ruso: Лев Давидович Бронштейн, romanización: Lev Davidovič Bronštejn)1 2 (Yánovka, Ucrania, 26 de octubrejul./ 7 de noviembre de 1879greg.3 2 - Coyoacán, México, 21 de agosto de 1940), más conocido como Lev Trotski (en ruso: Лев Тро́цкий, romanización: Lev Trockij, pronunciación: /ˈlʲef ˈtrot͡skʲɪj/ (?·i)) o, en español, como León Trotski, fue un político y revolucionario ruso de origen judío.
Aunque inicialmente simpatizó con los mencheviques4 y tuvo disputas ideológicas y personales con el líder bolchevique, Vladímir Lenin,5 Trotski fue uno de los organizadores clave de la Revolución de Octubre, que permitió a los bolcheviques tomar el poder en noviembre de 1917 en Rusia.6 Durante la guerra civil subsiguiente, desempeñó el cargo de comisario de asuntos militares.
Negoció la retirada de Rusia de la Primera Guerra Mundial mediante la Paz de Brest-Litovsk. Tuvo a su cargo la creación del Ejército Rojo que consolidaría definitivamente los logros revolucionarios venciendo a catorce ejércitos extranjeros y a los ejércitos blancos contrarrevolucionarios durante la guerra civil rusa; fue condecorado con la Orden de la Bandera Roja.7
Posteriormente, se enfrentó política e ideológicamente a Iósif Stalin, liderando la oposición de izquierda, lo que le causó el exilio y posterior asesinato. Tras su exilio de la Unión Soviética, fue el líder de un movimiento internacional de izquierda revolucionaria identificado con el nombre de trotskismo y caracterizado por la idea de la «revolución permanente». En 1938 fundó la Cuarta Internacional.
Por estos motivos fue reconocido por André Breton como, "El hombre que puso su genio y todas sus fuerzas al servicio de la causa más grande." 8
Murió asesinado en México por Ramón Mercader, un agente español de la NKVD soviética.9
Aunque inicialmente simpatizó con los mencheviques4 y tuvo disputas ideológicas y personales con el líder bolchevique, Vladímir Lenin,5 Trotski fue uno de los organizadores clave de la Revolución de Octubre, que permitió a los bolcheviques tomar el poder en noviembre de 1917 en Rusia.6 Durante la guerra civil subsiguiente, desempeñó el cargo de comisario de asuntos militares.
Negoció la retirada de Rusia de la Primera Guerra Mundial mediante la Paz de Brest-Litovsk. Tuvo a su cargo la creación del Ejército Rojo que consolidaría definitivamente los logros revolucionarios venciendo a catorce ejércitos extranjeros y a los ejércitos blancos contrarrevolucionarios durante la guerra civil rusa; fue condecorado con la Orden de la Bandera Roja.7
Posteriormente, se enfrentó política e ideológicamente a Iósif Stalin, liderando la oposición de izquierda, lo que le causó el exilio y posterior asesinato. Tras su exilio de la Unión Soviética, fue el líder de un movimiento internacional de izquierda revolucionaria identificado con el nombre de trotskismo y caracterizado por la idea de la «revolución permanente». En 1938 fundó la Cuarta Internacional.
Por estos motivos fue reconocido por André Breton como, "El hombre que puso su genio y todas sus fuerzas al servicio de la causa más grande." 8
Murió asesinado en México por Ramón Mercader, un agente español de la NKVD soviética.9
Índice
- 1 Juventud rural
- 2 Adolescencia cosmopolita en Odesa
- 3 Populista y agitador
- 4 Exilio siberiano
- 5 Iskra y las disputas en el partido
- 6 Parvus, la revolución de 1905 y la revolución permanente
- 7 Nuevo exilio europeo
- 8 La guerra mundial
- 9 La revolución de 1917
- 10 El Ejército Rojo y la guerra civil
- 11 El último exilio
- 12 Asesinato
- 13 Filmografía sobre Trotsky
- 14 Obras principales
- 15 Véase también
- 16 Notas
- 17 Referencias
- 18 Bibliografía
- 19 Enlaces externos
Juventud rural
Adolescencia cosmopolita en Odesa
A los nueve años, en la primavera de 1888,20 se le envió a residir con un primo y su esposa,21 que vivían en Odesa, entonces la «Marsella rusa», ciudad cosmopolita21 y el primer contacto con la vida urbana de Trotski.22 23 Este comenzó a recibir una educación más formal y refinada.22 23 En la modesta casa —Trotski durmió durante cuatro años en el comedor—,20 en la que el joven Trotski pasó seis años, leía teatro y a los clásicos21 rusos y europeos y ayudaba a su primo a fundar una editorial, empresa que le familiarizó con las tareas de una imprenta y con el mundo24 literario.22 Se convirtió en un lector voraz y en un joven atildado, costumbres que mantuvo durante toda su vida.20 A pesar del ambiente intelectual y reformista de los Shpentzer en el que se criticaba el sistema zarista y se leían obras prohibidas,25 se trataba de que las ideas radicales no influyesen en Trotski y no se le permitía leer periódicos.21 Tras un año de preparación para el examen de ingreso, necesario tanto por su escasa edad como por las limitaciones antisemitas a la educación,21 asistió a una escuela luterana fundada principalmente para la colonia alemana de la ciudad pero que admitía a alumnado de distintos credos y culturas,26 25 donde se mostró como buen alumno,24 27 trabajador, ordenado, educado y bien vestido.28 También comenzó a mostrar orgullo, irascibilidad e intransigencia, como él mismo recordó más tarde, características que también marcaron su carácter de adulto.24 En su segundo año, sin embargo, una travesura escolar condujo a su expulsión24 temporal y a su vuelta a la granja familiar.28 27 Pronto regresó a los estudios,27 donde siguió mostrándose como buen alumno.28 Su padre trató de que aprendiese la Biblia y hebreo durante las vacaciones escolares, pero la persona contratada para ello resultó ser ateo, como lo era ya Trotski.28 Las clases de religión de la escuela luterana tampoco hicieron mella en Trotski, que no celebró la tradicional fiesta de paso a la edad adulta.29 A pesar de la importancia de la cultura hebrea en Odesa, Trotski se crio en un ambiente secular, atraído por el teatro, la ópera y la literatura.24Tras siete años —uno de preparación para el ingreso y seis de educación regular— en la Realschule de Odesa, en 1895 Trotski hubo de cambiar de escuela ya que la luterana no ofrecía más cursos.30 31 Para estar más cerca de sus padres, se trasladó a Nikoláyev,31 ciudad provinciana a orillas del mar Negro.30 Sopesaba cursar la carrera universitaria de matemáticas.31 Hasta entonces albergaba un cierto sentimiento vago de rebeldía, pero carecía de conciencia política,31 hecho que cambió en 1896, durante su último año de formación secundaria.30 Los hijos de la familia con la que se alojaba, mayores que él, trataron de convertirlo infructuosamente al socialismo.30 32 Repentinamente, a mediados de año,32 se hizo socialista,32 dejó de prestar atención a los estudios, comenzó a leer libros y periódicos de asunto político y se convirtió en habitual de las tertulias socialistas de un jardinero alojado en la misma casa, un checo llamado Franz Svigovsky, en cuya cabaña se reunían jóvenes para debatir sobre política.33 34
Populista y agitador
Exilio siberiano
Iskra y las disputas en el partido
