Leonardo
Boff entró en la Orden Franciscana en Brasil, donde había nacido en 1938.
Estudió con Rahner en Alemania, en donde publicó en alemán su tesis doctoral
sobre la Iglesia como sacramento, donde muestra la conexión entre el concepto
de la Iglesia «signo en medio de las naciones» en el Vaticano l
("Eclesiología fundamental, "Iglesia: ¿por qué? y
"Credibilidad de la Iglesia) con el concepto de la Iglesia «sacramento
universal de la salvación» del Vaticano II (Die Kirche als Sakrament im
Horizont der Welterfahrung, Padebom 1972), y fue después profesor de
teología en Petrópolis. Su libro Iglesia. Carisma y poder. Ensayos de
eclesiología militante, fue visto negativamente por la Congregación Para
la Doctrina de la Fe en 1985. Se le mandó dejar de enseñar y escribir durante
un año (abril 1985-marzo 1986), lo que aceptó diciendo: «Prefiero caminar con
la Iglesia que marchar solo con mi propia teología», y haciendo notar que su
obra no había sido considerada herética,
sino que había sido calificada de « peligrosa». Después de este período de
silencio volvió de nuevo a escribir, pero al final abandonó la Orden
Franciscana en 1992.
Toda
la teología de Boff revela que su autor está muy al tanto de lo que se escribe
en Europa y en América Latina. Su eclesiología está profundamente influida
por los temas de las ->teologías de la liberación. Ve a la Iglesia
especialmente como la Iglesia de los pobres: una Iglesia que marcha con los
pobres y que aprende de ellos. En sus primeros escritos tiende a subrayar los
elementos carismáticos de la Iglesia frente a los institucionales.
Su
notable volumen dedicado principalmente a la Virgen María, en el que se hace
también un profundo estudio del feminismo, ha sido recibido con bastante
hostilidad por los principales mariólogos. Al parecer, no mantiene la necesaria
distancia entre el Espíritu Santo y la criatura, y usa expresiones como
«unión hipostática» en un sentido demasiado vago. Su introducción a la
teología de la liberación, escrita con su hermano Clodovis, es una buena
orientación sobre las posiciones vigentes. La teología de L. Boff, más
intuitiva que rigurosamente argumentativa, como la de muchos teólogos de la
liberación, constituye un desafío para toda la Iglesia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Procura comentar con libertad y con respeto. Este blog es gratuito, no hacemos publicidad y está puesto totalmente a vuestra disposición. Pero pedimos todo el respeto del mundo a todo el mundo. Gracias.