En la mitología griega, las Moiras (en griego antiguo Μοῖραι, ‘repartidoras’) eran las personificaciones del destino. Sus equivalentes en la mitología romana eran las Parcas o Fata, y en la nórdica las Nornas. Vestidas con túnicas blancas, su número terminó fijándose en tres.
La palabra griega moira (μοῖρα) significa literalmente ‘parte’ o ‘porción’, y por extensión la porción de existencia o destino de uno. Controlaban el metafórico hilo de la vida de cada mortal desde el nacimiento hasta la muerte (y más allá).
Una vez su número se hubo establecido en tres,6 los nombres y atributos de las Moiras quedaron fijados:
Un texto bilingüe eteocretense9 tiene la traducción griega Ομοσαι δαπερ Ενορκίοισι (Omosai d-haper Enorkioisi, ‘pero puede jurar [estas] mismas cosas a las Guardianas de Juramentos’). En eteocretense esto se escribe —S|TUPRMĒRIĒIA, donde MĒRIĒIA puede aludir a las divinidades que los helenos conocían como las Moiras.
Diversas versiones de las Moiras existieron en los niveles mitológicos europeos más antiguos. Es imposible no relacionarlas con otras diosas hilanderas del destino indoeuropeas, como las Nornas en la mitología nórdica o la diosa báltica Laima y sus dos hermanas.
Sin embargo, un presunto epíteto del rey de los dioses, Zeus Moiragetes (‘Zeus Dador de Destino’), fue plasmado en el siglo II por Pausanias a raíz de una inscripción que contemplara en Olimpia:
Los griegos afirmaban variadamente que las Moiras eran hijas de seres primordiales como Nix (la Noche), Caos o Ananké (la Necesidad) —H. J. Rose escribe que Nix era la madre de las Moiras,13 al igual que de las Erinias, en la tradición órfica—, si bien algunos mitógrafos posteriores fueron tan lejos como para afirmar que las Moiras eran hijas de Zeus, junto con bien Ananké o, como Hesíodo señala en un pasaje,14 con Temis (la Justicia) o con Nix.
De los testimonios de Pausanias y de esta segunda vertiente genealógica se infiere la preeminencia de Zeus respecto de las Moiras y su potestad, lo cual no se corresponde con lo que nos ha llegado de los cultos y tradiciones más antiguos, en los que se nos presenta a las Moiras como divinidades primigenias o ctónicas al margen del devenir y de la voluntad del resto de dioses. Es probable que ello se deba a un intento de modificar los mitos originales para que encajaran con el más tardío sistema patriarcal olímpico.
Esta postura tampoco era aceptable para Esquilo, Heródoto o Platón, que consideraban a Zeus conocedor y administrador del destino de los hombres en tanto soberano del orden establecido, pero no decisor último del mismo. En efecto, tanto él como el resto de inmortales podían dispensar al ser humano dichas, aflicciones, recompensas y castigos; pero lo que cada hombre podría o no conseguir a lo largo de su existencia, el límite temporal a ésta y su finalidad predeterminada eran competencia exclusiva de las Moiras.
En otras ocasiones se les atribuye la apariencia de tres viejas hilanderas, o de tres melancólicas damas (una doncella, una matrona y una anciana, respectivamente). Shakespeare se inspiró en este mito para crear las tres brujas que aparecen en Macbeth, cuya intervención es determinante en el destino del protagonista.
La palabra griega moira (μοῖρα) significa literalmente ‘parte’ o ‘porción’, y por extensión la porción de existencia o destino de uno. Controlaban el metafórico hilo de la vida de cada mortal desde el nacimiento hasta la muerte (y más allá).
Índice
Mitología
En principio, las Moiras eran concebidas como divinidades indeterminadas y abstractas, quizá incluso como una sola diosa. En la Ilíada de Homero se habla generalmente de "la Moira", que hila la hebra de la vida para los hombres en su nacimiento1 (μοῖρα κραταιή, moera Krataia: ‘poderosa Moira’).2 En la Odisea hay una referencia a las Klôthes (Κλῶθές) o hilanderas.3 En Delfos sólo se rendía culto a dos: la moira del nacimiento y la de la muerte.4 En Atenas, la diosa Afrodita era considerada la mayor de ellas en su aspecto de Afrodita Urania, según la Descripción de Grecia de Pausanias.5Una vez su número se hubo establecido en tres,6 los nombres y atributos de las Moiras quedaron fijados:
- Cloto (Κλωθώ, ‘hilandera’) hilaba la hebra de vida con una rueca y un huso. Su equivalente romana era Nona, originalmente invocada en el noveno mes de gestación.
- Láquesis (Λάχεσις, ‘la que echa a suertes’) medía con su vara la longitud del hilo de la vida. Su equivalente romana era Décima, análoga a Nona.