En Londres conoció a Lenin, a Yuli Mártov y a Gueorgui Plejánov, editores del periódico Iskra (La Chispa), en el cual colaboró.64 Cuatro meses después de su llegada a la capital británica, Lenin propuso al resto de editores la inclusión del joven Trotski como séptimo editor, en parte por su capacidad y en parte para lograr acabar con la continua parálisis de la publicación por las votaciones igualadas entre sus tres editores de mayor edad y los tres más jóvenes.65 Aunque el resto de editores aceptaron la propuesta, Plejánov se negó en redondo a incluirlo en la junta de editores.66 Alojado con Vera Zasúlich y Yuli Mártov en Londres y visitante asiduo de Pável Axelrod en Suiza —los tres editores de Iskra—, Trotski estableció estrechos lazos con todos ellos.67 Sus artículos le otorgaron una reputación formidable y pronto se solicitó su presencia en reuniones de exiliados en otros países de Europa occidental,68 mientras que otros en la clandestinidad en Rusia pedían su regreso.64 En realidad, en los primeros meses de exilio su brillante oratoria impresionaba más que sus artículos, considerados demasiado recargados por los editores de Iskra.69 En una visita a París conoció a la que se convirtió en su segunda esposa,70 Natalia Sedova, con la que tuvo dos hijos.64En la primera parte del Segundo Congreso del POSDR, celebrado en Londres en 1903, Trotski coincidió con Lenin pero, en las cuestiones centrales que dividieron los campos entre los revolucionarios encabezados por Lenin y los reformistas, el programa y los estatutos, Trotski se alineó con los mencheviques.4 El congreso, celebrado con el objetivo de crear un partido unificado a partir de las agrupaciones socialdemócratas rusas, resultó un fracaso: la organización quedó dividida en bolcheviques y mencheviques.4 71 Calificó a Lenin como el «jefe del ala reaccionaria del partido» y desorganizador del POSDR.5 Le acusó de tratar de crear una organización conspirativa en lugar de un partido obrero, a pesar de las largas explicaciones de Lenin, que no lo convencieron.72 Según Trotski, las dos corrientes surgidas del congreso en realidad compartían los mismos principios y organización y solo la falta de consideración de Lenin hacia parte de los antiguos editores de Iskra había causado la disputa, que creía perjudicial para el partido y para la clase trabajadora en general.73
Trotski criticó con dureza la posición de Lenin sobre la organización del partido, sosteniendo que el «centralismo democrático» por el que la organización debía someterse a las decisiones de la dirección —tomadas democráticamente— podía conducir al control del partido por esta.4 74 En septiembre de 1903, participó en una reunión de destacados mencheviques que aprobó continuar con el boicoteo al comité central y a Iskra que había comenzado tras el congreso y respaldó la presión para modificar los organismos surgidos del congreso sin abandonar el partido; la presión surtió efecto y poco después Plejánov invitó a los antiguos editores a recobrar sus puestos en Iskra con el objetivo de reconciliar a las corrientes, para disgusto de Lenin, que dimitió.75 En un artículo de agosto de 1904, afirmó que un partido como el defendido por Lenin en el poder conduciría al terror en el que «la organización del partido sustituye al partido en su conjunto, luego el comité central sustituye a la organización y finalmente el dictador sustituye al comité central».4 76 Según Trotski, el programa de Lenin daría como resultado un partido de la intelectualidad marxista que sustituiría a la clase obrera en vez de facilitar su participación en su propia liberación; en su lugar, Trotski defendió una organización de amplia base proletaria, como proponía por entonces Axelrod.77 Su cercanía a los mencheviques, que contenían una corriente cada vez menos revolucionaria y más reformista,78 fue temporal; ya en 1904, Trotski se alejó de aquellos —primero por su disputa con Plejánov, contrario a que Trotski siguiese escribiendo para Iskra—,79 aunque no de forma pública, lo que llevó a que se lo considerase80 miembro de la corriente cuando ya la había abandonado en la práctica.81 Durante los años siguientes, mantuvo una actitud favorable a la reconciliación entre las dos fracciones del partido,82 convencido de las escasas diferencias entre ellas y de lo conveniente de mantener un partido unido.81
Parvus, la revolución de 1905 y la revolución permanente
Aislado en el partido, abandonó Suiza y se instaló con Alexander Parvus en Múnich.83 82 Parvus, agudo analista político marxista ajeno a las fracciones del partido en Rusia,84 influyó profundamente en el joven Trotski —doce años menor que él— y junto a él desarrolló la teoría de la revolución permanente.85 86 Trotski adoptó también la opinión de Parvus de que los Estados-nación se habían convertido en obsoletos ante la internacionalización de la economía.85 87 También influyó en él la visión de Parvus de una Rusia zarista surgida como despotismo asiático burocratizado y dotado de un aparato militar europeizado para resistir la presión del occidente europeo, más avanzado.88De la huelga, que se fue extendiendo al país y pasó de centrarse en reivindicaciones puramente económicas a incluir las políticas, surgió el Sóviet de San Petersburgo, organismo creado por delegados de las distintas imprentas donde había comenzado la huelga.96 Menos de una semana después de su formación, eligió un presidencia, en la que se incluyó a tres delegados bolcheviques, tres mencheviques y otros tantos socialrevolucionarios.97 Trotski, a pesar de su alejamiento de los mencheviques, ingresó como representante de estos.98 Favoreció la cooperación entre mencheviques y bolcheviques, actitud que respaldó la organización local menchevique.98 Aunque la presidencia del organismo se otorgó a un abogado laboralista que no pertenecía a ninguno de los partidos, Trotski se convirtió en el alma política del Sóviet; redactó la mayoría de sus proclamas y mociones y editó su periódico, Izvestia.98
Junto a Parvus, que regresó a Rusia en octubre, comenzó a publicar el diario Nachalo (El comienzo), publicación teóricamente menchevique pero en realidad difusora de la teoría compartida por ambos de la revolución permanente.89 99 Defendió junto a Parvus el papel crucial del proletariado como clase principal de la revolución en caso de triunfo, si bien no aclaró la relación de este con el carácter burgués de la revolución, ni la conjunción de un poder proletario —clase minoritaria en Rusia— con un sistema de gobierno democrático.100 Crítico con Mártov y lo que consideraba oportunismo y falta de espíritu revolucionario de los mencheviques, se opuso a participar en las elecciones a la primera Duma, creada por las escasas concesiones del Manifiesto de Octubre.90 Trotski, vicepresidente del Sóviet, era, en realidad, su principal figura, redactor de sus manifiestos y de su boletín, y el orador más prestigioso del momento en la capital.101 Tras cincuenta días, las tropas disolvieron el Sóviet en diciembre y Trotski fue arrestado mientras presidía una de sus sesiones.90 102 Pasó unos diez meses en las prisiones de la capital (primero en Krestý y luego en la Fortaleza de San Pedro y San Pablo) en privilegiadas condiciones a espera de que se lo juzgase.103 Durante estos meses en prisión, nació su primer hijo varón, Lev.103 104 Aprovechó su juicio para defender sus acciones y dar publicidad a la revolución en el resto de Europa;90 a pesar de su elocuente defensa, se lo condenó en noviembre105 a exilio perpetuo bajo vigilancia en Siberia.106 Se envió a los condenados a Obdorsk, en el círculo polar ártico, a casi mil seiscientos kilómetros de una estación de ferrocarril.105
