegaciones Diocesanas; hay veinte representaciones diocesanas, con perspectivas de ampliación en las zonas en donde no hay una atención particular a estos colectivos.
- Atención religiosa: Se cuidan, en especial, aquellos actos sacramentales que demandan, son básicamente estas celebraciones la conexión y la relación que normalmente tienen con la vida eclesial; se cuida y se oferta desde esta pastoral una preparación para recibir los sacramentos de iniciación cristiana, (bautismo, penitencia, comunión) que son solicitados por la mayoría de estas familias, así como el sacramento del matrimonio, casi todas las parejas celebran su unión por la Iglesia.
Hay otros espacios religiosos ordinarios, la celebración de la Eucaristía en su mismo entorno, expresión y vivencia de su fe y de su trabajo ambulante. Está también la misa de difuntos que es un acto muy arraigado en su cultura.
- Catequesis: Como es natural por su forma de vida, estos niños no siguen un proceso de formación en la fe en sus parroquias de origen, así que desde el departamento, damos respuesta a la necesidad de una preparación básica con los materiales catequéticos elaborados para estos casos, con los cuales se sigue un proceso mínimo de formación y preparación sacramental.
- Educación: La situación educativa en estos ambientes presenta serias dificultades, sometida a la asistencia temporal en los centros educativos, desfase intelectual y alto porcentaje de fracaso escolar.
Es necesario presentar programas de apoyo escolar que subsanen estas deficiencias y potencien la cultura como el mejor vehículo de mejorar su misma forma de vida. Desde aquí se presentan espacios culturales, espacios de actividades lúdicas y recreativas y espacios de convivencia.
Es un papel importante de las Iglesias locales que a través de equipos de jóvenes voluntarios cristianos van trabajando éstos aspectos durante los días que permanecen en la ciudad a la que acuden.
- Reconocimiento de estos grupos y aportación: Como colectivos que animan nuestras fiestas patronales, cumplen un papel social y cultural dentro de la panorámica festiva general, aportación que no tiene el suficiente reconocimiento social y valoración cultural; privados , a veces, de los medios necesarios en las zonas de asentamiento, especialmente las familias más modestas que recorren poblaciones pequeñas en donde no hay ni una mínima infraestructura para colocar sus enseres en zonas apropiadas. Hay Circos familiares que encuentran muchas dificultades para desempeñar su trabajo por la cantidad de trabas que encuentran y lo poco que valoran su trabajo y sus esfuerzos.
La acción y cercanía de la Iglesia se convierte en punto de referencia y medio para crear conciencia social a través de campañas de sensibilización que invitan a acoger como se merecen a los grupos itinerantes. Hay una opción clara de apuesta, desde esta pastoral, en acompañar y atender a las Ferias y los Circos en su constante devenir.
Al ser un mundo abierto por su forma de emplearse laboralmente y no tener una estructura tan convencional como la sociedad estable, alberga grupos humanos variopintos y de clases sociales con pocos recursos que acuden en demanda de una oferta de trabajo, se mueven grupos de inmigrantes de Europa del este y de Marruecos, a veces viviendo en situaciones preocupantes.
Se mueven también alrededor y al amparo de la estructura ferial gran número de familias que se dedican a la venta ambulante, aunque es verdad que no forman parte de este colectivo si hacen el recorrido por algunas regiones concretas y necesitan una atención también.
El trabajo eclesial ha tenido y tiene un carácter evangelizador a través de la explicación de la palabra de Dios, a través de las celebraciones, a través del testimonio y a través de la cercanía y trato personal con los grupos de la movilidad.
Además está el carácter de promoción social, asistencial y defensa de sus derechos y de su integración en la sociedad. Aunque hemos dado algunos pasos, estos no son suficientes para atender una población amplia y que se dispersa mucho. Se nos plantean retos de cara al futuro: acercamiento a lo religioso, participación en las acciones parroquiales, formación de laicos feriantes y circenses que sean portadores de la Buena Nueva y trabajar para que esa religiosidad popular muy propia de estos grupos sea una expresión de Fe más vivencial.
BIBL. – PABLO VI, Exhortación Apostólica Evangelii Nuntiandi, 1969, n 9; Discurso de Pablo VI, 6 de enero 1964; JUAN PABLO II, Redemptoris Missio, n. 32; CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA, Pastoral de las Migraciones en España, Ed. EDICE 1994, p. 34, 39, 43; DEFOIS, G., De la fiesta profana a la fiesta cristióna. Intervención de Mons. Defois en el V Encuentro Internacional de pastoral de ferias y circos. Vaticano, 26-28 de noviembre, 1985; SEPE, C., Una nueva evangelización en el mundo del circo y de la feria. Intervención de Mons. Sepe en elVI Encuentro Internacional de pastoral de ferias y circos. Roma,14-16 de diciembre 1993; DEPARTAMENTO DE FERIAS Y CIRCOS, Informe pastoral, 1995.
Eugenia Alegre
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