- Átropos (Ἄτροπος, ‘inexorable’ o ‘inevitable’, literalmente ‘que no gira’,7 a veces llamada Aisa) era quien cortaba el hilo de la vida. Elegía la forma en que moría cada hombre, seccionando la hebra con sus «detestables tijeras» cuando llegaba la hora. En ocasiones se la confundía con Enio, una de las Grayas.8 Su equivalente romana era Morta (‘Muerte’), y es a quien va referida la expresión "la Parca" en singular.
Un texto bilingüe eteocretense9 tiene la traducción griega Ομοσαι δαπερ Ενορκίοισι (Omosai d-haper Enorkioisi, ‘pero puede jurar [estas] mismas cosas a las Guardianas de Juramentos’). En eteocretense esto se escribe —S|TUPRMĒRIĒIA, donde MĒRIĒIA puede aludir a las divinidades que los helenos conocían como las Moiras.
Diversas versiones de las Moiras existieron en los niveles mitológicos europeos más antiguos. Es imposible no relacionarlas con otras diosas hilanderas del destino indoeuropeas, como las Nornas en la mitología nórdica o la diosa báltica Laima y sus dos hermanas.
Zeus y las Moiras
Las Moiras también eran temidas y respetadas por los dioses. El mismo Zeus estaba sujeto a sus designios, según admitió una vez la sacerdotisa pitia de Delfos. Hesíodo se refería a ellas como «las Moiras, a quienes el sabio Zeus dio los mayores honores»10 (aunque ninguna obra clásica precisa hasta qué punto exacto los propios inmortales estaban sometidos a los caprichos de las Moiras, y cabría asimismo esperar que su relación con Zeus no fuese inmutable en el tiempo).Sin embargo, un presunto epíteto del rey de los dioses, Zeus Moiragetes (‘Zeus Dador de Destino’), fue plasmado en el siglo II por Pausanias a raíz de una inscripción que contemplara en Olimpia:
Cuando se llega al punto de partida de las carreras de carros, hay un altar con la inscripción "Al Dador de Destino".11También se refirió a los relieves esculpidos en el templo de Zeus en Megara, citando que «sobre la cabeza de Zeus están las Horas y las Moiras, y todos pueden ver que es el único dios obedecido por éstas». Igualmente advirtió que había un santuario de las Moiras a las puertas de Tebas, contiguo al de Zeus;12 mientras que el del dios contaba con representación escultórica, el de la tríada no.
Los griegos afirmaban variadamente que las Moiras eran hijas de seres primordiales como Nix (la Noche), Caos o Ananké (la Necesidad) —H. J. Rose escribe que Nix era la madre de las Moiras,13 al igual que de las Erinias, en la tradición órfica—, si bien algunos mitógrafos posteriores fueron tan lejos como para afirmar que las Moiras eran hijas de Zeus, junto con bien Ananké o, como Hesíodo señala en un pasaje,14 con Temis (la Justicia) o con Nix.
De los testimonios de Pausanias y de esta segunda vertiente genealógica se infiere la preeminencia de Zeus respecto de las Moiras y su potestad, lo cual no se corresponde con lo que nos ha llegado de los cultos y tradiciones más antiguos, en los que se nos presenta a las Moiras como divinidades primigenias o ctónicas al margen del devenir y de la voluntad del resto de dioses. Es probable que ello se deba a un intento de modificar los mitos originales para que encajaran con el más tardío sistema patriarcal olímpico.
Esta postura tampoco era aceptable para Esquilo, Heródoto o Platón, que consideraban a Zeus conocedor y administrador del destino de los hombres en tanto soberano del orden establecido, pero no decisor último del mismo. En efecto, tanto él como el resto de inmortales podían dispensar al ser humano dichas, aflicciones, recompensas y castigos; pero lo que cada hombre podría o no conseguir a lo largo de su existencia, el límite temporal a ésta y su finalidad predeterminada eran competencia exclusiva de las Moiras.
Representación
Se las representaba comúnmente como a tres mujeres hieráticas, de aspecto severo y vestidas con túnicas: Cloto, portando una rueca; Láquesis, con una vara, una pluma o un globo del mundo; y Átropos, con unas tijeras o una balanza.En otras ocasiones se les atribuye la apariencia de tres viejas hilanderas, o de tres melancólicas damas (una doncella, una matrona y una anciana, respectivamente). Shakespeare se inspiró en este mito para crear las tres brujas que aparecen en Macbeth, cuya intervención es determinante en el destino del protagonista.
Bibliografía
- Blisniewski, T. (1992). Kinder der dunkelen Nacht: die Ikonographie der Parzen vom späten Mittelalter bis zum späten XVIII. Jahrhundert. Colonia: Kleikamp Druck. OCLC 464002957. Hijos de la noche oscura: Iconografía de las Parcas desde la alta Edad Media hasta finales del siglo XVIII.