Durante esta época de prisión107 y en el segundo exilio, escribió 1905 (1907)106 y Resultados y perspectivas, extensión de las ideas expuestas en la primera.108 En 1905 analizó la situación en Rusia y auguró que el desarrollo capitalista en Rusia acabaría pronto con la autocracia.108 En la segunda obra, apareció por primera vez la formulación de la revolución permanente,107 87 que se considera su principal contribución a la teoría socialista.108 Fundamentalmente, esta trataba de dar solución al problema de cómo alcanzar el socialismo en una sociedad materialmente atrasada como la rusa.108 107 La solución de Trotski rechazaba el largo periodo de desarrollo capitalista que defendían los mencheviques o la dictadura obrero-campesina que propugnaban los bolcheviques para aplicar los profundos cambios democráticos que precederían al socialismo.109 Se basaba en la alianza del escaso proletariado ruso no con la burguesía, como abogaban los mencheviques, ni con el campesinado, como lo hacían los bolcheviques, sino con los obreros de la Europa occidental;109 para Trotski, la única manera de que la revolución socialista triunfase en Rusia era el apoyo del proletariado de los países más avanzados económicamente.110 111
Camino de Obdorsk, el convoy de presos se detuvo en el remoto Beriózov,112 a cientos de kilómetros de cualquier asentamiento ruso.113 Allí conoció a un médico que le aconsejó fingir ciática para que lo dejasen permanecer en la población y poder fugarse con ayuda de algún campesino local.105 Decidido finalmente a escapar, logró la ayuda de un conductor de trineo alcohólico que lo condujo durante una semana a través de más de setecientos kilómetros hasta los Urales, en mitad del invierno.113 112 A pesar de los rumores que lo situaban en el Ártico, cruzó a Finlandia tras pasar brevemente por la capital rusa.113 112 114 Una vez reunido con la familia en San Petersburgo, pasó a Helsinki, donde lo recibieron otros emigrados rusos como114 Lenin o Mártov.112 No regresó a Rusia hasta 1917.112
Nuevo exilio europeo
Escapado de Rusia, asistió al V Congreso del POSDR en Londres en abril de 1907, al que acudieron destacadas figuras socialistas como el escritor Máximo Gorki o la revolucionaria Rosa Luxemburgo, con quien Trotski compartía gran parte de sus posiciones políticas.115 116 Favorable a la unidad del partido, rechazó unirse a los bolcheviques de Lenin a pesar de su afinidad en algunos asuntos como el de la necesidad de una alianza entre obreros y campesinos.116Más tarde pasó a Alemania en el verano,117 donde Parvus le ayudó a publicar su historia de la revolución y consiguió publicitar la teoría de la revolución permanente, que recibió el apoyo de destacados socialistas alemanes como Karl Kautsky o Franz Mehring o, algo más tarde, Rosa Luxemburgo.118 A causa de la negativa de la policía alemana,119 no pudo instalarse en Berlín como deseaba y se afincó en Viena en el otoño de 1907.120 Residió en esta ciudad —en un modesto piso en un barrio obrero, con más libros que mobiliario— hasta el estallido de la Primera Guerra Mundial.121 Para ganarse la vida, escribió para diversos periódicos, legales e ilegales, de distintas ideologías —sus principales ingresos provenían de los artículos que publicaba en un diario liberal ruso—.120 104 Sus padres, que contribuían a la educación de sus hijas, lo visitaron en ocasiones.104 Durante su periodo vienés, conoció a destacados socialistas europeos como Karl Kautsky, Rudolf Hilferding, Karl Renner o Jean Jaurès.120 122
Dedicado a aumentar su cultura con lecturas o visitas por Europa además de asistir a diversas conferencias socialistas, en 1908 nació un nuevo vástago, Serguéi.123 104 Los niños, por obligación legal, debían recibir educación religiosa; dado el ateísmo de los progenitores, estos eligieron la luterana.123 También en 1908, en octubre, comenzó a dirigir Pravda, periódico fundado por un grupo menchevique en Ucrania tres años antes y se encargó de sus distribución clandestina en Rusia.123 124 La publicación, siempre en problemas financieros, logró, sin embargo, una notable circulación clandestina en Rusia y atrajo a gran variedad de contribuyentes a sus columnas que más tarde desempeñaron importantes papeles durante el periodo revolucionario y el soviético.125
En las disputas del partido entre aquellos que deseaban ceñirse a la actividad legal y abandonar toda acción clandestina —los liquidacionistas— y los que rechazaban toda actividad legal y deseaban concentrarse únicamente en la subversión —los otzovistas—, Trotski, al igual que Lenin, adoptó una postura intermedia: contraria a la disolución de las estructuras y actividades clandestinas de la organización pero favorable a aprovechar los métodos legales —como la participación en los sindicatos permitidos o en la Duma— para diseminar el ideal socialista.126 Dedicado al análisis de la fallida revolución, a la crítica literaria y al periodismo, no realizó nuevas aportaciones significativas a la teoría revolucionaria en la época de reacción en Rusia.126 En enero de 1910, pareció que había llegado la reconciliación de fracciones tan ansiada por Trotski en la conferencia de París y el comité central del partido agradeció sus gestiones y su defensa de la unidad que había realizado en Pravda.127 Semanas más tarde, sin embargo, certificó el fracaso del intento y la vuelta de las rencillas entre mencheviques y bolcheviques.128 Los primeros se negaron a expulsar a los liquidacionistas de sus filas, arguyendo que se trataba de meros disidentes que el partido debía admitir; a pesar de su cercanía en mucho aspectos con los bolcheviques, Trotski apoyó públicamente a los mencheviques y atacó con dureza a Lenin, que exigía la expulsión como parte del acuerdo de París —había expulsado por su parte a los otzovistas de la fracción bolchevique—.129 En el verano de 1910, había roto toda relación con el comité central.130 En el verano de 1911, viajó con Pável Axelrod a Alemania para obtener los fondos del partido, custodiados por tres representantes del SPD, para los mencheviques, intento que resultó infructuoso.131 En 1912 criticó con vehemencia la conferencia de Praga en la que Lenin, apoyado por Plejánov, proclamó a su fracción como la única del partido; la fundación de un Pravda bolchevique en San Petersburgo aumentó su disgusto.131 Buscando sin cesar la reunificación del partido, propugnó la reunión de las distintas fracciones en la conferencia de Viena de agosto de 1912.132 Aunque los bolcheviques, reforzados en las organizaciones en Rusia, se negaron a participar, sí lo hizo Trotski que, junto con los mencheviques, los radicales bolcheviques expulsados y el Bund formó la «alianza de agosto», de la que se convirtió en portavoz.131 Se opuso férreamente a la organización de un partido basado en el centralismo democrático, el cual Trotski llamó «una alianza de elementos heterogéneos contra el ala proletaria del partido».133 A raíz de esto Lenin denunció a Trotski como un traidor al partido, llamándolo el «Judas Trotski».134
