Cardenal y teólogo; nació en Aldein, en el Tirol, el 15 de abril de 1816; murió en Roma el 11 de diciembre de 1886. A pesar de su pobreza, sus padres lo enviaron a temprana edad al vecino colegiofranciscano en Bozano. En 1834 entró a la Compañía de Jesús en Graz y después de algunos años en estudios superiores y enseñando en la Polonia austríaca, comenzó en 1845 su curso de teología en el Colegio Romano de la Compañía, donde laboró como ayudante de profesor de hebreo, en lo cual fue especialmente proficiente. Expulsado de Roma debido a la revolución de 1848, fue sucesivamente aInglaterra, Bélgica y Francia, donde fue ordenado en 1849.
En 1850 regresó al Colegio Romano como ayudante de profesor de dogma, y conferenciante sobre arábigo, siríaco y caldeo. En 1853 se convirtió en prefecto de estudios en el Colegio Alemán, y en 1857 profesor de teología dogmática en el Colegio Romano, donde permaneció por diecinueve años, donde, por sus conferencias y publicaciones, se ganó un lugar prominente entre los teólogos de esa época. Durante este período actuó como consultor para varias Congregaciones Romanas, y ayudó en los preliminares del Concilio Vaticano I, en el que luego sirvió como teólogo papal. A pesar de sus sinceras y vigorosas protestas, en 1876 fue elevado al cardenalato por Pío IX. Esta dignidad no cambió casi su escrupulosamente simple y laboriosa vida. Continuó usando sus ropas sencillas; ocupó sólo dos sencillas habitaciones en el noviciado jesuita de Santa Andrea; se levantaba todos los días a las cuatro de la mañana y estaba hasta las siete en ejercicios devocionales, y siempre participaba en la Misadespués de haber celebrado la propia; ayunaba cada sábado, y hacia el final de sus días, también los viernes, además de hacer otras formas de penitencia corporal.
Aunque de salud delicada, Franzelin siempre fue un trabajador constante y laborioso y nunca se permitió ninguna diversión durante sus largos años de pobre salud, severos trabajos y dolorosos escrúpulos, excepto un breve receso después del almuerzo y la cena. Como cardenal, su única desviación de la estricta adherencia a la regla jesuita fue omitir este receso diario. Además, aunque estaba ocupado constantemente como prefecto de la Congregación de Indulgencias y Reliquias, y como consultor de varias otras congregaciones, rechazó firmemente la ayuda de un secretario. Todos sus ingresos como cardenal los distribuía entre los pobres, en las misiones extranjeras y en conversos cuyas propiedadeshabían sido confiscadas por el gobierno italiano. Como teólogo Franzelin ocupó un alto rango. Desde el principio sus palabras fueron reconocidas como una mina de rico material para el predicador; y durante años se acostumbró a recibir numerosas cartas de sacerdotes de todas partes del mundo, que espontáneamente reconocían la gran ayuda para la predicación que derivaban de sus libros.
De sus obras, que han pasado por muchas ediciones, el tratado "De Divina Traditione et Scriptura" (Roma, 1870) es considerado un clásico. Los otros son "De SS. Eucharistiæ Sacramento et Sacrificio" (1868); "De Sacramentis in Genere" (1868); "De Deo Trino" (1869); "De Deo Uno" (1870); "De Verbo Incarnato" (1870); algunos tratados pequeños y su obra póstuma "De Ecclesia Christi".
Bibliografía: Bonavenia, Raccolta di Memorie intorno alla vita dell' Em. Cardinale Giovanni Battista Franzelin (Roma, 1887); Walsh, John Baptist Franzelin, A Sketch and a Study (Dublín 1895); Commentarius de Vita Eminentissimi Auctoris in Franzelin's posthumous work, de Ecclesia Christi (Roma, 1887); Hurter, Nomenclator.
Fuente: Murphy, John F.X. "Johann Baptist Franzelin." The Catholic Encyclopedia. Vol. 6. New York: Robert Appleton Company, 1909. <http://www.newadvent.org/cathen/06242a.htm>.
Traducido por Luz María Hernández Medina.
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