Existen básicamente siete actitudes teológicas que una tradición religiosa puede adoptar con respecto a otras tradiciones. Van desde el exclusivismo, por uno de los extremos del espectro, al relativismo, por el otro. Aunque se han elaborado con más detalle en el cristianismo, que se ha tomado la teología como una disciplina con más seriedad que otras confesiones, están intrínsecamente presentes en todas las religiones.
El exclusivismo afirma que la postura propia es la única correcta y que la posición de los demás está totalmente equivocada. Puede hacer hincapié en el papel de las creencias como la piedra angular de la verdad exclusiva, o el papel de una comunidad privilegiada como la única guardiana de la verdad, como en la frase "fuera de la Iglesia no hay salvación".
La teología de la discontinuidad afirma (como en el pensamiento de Karl Barth dentro del cristianismo) que existe una discontinuidad entre "revelación", que es la autorrevelación de Dios a los humanos, y "religión" , que es la búsqueda humana de Dios.
La teología de la secularización y la teología de la espiritualización sostienen, respectivamente, que lo que se necesita es mayor secularización o más espiritualización, y que las religiones que las proporcionan gozan de ventaja.
La teología del cumplimiento es una postura favorita en muchas religiones: la noción de que todas las religiones poseen verdad, bondad y espiritualidad, pero que la propia las posee en una medida más plena. Se sigue, por tanto, que la verdad parcial, presente en todas las religiones, se cumplirá finalmente en la plenitud de la verdad.
Esta posición ha sido posteriormente refinada en la reciente teología de pensadores católicos como Raimundo Panikkar y Karl Rahner, y pensadores de otras tendencias, en la teología de la universalización, por la que la posición propia se universaliza para incluir a todas las demás.
La teología del diálogo se centra en la comprensión entre las religiones, pero ha desarrollado una postura teológica propia. El relativismo sostiene que las religiones son relativas con respecto a la cultura, la verdad (Cristo es la verdad para una persona, Krishna para otra, Buda para otra, etc.) y la finalidad (son senderos independientes pero iguales orientados hacia una misma meta última).
Las actitudes teológicas, incluso las pacíficas, asumen una posición dentro de una religión desde la que se ve el punto de vista de las otras tradiciones. Nuevos rumbos dentro de la teología de la religión están intentando conceptualizar una teología mundial que sea universal en vez de particular.
El exclusivismo afirma que la postura propia es la única correcta y que la posición de los demás está totalmente equivocada. Puede hacer hincapié en el papel de las creencias como la piedra angular de la verdad exclusiva, o el papel de una comunidad privilegiada como la única guardiana de la verdad, como en la frase "fuera de la Iglesia no hay salvación".
La teología de la discontinuidad afirma (como en el pensamiento de Karl Barth dentro del cristianismo) que existe una discontinuidad entre "revelación", que es la autorrevelación de Dios a los humanos, y "religión" , que es la búsqueda humana de Dios.
La teología de la secularización y la teología de la espiritualización sostienen, respectivamente, que lo que se necesita es mayor secularización o más espiritualización, y que las religiones que las proporcionan gozan de ventaja.
La teología del cumplimiento es una postura favorita en muchas religiones: la noción de que todas las religiones poseen verdad, bondad y espiritualidad, pero que la propia las posee en una medida más plena. Se sigue, por tanto, que la verdad parcial, presente en todas las religiones, se cumplirá finalmente en la plenitud de la verdad.
Esta posición ha sido posteriormente refinada en la reciente teología de pensadores católicos como Raimundo Panikkar y Karl Rahner, y pensadores de otras tendencias, en la teología de la universalización, por la que la posición propia se universaliza para incluir a todas las demás.
La teología del diálogo se centra en la comprensión entre las religiones, pero ha desarrollado una postura teológica propia. El relativismo sostiene que las religiones son relativas con respecto a la cultura, la verdad (Cristo es la verdad para una persona, Krishna para otra, Buda para otra, etc.) y la finalidad (son senderos independientes pero iguales orientados hacia una misma meta última).
Las actitudes teológicas, incluso las pacíficas, asumen una posición dentro de una religión desde la que se ve el punto de vista de las otras tradiciones. Nuevos rumbos dentro de la teología de la religión están intentando conceptualizar una teología mundial que sea universal en vez de particular.
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