Escaso de fondos, se dedicó al periodismo y viajó en octubre a los Balcanes como corresponsal de un diario de Kiev, donde cubrió las Guerras Balcánicas y conoció a algunos destacados socialistas de la región, como el médico y lingüista rumano Christian Rakovski, con el que entabló duradera amistad.135 136
Fundó un grupo llamado Mezhrayontsy (literalmente el "interdistrito de San Petersburgo") con varios dirigentes socialistas: Adolf Joffe, David Riazánov, Anatoli Lunacharski, Mijaíl Pokrovski y otros futuros dirigentes de la Revolución de octubre, que en 1913 (año de la formación del grupo), no eran ni bolcheviques ni mencheviques, como él.137
La guerra mundial
Al estallar la Primera Guerra Mundial, que las formaciones socialistas no solo fueron incapaces de detener, sino que respaldaron mayoritariamente mediante su apoyo a los créditos de guerra en los distintos Parlamentos de Europa occidental,135 Trotski se encontraba en Viena con Víctor Adler.138 139 Temiendo ser detenido inmediatamente como ciudadano de una nación enemiga, huyó inmediatamente a Suiza en tren.138 139 Los primeros meses de la guerra los pasó en París —a donde partió en noviembre—,140 deprimido por el fracaso socialista en detener el conflicto.138 El respaldo de los socialdemócratas alemanes a su Gobierno resultaba especialmente inesperado141 y Trotski lo criticó con dureza en la obra que escribió en sus dos meses en Zúrich.142Durante la contienda, siguió abogando por la reunificación de las fracciones socialdemócratas, aunque se encontraba cada vez más cercano a las posiciones bolcheviques.141 Su actitud hacia la guerra era intermedia entre el pacifismo de Mártov —con quien publicó Golos (La voz) y más tarde Nashe Slovo (Nuestra palabra)—143 y la defensa de la conversión de la guerra mundial en una guerra civil de Lenin.141 Su posición, más conciliatoria que la de Lenin hacia los partidos socialistas que habían respaldado a sus Gobiernos en el conflicto,144 acabó por prevalecer en la diminuta reunión socialista en Zimmerwald, de la que redactó145 las vagas conclusiones.146 En Francia se dedicó a participar en la publicación de Mártov —alabada por Lenin a pesar de las antiguas rencillas entre ambos pero clausurada por la censura en enero de 1915—, a su labor oficial como reportero de un diario ruso —favorable a la contienda y en el que tuvo que escribir con cautela—147 y a acudir a reuniones de organizaciones pacifistas.148 Expresó su rechazo a resucitar la Segunda Internacional y abogó por la creación de una nueva y su convencimiento que la única alternativa a una guerra permanente era la revolución proletaria.149 Pronto, sin embargo, resurgieron las diferencias con los mencheviques, de los que Trotski se distanció definitivamente en febrero de 1915 y su dolorosa ruptura con Parvus, por entonces decidido partidario de los Hohenzollern.150 El defensismo de antiguas figuras del partido como Vera Zasúlich, Lev Deutsch (o Deich) o Plejánov lo fue acercando a los bolcheviques, a los que consideraba cada vez más el único grupo importante que había conservado el internacionalismo socialista de antes de la guerra.151 Este acercamiento paulatino condujo a la ruptura con Mártov, que abandonó el periódico que editaban en común.152
Las masas campesinas se alzarán en los pueblos y, sin esperar a la decisión de la Asamblea constituyente, comenzarán a expulsar a los terratenientes de sus haciendas. Todos los esfuerzos para acabar con la guerra de clases... fracasarán.Convencido de la inminencia de la extensión de la revolución por el resto de Europa, se opuso al defensismo revolucionario.165 Para Trotski, la revolución en Rusia solo era el primer paso de la revolución europea.162
A pesar de contar con documentación en regla, los británicos lo detuvieron en Halifax según las instrucciones del nuevo Gobierno ruso y lo enviaron a un campo de prisioneros alemán, donde se dedicó, para disgusto de las autoridades militares británicas y los propios oficiales alemanes, a agitar a la tropa contra la guerra.166 167 Las protestas en Rusia al conocerse su arresto causaron que se lo liberase tres semanas más tarde, el 29 de abril.168 169
La revolución de 1917
El periodo interrevolucionario
Asumió el control de la Organización Socialdemócrata Interdistrital —agrupación temporal de socialdemócratas internacionalistas que no pertenecían a las dos corrientes principales— e ingresó en el Sóviet de Petrogrado.173 Al principio, criticó con cierta cautela la coalición entre socialistas y burgueses en el Gobierno provisional.174 Coincidió con Lenin en la necesidad de una segunda insurrección que acabase con el Gobierno provisional, que consideraba representante de los intereses de las clases acomodadas,157 174 y mantuvo su convicción de la necesidad de que la revolución se extendiese por Europa para que sobreviviese en Rusia.175 En mayo fracasó un primer intento de ingreso en el partido bolchevique, a pesar de la gran cercanía en las posiciones entre Trotski y su grupo y el partido de Lenin, debido a las mínimas diferencias entre ambos grupos.176
Se convirtió pronto, junto con Anatoli Lunacharski, en el más popular orador de la corriente más izquierdista del Sóviet de Petrogrado y asistió a innumerables reuniones y mítines.177 Recabó especial simpatía de los marinos de la cercana base naval de Kronstadt y se dirigía a enormes multitudes de masas casi cada noche en el Cirque Moderne de Petrogrado.177
En el Primer Congreso de los Sóviets de principios del verano, abogó en vano, como los delegados bolcheviques, por abandonar la coalición gubernamental y formar un Consejo de Ministros exclusivamente socialista.178
Participó en las Jornadas de Julio, en las que rescató al ministro de Agricultura socialrevolucionario Víctor Chernov, retenido por los manifestantes.179 Tras el fracaso del intento de entregar el poder al Sóviet de Petrogrado y con represión gubernamental de los bolcheviques, defendió a estos y retó al Gobierno a detenerlo.180 Acusado por el nuevo Gobierno de Kérenski de haber regresado junto a Lenin a través de Alemania y de pertenecer al partido bolchevique, se lo envió a la prisión de Krestý, donde ya había estado encerrado tras el aplastamiento de la Revolución de 1905.180
De esta forma se apartaba de su anterior neutralidad durante el exilio implicándose directamente con los bolcheviques en el proceso revolucionario. Gracias a su poderosa oratoria, alcanza una enorme popularidad que le permite llegar a formar parte del Comité Central del partido bolchevique, en el que había ingresado en julio.
En el otoño, Trotski apoyó totalmente la postura de Lenin en cuanto a la necesidad de derrocar al Gobierno provisional surgido de la Revolución de Febrero,183 encabezado desde el verano por el socialista moderado Aleksandr Kérenski. A diferencia de Lenin, sin embargo, abogó por presentar el enfrentamiento con el Gobierno no como una insurrección del partido, sino como una acción del inminente Congreso de los Sóviets del otoño.183 Así, sus esfuerzos se dirigirán a recabar apoyos para el movimiento bolchevique para el alzamiento previsto. Al tener Lenin que ocultarse, Trotski asumirá la jefatura del Comité Militar Revolucionario, puesto desde el cual aportará al triunfo de la Revolución de Octubre.
