lunes, 14 de diciembre de 2015

Relato de los dos hermanos.


“La historia de los dos hermanos” es un antiguo relato egipcio escrito a finales de la dinastía XII ( siglo XIII a.C.) que ha llegado en muy buen estado hasta nuestros días en el llamado Papiro D´Orbiney, conservado en el Museo Británico de Londres. Fue escrito por el escriba Ennana -aunque son citados también los escribas Hori y Meremope- y relata la historia de dos hermanos, Anubis el mayor y Bata el más pequeño. Aparte ser un cuento maravilloso -mágico-fantástico-, con referencias mitológicas y seguramente políticas, su importancia  se debe a la descripción de caracteres y tipos humanos, y curiosamente muestra en su primera parte una notable similitud con la historia bíblica  que narra el intento de seducción de José por parte de la esposa de Putifar (Génesis, 39).
Miguel Díez R.


RELATO DE LOS DOS HERMANOS

Cuento del antiguo Egipto 

Anubis tenía un hermano pequeño, llamado Bata, al que quería como a un hijo y que vivía con él y su esposa. Bata era muy trabajador, colaboraba en las tareas de la casa y de las tierras y además cuidaba de los animales.
Un día en el que estaban los dos trabajando la tierra, Anubis pidió a su hermano que fuese a casa por más semillas para la siembra, él, obediente como siempre, se dispuso a realizar el encargo pero al llegar a la casa, la esposa de Anubis se le insinuó con proposiciones deshonestas. Bata se enfadó y le recordó a su cuñada que además de ser como una madre para él, era la esposa de su hermano y que para que éste no sufriera si se enteraba del asunto, olvidaría lo sucedido y nunca más se volvería a hablar  de ello.
Al llegar la noche y dar por terminadas las labores del campo, regresaron a casa y allí Anubis se encontró a su mujer en la cama simulando haber sido agredida, y, al preguntarle su esposo qué era lo que le había pasado, ella le dijo que Bata la había atacado y golpeado porque no había accedido a sus pecaminosos deseos.
cuento egipcio, relato de los dos hermanos
Fuente de la imagen
Anubis, sin pensarlo dos veces, cogió un cuchillo y se dirigió al establo con la intención de matar a su hermano que, al verlo llegar y temiendo lo que podría haber sucedido, huyó. Su hermano corría tras él y entonces Bata rogó a Ra (dios del cielo, del sol y del origen de la vida en la mitología egipcia, así como responsable del ciclo de la muerte y la resurrección. Se le representaba  con cabeza de halcón sobre la cual portaba el disco solar) que le escuchase y le ayudase porque era inocente. Ra, como sabía que era cierto, formó entre ambos hermanos un lago lleno de cocodrilos que impidió que Anubis alcanzara a su hermano. A la mañana siguiente, más calmados ambos, se sometieron al juicio de Ra y Bata contó a su hermano lo que en realidad había sucedido y le dijo que pensaba marcharse muy lejos, hasta el Valle de los Cedros, donde se arrancaría el corazón y lo dejaría sobre una flor de cedro. Le dijo también que cuando el árbol se cortara, él moriría y que si realmente lo quería tendría que ir a recoger su corazón y meterlo en un vaso de agua fresca para que pudiera resucitar y vengar el trato recibido. La señal de que esto habría sucedido sería la cerveza derramada de una jarra. Así pues, Bata se encaminó al Valle de los Cedros y Anubis a su casa en donde mató a su mujer.

En el valle de los cedros, Bata construyó un bonito palacio que fue visitado por la Enéada (grupo de las nueve divinidades unidas normalmente por lazos familiares y relacionados todos ellos con la creación) quienes, al verlo tan solo, decidieron crear a la mujer más bella del mundo para que fuera su esposa.
Pero lo que parecía representar la felicidad de Bata resultó ser su problema, pues al enterarse el faraón de la existencia de esa bellísima mujer, mandó que la trajeran para convertirla en la esposa preferida de su harén. Así sucedió, pero la favorita era muy malvada y le contó al faraón quién era su esposo anterior y cómo podía destruirlo, así que el faraón, que estaba encaprichado de ella, mandó que cortaran la planta de cedro que guardaba el corazón de Bata y, al hacerlo, éste murió al instante.
Anubis, que había continuado con su vida normal, al llegar cansado a casa ese día, pidió que le sirvieran una jarra de cerveza bien fría y al serle servida se desbordó derramándose sobre la mesa; esto hizo que recordara las palabras de su hermano y rápidamente se puso en marcha hacia El Valle de los Cedros en donde lo halló muerto.
Durante años buscó su corazón con la intención de poder resucitarlo y, al encontrarlo tras ímprobos esfuerzos, lo metió en un vaso de agua fresca y de esta manera consiguió resucitarlo.
Bata solicitó la ayuda de su hermano para vengar la traición de su esposa, se convirtió en un toro y Anubis lo condujo al palacio del faraón. Este, nada más verlo, se lo cambió a Anubis por una buena cantidad de oro con la que regresó a su casa siguiendo las instrucciones de Bata.
Una vez en el palacio, Bata, en forma de toro, le hizo saber a la favorita que no estaba muerto y ella enfurecida le pidió al faraón que matara al toro. El faraón que seguía muy encaprichado con ella, accedió y lo mandó matar, pero, al darle muerte, dos gotas de sangre cayeron a la puerta del palacio y al momento crecieron dos perseas (grandes arbustos).
Volvió Bata a comunicarse con la favorita para hacerle saber que seguía vivo y ésta de nuevo pidió al faraón que mandara cortar las preseas porque quería acabar con su vida definitivamente. Accedió de nuevo el faraón y, al cortarlas, una astilla se clavó en la favorita que quedó embarazada sin sospechar que el bebé sería la reencarnación de Bata.
Cuando nació el niño, el faraón estaba encantado y rápidamente lo nombró heredero del reino y a su muerte se convirtió en su sucesor. Bata contó a sus consejeros todo lo que había sufrido a causa de la maldad de la favorita y esta fue castigada con la muerte. Reinó durante muchos años y nombró  heredero a Anubis.

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