La carta apostólica (en latín: Epistola apostolica) es un tipo de documento oficial elaborado por el Pontífice de la Iglesia Católica y dirigida a un destinatario concreto, a diferencia de la constitución apostólica, la exhortación apostólica o la encíclica que se dirigen a toda la Iglesia. Sin embargo, es más importante que breve apostólico, que es menos solemne y se usa para asuntos menores, y que la bula.
En virtud de la primacía papal
los papas comenzaron a emitir las leyes que regirían la Iglesia. Estas,
las escribían en cartas por voluntad propia o en aplicación de sínodos y
reuniones. Tienen su origen en las Epístolas de San Pedro y su continuación en las cartas del papa Clemente I. De los primeros siglos se conservan pocas cartas, entre ellas se encuentran, Adversus Aleatores de Víctor I, algunos fragmentos de una carta de Esteban I, tres cartas de Cornelio, y una de Dionisio. Cuando la Iglesia fue reconocida por Roma, el número de cartas y documentos aumento. En el siglo VI, las cartas papales, comenzaron a incluirse en las leyes canónicas.Historia
En la actualidad los papas escriben cartas apostólicas con menor frecuencia que en épocas anteriores, puesto que con la reorganización de la curia realizada por Pio X y recogida en la constitución apostólica Consilio Sapienti de 29 de junio de 1908, las congregaciones y alguno cardenales tienen competencias en la administración y jurisdicción de la Iglesia.
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