Defensa de Petrogrado y comisario de Asuntos Exteriores
Antes de poderse dedicar a las tareas de su comisaría, empero, tuvo que ocuparse apresuradamente de la defensa de la capital, amenazada por el levantamiento Kérenski-Krasnov, como presidente del Comité Militar Revolucionario de Petrogrado.186 A pesar de la escasez de tropas a su disposición por la renuencia de la mayoría de la guarnición a combatir,186 logró rechazar la ofensiva contra la capital.188 Para ello puso en marcha un sistema que más tarde empleó en la guerra civil: el uso de antiguos oficiales zaristas, a menudo desafectos en las operaciones militares, pero siempre bajo el control del Gobierno.189 La medida era necesaria, en su opinión, ante la bisoñez de los bocheviques en operaciones militares.189
Aunque había ingresado recientemente en el partido, a finales de 1917 Trotski era ya una de sus figuras principales.191 Junto con Vladímir Ilich Uliánov (alias Lenin), Iósif Stalin y Yákov Sverdlov, formaba la «oficina del comité central», un organismo interno en sesión permanente que reunía a un reducido grupo de miembros del comité central bolchevique.191 Cuando se formó la coalición de Gobierno con los Socialrevolucionarios de izquierda en diciembre, se creó un organismo similar que reunía a ciertos comisarios del Sovnarkom; los miembros bolcheviques eran Trotski, Lenin y Stalin.191 Junto con Lenin, se convirtió en la primera autoridad del partido en ideología y estrategia, mientras que Stalin y Sverdlov eran los organizadores del partido.191 A pesar de la confianza, respecto, cordialidad y acuerdo en los asuntos principales con Lenin, su relación con este no era de cercanía personal.191 Sus caracteres eran diferentes en algunos aspectos: Trotski era más apasionado, más inclinado a trabajar en solitario y menos cooperativo.192
Enviado a negociar con los Imperios Centrales con el objetivo de alargar las conversaciones para dar tiempo al esperado estallido de la revolución en Europa, su oratoria y habilidad negociadora no pudieron evitar que aquellos impusiesen duras condiciones para detener su avance.193 Los Imperios habían confiado en imponer una dura paz rápidamente que les permitiese desplazar el grueso de sus unidades el frente occidental.187 Trotski se declaró partidario, al contrario que el grueso del partido —aparentemente favorable a oponerse por las armas a los Imperios antes que aceptar las condiciones exigidas— y el propio Lenin —dispuesto a aceptarlas para salvar la revolución en Rusia y ganar tiempo para que esta se extendiese por Europa—, de abandonar la contienda sin firmar la paz.193 El gesto resultó un fracaso; los Imperios no dejaron de avanzar y el Gobierno soviético tuvo que apresurarse a aceptar las condiciones que antes había rechazado, pero tras haber perdido mayores territorios.194 Trotski dimitió como comisario de Asuntos Exteriores y el Tratado de Brest-Litovsk acabó firmándolo un representante de bajo rango.194
El Ejército Rojo y la guerra civil
La creación del Ejército Rojo
Movilizó a la Guardia Roja e impuso el uso de oficiales200 zaristas —tres cuartos de la oficialidad y de la administración militar en 1918—, supervisados por comisarios políticos y amenazados por posibles represalias contra sus familias,197 tomadas como rehenes para garantizar su fidelidad.198 201 La estructura de comisarios, anteriormente limitada a los mandos superiores del Ejército, se extendió.198 202 Se aclararon además las responsabilidades de comisarios y oficiales, aunque no se pudo evitar los roces entre los dos grupos, entre los que Trotski tuvo que tratar de guardar el equilibrio.202 No descuidó, sin embargo, la creación de un nuevo cuerpo de oficiales, formado principalmente a partir de los suboficiales del antiguo ejército zarista; al final de la guerra civil, solo un tercio de los mandos eran antiguos oficiales zaristas, el resto eran nuevos oficiales surgidos de las filas, algunos de estos los futuros mariscales que combatieron en la Segunda Guerra Mundial.203 En el verano de 1918, ordenó levas que aumentaron notablemente el tamaño del nuevo ejército.198 Primero se realizaron entre el proletariado, urbano, más tarde se incluyó a los campesinos, menos fiables y más dados a la deserción.204 Trató además de mantener la disciplina mediante el uso de medidas draconianas, como la de diezmar a las unidades desobedientes o desertoras.198 En junio de 1918, fue el principal testigo en el juicio político, celebrado sin garantías, del almirante Alekséi Shchastni, acusado de sabotaje y traición; condenado y ejecutado, el juicio sirvió de advertencia a los oficiales al servicio del Gobierno bolchevique.205 201 Insistió además en disolver las unidades de voluntarios y guerrilleros, que consideraba de escasa utilidad militar, y en concentrarse en la formación de unidades regulares subordinadas a un mando centralizado, lo que en algunos casos produjo conflictos con bandas partisanas, como las anarquistas de Néstor Majnó.206
Partidario teórico del sistema de milicias populares y de la elección de oficiales —que el partido en su conjunto aprobó en varios congresos durante la guerra civil—, prescindió de ambos en la formación del nuevo ejército ya que consideró que las condiciones rusas no permitían su aplicación, aunque defendió su implantación futura, cuando se diese el suficiente grado de industrialización, mejora de los sistemas de comunicación y educación de la población.207
Puntilloso, ordenado y extremadamente exigente, desbordante de energía era, sin embargo, poco atento con sus colaboradores, lo que favorecía que se hallase en una cierta soledad.208
Las campañas
Bien protegido y pertrechado de radio, telégrafo y más tarde de aviones y automóviles, Trotski se desplazaba en su tren blindado de un punto a otro del frente, en el que llegó a recorrer decenas de miles de kilómetros durante la guerra.205 Acompañado a menudo por periodistas, daba la impresión de ser un comandante militar todopoderoso.219
La siguiente crisis a la que se tuvo que enfrentar Trotski fue a la subordinación del 10.º Ejército, mandado por Kliment Voroshílov, que contaba con el respaldo de Stalin —comisario político del frente sur por elección del propio Trotski—216 y que se encontraba en constante roce con el mando militar central.220 En octubre reformó por completo el mando del frente sur, exigiendo el sometimiento de Voroshílov a un general zarista que debía dirigir las operaciones de todo el frente meridional y relevando a Stalin.221 A pesar de estas medidas, el conflicto entre los mandos de Tsaritsyn y el grupo de Trotski en el Sóviet Militar Revolucionario continuó.221 A comienzos del invierno, este logró el traslado de Voroshílov a Ucrania, pero esto no evitó que continuasen los choques entre Trotski y el grupo formado en torno al mando del 10.º Ejército; a finales de diciembre, el Pravda, con Nikolái Bujarin como redactor, publicó un informe muy crítico con Trotski, elaborado por un oficial de Voroshílov.222 Fundamentalmente, la «oposición militar» a Trotski lo acusaba de apoyarse en exceso en los antiguos oficiales zaristas y de maltratar a los comisarios, a menudo miembros del partido, llegando incluso a ajusticiar a algunos de ellos.223 En marzo de 1919, no pudo acudir al VIII Congreso del partido, en el que se trató la política militar, dado que había marchado de nuevo al frente para intentar detener los avances de Kolchak.224 225 La posición de Trotski, criticada por los «comunistas de izquierda» que deseaban subordinar223 a los oficiales a los comisarios políticos y por los cercanos a Voroshílov, resultó vencedora tras la intervención favorable de Lenin, aunque no sin que el congreso aprobase algunas medidas de control que parecieron confirmar algunas de las críticas de la oposición.226 225 La oposición política a Trotski, reunida en torno a Stalin y Zinóviev, persistió.227
Pasó dos meses de la primavera de 1919 organizando la reacción al avance de Kolchak hacia Moscú.227 Durante esta campaña, las fuerzas soviéticas crecieron notablemente, del medio millón al millón y medio de hombres y los sindicatos enviaron a filas a la mitad de sus miembros para robustecer el frente.227 A pesar de que desde finales de abril los soviéticos habían comenzado a contraatacar, la campaña no acabó sin una disputa entre el comandante en jefe del ejército, Ioachim Vatsetis y el del frente oriental, Serguéi Kámenev en la que Trotski se vio involucrado.227 Kámenev deseaba aprovechar la derrota de Kolchak para perseguirlo hasta Siberia y eliminar sus fuerzas por completo; Vatsetis suponía que el almirante contaba con fuerzas notables en su retaguardia y vetó el plan, con el objetivo de transferir el grueso de las fuerzas de Kámenev al frente sur, y obtuvo el respaldo de Trotski, más preocupado por los avances de Denikin en el frente sur.228 229 Este destituyó a Kámenev que, sin embargo y gracias al apoyo tanto de los comisarios del frente como de Stalin y más tarde Lenin, logró recuperar el mando, llevar a cabo la ofensiva planeada y aplastar a Kolchak, triunfo que la oposición a Trotski utilizó en su contra.230
Para entonces Trotski se había trasladado al frente sur, la nueva amenaza por el fácil avance de las fuerzas de Denikin.230 Intentó al tiempo reorganizar las fuerzas en Ucrania, formadas principalmente por partisanos, voluntarios y guardias rojos, de imponer de nuevo un modelo de ejército regular, sin éxito.231 La hostilidad de la población, las malas condiciones de las fuerzas disponibles y la falta de colaboración de Moscú frustraron los intentos de reforma.232 De vuelta en Moscú en julio tuvo que enfrentarse de nuevo a duras críticas de la oposición, tanto por su error respecto a Kolchak como por su fracaso en Ucrania; Stalin, que acababa de dirigir con éxito la defensa de Petrogrado frente al Ejército del Noroeste, exigía el relevo de Vatsetis por Kámenev, el vencedor de Kolchak.232 El 3 de julio, el comité central aceptó la propuesta de Stalin, relevó a Vatsetis con honores y nombró en su lugar a Kámenev; ese no fue el único revés sufrido por Trotski, ya que el comité central decidió además reformar el Sóviet Militar Revolucionario, eliminar a sus partidarios e incluir en él a los comisarios del frente oriental que habían respaldado a Kámenev.233 Trotski reaccionó dimitiendo inmediatamente del politburó, de la Comisaría de Defensa234 y del Sóviet Militar Revolucionario.233 Alarmado, el comité central rechazó la dimisión y Lenin le otorgó plenos poderes respecto a las órdenes militares.233 235
Posguerra
Crisis económica y controversia sobre la Nueva Política Económica
Tras años de guerra mundial, revolución, guerra civil e intervención militar extranjera, la economía nacional se encontraba hundida.265 Durante largos periodos, las industrias del centro y del norte del país no habían podido contar con las materias primas del sur, en manos enemigas; cuando finalmente se recuperaron a finales de 1919, las minas del Donbás estaban inundadas y la industria regional, destruida.266 La del resto del país se hallaba parcialmente paralizada por falta de materias primas.266 A finales de 1920, las minas de carbón producían apenas la décima parte de lo que habían alcanzado antes de la guerra, mientras que las acerías apenas alcanzaban una veintésima parte de la producción anterior al conflicto mundial.266 La producción de bienes de consumo se había reducido drásticamente en tres cuartos y la red de transportes se encontraba desbaratada.266 El «comunismo de guerra» había nacionalizado la industria, reducido la importancia del dinero —por la enorme inflación debida a la falta de ingresos impositivos y la gran producción de moneda—, abolido el comercio privado y producido una igualación de la situación social, pero en la miseria.267 La prohibición del comercio y la requisiciones de productos agrícolas conducían a la reducción de la producción: los campesinos se limitaban a cultivar para su propio sustento, amenazando el suministro de las ciudades.268 Estas redujeron su población, el proletariado regresó al campo para escapar del hambre y el mercado negro se extendió a causa de la escasez de productos.268 Reacio a permitir la restauración del comercio privado de los productos agrícolas —que hubiese permitido cierta recuperación económica al aumentar la producción y el abastecimiento de las ciudades—, el partido trató de resolver la crisis mediante medidas de fuerza.268 Trató de imponer a los campesinos el cultivo y a los obreros la producción industrial; falto de incentivos económicos inexistentes, Trotski optó por la leva de trabajadores como había hecho con los soldados del nuevo Ejército.269 Esperaba emplear la estructura de reclutamiento militar para formar brigadas obreras sometidas a la disciplina del Ejército e incluso las tareas de la Comisaría de Trabajo debían pasar a la de Defensa.270
Al comienzo la propuesta contó con el beneplácito de Lenin, convencido de la conveniencia de utilizar la organización militar, la mejor de la nueva Administración soviética, para la tarea de reconstrucción económica.271 Recibió, sin embargo, duras críticas desde amplios sectores del partido, incluidos los sindicatos.271 En una reunión de Lenin y Trotski con los dirigentes sindicales, estos rechazaron rotundamente la propuesta de los primeros para militarizar la industria.272 A pesar del rechazo, comenzaron los primeros experimentos de militarización del trabajo con la conversión del 3.er Ejército, sin propósito tras la victoria sobre Kolchak, en unidad laboral.273 A este en los Urales le siguieron los ejércitos destinados en Ucrania y el Cáucaso; la crisis, sin embargo, frustró los intentos de Trotski por mejorar las condiciones de los soldados convertidos en obreros forzosos y evitar su deserción.273 Su primera inspección en los Urales, en febrero de 1920, le llevó a la desilusión con el nuevo sistema.274 Regresó a la capital convencido de la necesidad de reformas, y comenzó a abogar por el fin de las requisiciones de productos agrícolas y de permitir a los campesinos comerciar con parte de sus cosechas para animarles a aumentar el cultivo.274 El comité central rechazó la propuesta, convencido aún de la viabilidad de la militarización del trabajo, reacio a acabar con las requisiciones y a restaurar el comercio privado y preocupado por la aplicación de cambios importantes en vísperas de una posible guerra con Polonia.275 La medida, incluida finalmente en la Nueva Política Económica, tardó más de un año en aplicarse, una vez fracasados los últimos intentos de mantener el «comunismo de guerra».275 Rechazada la propuesta, Trotski retomó con nuevo brío las medidas de comunismo de guerra.276 Las propuestas de represión o la utilización del odiado taylorismo fueron aprobadas en el IX Congreso, a pesar de la dura oposición de una minoría de los delegados.277 A continuación, Trotski trató de convertir los sindicatos en organizaciones para disciplinar a los trabajadores con el fin de aumentar la producción, propuesta que chocó con las protestas de parte de los dirigentes sindicales, en especial de los mencheviques.277 En su defensa de la medida, Trotski justificó la coerción de los trabajadores y el control total del trabajador acerca de su labor y de su residencia.278
Poco después, la guerra con Polonia desvió parcialmente la atención de la discusión sobre la militarización del trabajo, aunque Trotski, encargado por el politburó de restaurar el tráfico ferroviario que se hallaba en una crisis final, lo utilizó sin miramientos para tratar de recuperar al menos parcialmente el servicio, crucial para la campaña, con notable éxito.279 El fin del conflicto en el otoño, sin embargo, trajo la vuelta de la polémica, atizada por el propio Trotski, que amenazó con sustituir a los dirigentes sindicales electos por otros escogidos como había hecho con los ferroviarios durante la crisis polaca.280 El politburó con Lenin al frente se opuso tajantemente a Trotski, que siguió defendiendo, no obstante, su idea de someter a los sindicatos y de extender el control burocrático estatal para mejorar la productividad.280 En la discusión del invierno de 1920-1921 sobre el papel de los sindicatos en el Estado soviético, abogó por su inclusión en la Administración como un organismo más, dedicado a defender los intereses estatales y no los de los trabajadores frente al Estado.281 Según Trotski —y más tarde, Bujarin—, su misión debía ser aumentar la productividad, asegurar la disciplina laboral, formar trabajadores para la gestión de las industrias y participar en la dirección de la economía nacional.281 A esta posición se opuso la Oposición Obrera, contraria al control de los sindicatos por el partido.281 Entre ambas se situó el grueso del partido, con Lenin, Zinóviev y Kámenev a la cabeza.281 En el X Congreso, punto culminante de la disputa, Trotski defendió la dictadura del partido frente a los postulados democráticos de la oposición:282
La Oposición Obrera ha presentado lemas peligrosos. Han convertido en fetiches los principios democráticos. De alguna manera, han colocado el derecho de los trabajadores a elegir a sus representantes por encima del partido, como si el partido no tuviese derecho a defender su dictadura incluso si esta choca temporalmente con los deseos temporales de la democracia obrera.Abandonaba así abiertamente su defensa del sistema democrático soviético que había defendido como más perfecto que la democracia burguesa por su sistema de revocación inmediata y reflejo fiel del sentir popular para abogar por la supremacía del partido.283 El congreso rechazó el Estado monolítico propuesto en la práctica por Trotski y aprobó la moción intermedia de Lenin, partidario de una cierta autonomía para los sindicatos.284
Al tiempo que se desarrollaba el congreso, estalló la Rebelión de Kronstadt, que exigió el fin de la dictadura bolchevique y la vuelta a los sóviets electos.285 El Gobierno decidió aplastar el levantamiento, que coincidió con otros en el país; el 5 de marzo, Trotski llegó a Petrogrado y exigió la rendición de los alzados.286 El aplastamiento del levantamiento quedó paradójicamante en manos de aquel que había recibido antaño el apoyo de los marinos de la base tanto en 1917 como durante la guerra civil, a los que había tildado de «orgullo y gloria de la revolución».287 La revuelta unió al partido en incluso las corriente críticas rechazaron el alzamiento; tras concentrar tropas escogidas que sufrieron grandes bajas en el asalto, las fuerzas gubernamentales tomaron la base naval al asalto a finales de marzo.288 Coincidiendo con los últimos días del alzamiento, el congreso comunista aprobó sin oposición la Nueva Política Económica.289 Las revueltas en varias zonas del país, las huelgas en Petrogrado y el alzamiento en Kronstadt acabaron por acabar con la militarización del trabajo defendida por Trotski, hasta su aplicación por Stalin a finales de la década durante la industrialización forzosa.290 Al mismo tiempo que se liberalizaba parcialmente la economía, el partido prohibió todas las organizaciones opositoras en los sóviets, temeroso de que pudiesen recibir el apoyo del campesinado y la burguesía urbana que recuperarían poder con las medidas económicas.291 A esta prohibición se unió la de las corrientes internas dentro del partido.292 Trotski aceptó la moción secreta presentada por Lenin y aprobada en el congreso que permitía la expulsión de opositores del partido, y que finalmente si utilizaría contra él a final de la década.293
Durante la primera etapa de la Revolución, Trotski se convierte en hombre de confianza de Lenin y este le encomendará varias misiones. La primera será la de acabar la guerra con las potencias centrales. Será el encargado, como comisario (ministro) de Asuntos Exteriores, de firmar con los alemanes el llamado Tratado de Brest-Litovsk, paz que supondrá para Rusia una pérdida considerable de su territorio.
Seguidamente será nombrado comisario de Guerra. Desde este puesto se encargará de la creación, promoción y dirección del Ejército Rojo, motivo principal de que los logros revolucionarios no se perdieran durante la época de la Guerra Civil (1918-1920) contra las fuerzas contrarrevolucionarias (potencias extranjeras y rusos blancos).
Los anarquistas acusan a Trotski de reprimir cualquier movimiento de izquierda opuesto al oficial del Partido Bolchevique. Por ejemplo, al movimiento ácrata de Néstor Majnó en Ucrania o la rebelión de los marineros de Kronstadt en el golfo de Finlandia.
El último exilio
El exilio interior
Miembro principal del Politburó después de Lenin, apoyaría a este en sus principales innovaciones hasta que un ataque cerebrovascular obligó a Lenin a apartarse de la política. En oposición a Trotski, se unieron Grigori Zinóviev, Lev Kámenev y Iósif Stalin. Este agrupamiento, una vez que logró apoderarse de la dirección del Partido, acusó a Trotski de cometer serias violaciones a la disciplina del partido, con el objetivo de debilitar sus organizaciones.[cita requerida] En consecuencia, Trotski es primero destituido como comisario de guerra, luego apartado de la dirección del partido y, posteriormente, expulsado del mismo. Más tarde sería deportado a Kazajistán (Asia Central) y, finalmente, expulsado de la Unión Soviética en 1929.Desde entonces, los ideólogos oficiales del régimen se encargaron de revisar la figura de Trotski (llegando incluso a trucar fotografías originales con el fin de hacerle desaparecer, por ejemplo, del lugar que ocupaba junto a Lenin mientras este pronunciaba un discurso) haciéndolo aparecer como un traidor.[cita requerida]
El exilio turco
Estuvo exiliado en la isla de Büyükada, perteneciente a Estambul.294 295 nota 1En el exilio Trotski siguió criticando a Stalin, argumentando que el aislamiento de la Unión Soviética había producido un gobierno tiránico y abogando por la democratización del partido y la apertura política en toda la sociedad soviética.296
Durante su exilio, Stalin desencadenó la persecución de los familiares de Trotski: su hija Zina se suicidó en Berlín y su marido desapareció; se envió a un campo de concentración a su primera esposa, que murió en él alrededor de 1938; a su hijo Serguéi, sin actividad política, se lo detuvo acusado de envenenamiento en 1937 y murió en prisión; otro de sus hijos, Lev Sedov, murió asesinado por agentes de Stalin en una operación médica en Francia en 1938; su hermana Olga Kámeneva, esposa de Lev Kámenev acabó fusilada en 1941, mientras que sus dos hijos ya lo habían sido en 1936.297
La cuarta internacional
A pesar de haberse opuesto en la década anterior a la formación de una nueva asociación de partidos comunistas rival de la Comintern, la llegada al Gobierno de Hitler y su rápido desmantelamiento de los partidos de izquierda y de los sindicatos, que para Trotski supuso una gran derrota del proletariado mundial, le llevó a plantearse finalmente la creación de la Cuarta Internacional.298 Se crearon partidos comunistas alternativos en la mayoría de los países, pero con escasos seguidores.298 Criticados por algunos socialistas, en ocasiones las formaciones apenas agrupaban a algunos activistas, a menudo intelectuales sin conexión con el movimiento obrero y a menudo divididos en distintas corrientes a pesar de su exiguo tamaño.299Exilio europeo
Tras abandonar Turquía, se instaló en Francia en julio de 1933, donde se le acogió a condición de que no participase en actividades políticas contrarias al poder establecido tanto en el país como en la Unión Soviética.300 Se instaló en Barbizon, cerca del bosque de Fontainebleau hasta que seis meses más tarde la policía detuvo a uno de sus mensajeros y una campaña de prensa hostil, tanto nacional como extranjera —que incluyó la acusación de insurrección de Goebbels— condujo a su expulsión.300En la primavera de 1935, se mudó a Noruega, donde las autoridades le habían concedido asilo y donde se publicó su La revolución traicionada.301 En esta obra analizaba el ascenso al poder de Stalin y lo atribuía a la victoria política de la burocracia soviética surgida por la degeneración estatal debida, en su opinión, al aislamiento del país por la ausencia de una revolución internacional.300 Para Trotski la Revolución de 1917 había sufrido su propio termidor en el que la democracia soviética había dado paso al dominio oligárquico de una casta, la burocrática que, si no era eliminada, conduciría a la restauración del capitalismo.302 Denunciado por los comunistas y fascistas noruegos a pesar de la buena acogida de parte de los socialistas y ante el comienzo de los Procesos de Moscú, las autoridades noruegas, con el beneplácito soviético, le mantuvieron en arresto domiciliario.301 Ante esta situación, aceptó el ofrecimiento de acogida en México del Gobierno de Lázaro Cárdenas; partió hacia este país en noviembre de 1936.303
Durante sus años de exilio, Trotski escribiría varios ensayos (la autobiografía Mi Vida, Historia de la Revolución rusa, La revolución traicionada) y artículos sobre temas de actualidad de aquella época (estalinismo, nazismo, fascismo, la Guerra Civil Española). Desde su exilio también encabezaría la oposición comunista disidente, que formaría la IV Internacional.
Por otra parte, Trotsky empezaría un auténtico peregrinaje por diferentes países desde los cuales pudiera expresar públicamente sus críticas al estalinismo.
Exilio mexicano e intentos de asesinato
En 1939 y con el agravamiento de la crisis europea, el tono de las críticas de Trotski se volvió cada vez más radical, lo que se reflejó en su última obra, que dejó inacabada, una biografía de Stalin, en ocasiones errónea y fantasiosa.297
Vivió en la «Casa Azul», morada de Frida y Diego en Coyoacán, hasta la ruptura política con este último,304 que se dio en 1939. En ese año, cambió su residencia a la Calle de Viena también en Coyoacán, donde vivió hasta el día de su muerte.
En esa casa, Trotsky sufrió dos atentados, el primero de ellos ocurrido en mayo de 1940.305 Durante la madrugada del día del atentado, un comando de veinte hombres armados comandados por Leopoldo Arenal Bastar, y entre los que se encontraba su cuñado el pintor David Alfaro Siqueiros, logró penetrar a la casa con la complicidad de Robert Sheldon Hart, un guardaespaldas de Trotsky que era un agente doble. Los intrusos dispararon cerca de 400 tiros con armas de grueso calibre. El propio Siqueiros disparó contra el lecho donde supuestamente dormían Trotsky y su esposa Natalia Sedova, sin lograr asesinarlos, pues lograron resguardarse junto a una pared, al lado de su cama. Los guardias de Trotsky repelieron a los intrusos y estos tuvieron que huir sin lograr su cometido.
Unos meses más tarde, el 20 de agosto de 1940, Trotsky sufrió un segundo atentado en esa misma casa, que le costó la vida.
Asesinato
Stalin había dado la orden de asesinar a Trotski. El agente de la NKVD Kótov, encargado de las operaciones contra éste en México, se valió de dos comunistas españoles, Caridad Mercader y Ramón Mercader (madre e hijo), para llevar a cabo el plan. Ramón Mercader se había trasladado a Nueva York y de allí a México con el pasaporte de un brigadista canadiense fallecido, Frank Jackson, en septiembre de 1939.305Aunque la casa en la que vivía Trotski estaba fuertemente custodiada, Ramón Mercader (conocido con el alias de «Jacques Mornard») lograría infiltrarse en su círculo ganándose la confianza de una de las secretarias de Trotski, Silvia Ageloff, con la que incluso mantuvo un noviazgo formal premeditado y planeado para perpetrar el magnicidio. Conoció a Trotski a finales de mayo de 1940 y visitó a la familia en una decena de ocasiones, haciéndose pasar por un simpatizante algo escéptico.305 A pesar del refuerzo de la seguridad tras el atentado de mayo, el propio Trotski no seguía las normas de seguridad y se permitía a Mercader, que se había ganado la confianza de la familia, penetrar en el complejo residencial sin que se lo registrase.306
La tarde del asesinato, Trotski se encontraba trabajando en su despacho cuando Mercader apareció con mal aspecto alrededor de las 17:20.305 A pesar de quejarse de sed, llevaba sombrero y portaba un abrigo.307 306 Solicitó ver a Trotski para mostrarle un artículo.307 Con este pretexto subió al despacho y, mientras este se hallaba sentado, se acercó a él por la espalda y le clavó salvajemente en la cabeza un piolet306 que extrajo de un bolsillo del abrigo.307 El grito de Trotski se oyó como un estruendo en toda la casa; sus custodios acudieron rápidamente pero no se pudo hacer nada.307 306 Trotski logró derribar a su asaltante,306 salir de la habitación y comunicar a su esposa la identidad del asaltante antes de caer desvanecido.307 Cayó en coma y falleció al día siguiente,308 21 de agosto de 1940.309 , en un hospital de la Cruz Verde. Cabe señalar que a sus exequias, celebradas en la capital mexicana,309 asistieron cerca de trescientas mil personas, en una ciudad que por aquel entonces contaba con unos cuatro millones de habitantes[cita requerida]. Su asesino fue condenado a diecinueve años de prisión; liberado en 1960, la Unión Soviética le otorgó la condecoración de Héroe de la Unión Soviética.309
Filmografía sobre Trotsky
Año | Película | Director | Actor |
---|---|---|---|
1972 | El asesinato de Trotsky | Joseph Losey | Richard Burton |
1983 | Frida, naturaleza viva | Paul Leduc | Max Kerlow |
1988 | Esperanza / Эсперанса | Sergio Olhovich | Lev Lemke (Лев Лемке) |
1996 | Asaltar los cielos | José Luis López-Linares, Javier Rioyo | |
2002 | Frida | Julie Taymor | Geoffrey Rush |
2007 | Trotzki (documental) | Daniel y Jürgen Ast | |
2009 | The Trotsky | Jacob Terney | Jay Baruchel |
2016 | El elegido | Antonio Chavarrías | Alfonso Herrera |
Obras principales
- 1905 Resultados y perspectivas (1906)
- El socialismo en los Balcanes (1910)
- La guerra y la Internacional (1914)
- Jean Jaurès (1915)
- El derecho de las naciones a la autodeterminación (1917)
- Lenin como tipo nacional (1920)
- Las lecciones de la Comuna (1921)
- Literatura y revolución (1924)
- En España (1924)
- Historia de la Revolución rusa (dos tomos, 1929 a 1932)
- Mi vida (1930)
- La revolución permanente (1930)
- La revolución traicionada (1936)
- Stalin'
Véase también
- Christian Rakovski
- Cuarta Internacional
- Estalinismo
- Izquierda judía
- Leninismo
- Museo Casa de León Trotsky
- Trotskismo
- Olga Kámeneva
- Lev Kámenev
- Historiografía soviética
- Fotografías trucadas en la Unión Soviética
- Portal:Marxismo. Contenido relacionado con Marxismo.
Notas
- El topónimo griego Prinkipo también es empleado en las fuentes.
Referencias
- Renton, 2004, p. 142.
Bibliografía
- Cohen, Stephen F. (1973). Bukharin and the Bolshevik Revolution: A political biography, 1888-1938 (en inglés). Knopf. p. 495. ISBN 0394460146.
- Deutscher, Isaac (1997). The Prophet Armed: Trotsky, 1879-1921 (en inglés). Replica Books. p. 540. ISBN 9780735100145.
- Renton, Dave (2004). Trotsky (en inglés). Haus Publishing. p. 185. ISBN 9781904341628.
- Rubenstein, Joshua (2013). León Trotsky, una vida revolucionaria. Península. p. 248. ISBN 9788499421841.
- Schurer, Heinz (1959). «Alexander Helphand-Parvus--Russian Revolutionary and German Patriot». Russian Review (en inglés) 18 (4): 313-331.
- Service, Robert (2010). Trotski: una biografía. Ediciones B. p. 735. ISBN 9788466644082.
- Palmer, Bryan D. (2003). «Leon Trotsky: Planet Without a Visa» (pdf). Left History 9 (1): 79-96. ISSN 1913-9632.
Enlaces externos
- Wikimedia Commons alberga contenido multimedia sobre León Trotski.
- Wikiquote alberga frases célebres de o sobre León Trotski.
- Wikisource contiene obras originales de o sobre León Trotski.
- En el Marxists Internet Archive está disponible una sección con obras de León Trotski.
- Centro de Estudios, Investigaciones y Publicaciones "León Trotsky" - Argentina
- The Lubitz TrotskyanaNet: dealing with Leon Trotsky, Trotskyism and Trotskyists (en inglés)
- Biografía en el Diccionario de Materialismo Histórico
- Biografía de León Trotsky
- Libro autobiográfico.
- León Trotsky: Literatura y Revolución
- Programa de Transición
- Cómo la Unión Soviética y los Partidos Comunistas organizaron el asesinato de León Trotsky
- La voz de Rusia sobre el asesinato de Lev Trotski
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