- Graves, R. (1955). The Greek myths. Baltimore: Penguin Books. OCLC 656544.
- Harrison, J. E. (1903). «VI. The Maiden-Trinities». Prolegomena to the study of Greek religion. Cambridge: Cambridge University Press.
- Kerényi, K. (1951). The gods of the Greeks. Londres, Nueva York: Thames & Hudson. OCLC 387233.
- Peck, H. T. (1898). Harper's dictionary of classical literature and antiquities. Nueva York: Harper. OCLC 1451683. http://www.perseus.tufts.edu/cgi-bin/ptext?doc=Perseus%3Atext%3A1999.04.0062.
- Rose, H. J. (1928). A handbook of Greek mythology. Londres: Methuen & Co.. OCLC 4142933.
- Ruck, C. A. P., Staples, D. (1994). The world of classical myth: gods and goddesses, heroines and heroes. Durham: Carolina Academic Press. ISBN 9780890895757.
- Smith, W., ed. (1867), «Moira», A Dictionary of Greek and Roman biography and mythology, Boston: Little, Brown & Co., ii.1109–1111, OCLC 68763679
Véase también
Notas y referencias
- Homero: Ilíada, XXIV, 209.
- 200 - 216: texto español en Wikisource.
- Texto griego en Wikisource.
- 200 - 216: texto español en Wikisource.
- Ilíada, XVI, 334.
- 329 - 341: texto español en Wikisource.
- Texto griego en Wikisource.
- 329 - 341: texto español en Wikisource.
- Odisea, VII, 197.
- 186 - 206: texto español en Wikisource.
- Texto griego en Wikisource.
- 186 - 206: texto español en Wikisource.
- Kerényi (1951), pág. 32.
- Pausanias: Descripción de Grecia, X, 24, 4.
- X: texto español, resultado de traducción automática.
- X, 16, 3 - X, 24, 7: texto francés.
- X, 24: texto francés.
- X, 24, 4: texto inglés, con índice electrónico, en el Proyecto Perseus; trad. de 1918 de W.H.S. Jones et al. publicada en la Loeb Classical Library. En la parte superior derecha se encuentran los rótulos activos "focus" (para cambiar al texto griego) y "load" (para el texto bilingüe).
- X, 24: texto griego.
- X, 24, 4: texto griego en Wikisource.
- La consideración de que eran tres cobró fuerza en el siglo II: cuando Pausanias visitó el templo de Apolo en Delfos, con Apolo y Zeus acompañados cada uno por una Moira, señaló que «hay también imágenes de dos Moiras, pero en lugar de la tercera a su lado aparecen Zeus Moiragetes y Apolo Moiragetes.»
- Compárese con la antigua diosa Adrastea, la ‘ineludible’.
-
Viene la ciega Furia con las detestables tijeras,
y corta la vida finamente hilada.
John Milton: Lycidas, l. 75.- Lycidas: texto inglés en Wikisource.
- La inscripción, del Delfinion de Dreros, actualmente desaparecida, fue publicada por: Henri van Effenterre (1946). «Inscriptions archaïques crétois» (en francés). Bulletin de correspondance hellénique (París) (70): pp. 602–603. OCLC 290806160.
- Hesíodo: Teogonía, 901.
- 886 - 929 (Hijos de Zeus con las diosas): texto español en Wikisource.
- Texto griego en Wikisource.
- 886 - 929 (Hijos de Zeus con las diosas): texto español en Wikisource.
- Descripción de Grecia, V, 15, 5.
- V: texto español, resultado de traducción automática.
- V, 10, 1 - V, 20 - 10: texto francés.
- V, 15: texto francés.
- V, 15, 5: texto inglés en el Proyecto Perseus, con las características indicadas antes.
- V, 15, 5: texto griego en Wikisource.
- V, 15, 5: texto inglés en el Proyecto Perseus, con las características indicadas antes.
-
Hay un santuario de Temis con una imagen de mármol blanco; contiguo hay un santuario de las Parcas, mientras el tercero es de Zeus del Mercado. Zeus está hecho de piedra; las Moiras no tienen imágenes.
Descripción de Grecia, IX, 25, 4.- IX: texto español, resultado de traducción automática.
- IX, 25, 1 - IX, 34, 5: texto francés.
- IX, 25, 4: texto inglés en el Proyecto Perseus, con las características indicadas antes.
- IX, 25, 4: texto griego en Wikisource.
- IX, 25, 4: texto inglés en el Proyecto Perseus, con las características indicadas antes.
- Rose (1928), pág. 24.
- Teogonía, 904.
- 886 - 929 (Hijos de Zeus con las diosas): texto español en Wikisource.
- Texto griego en Wikisource.
- 886 - 929 (Hijos de Zeus con las diosas): texto español en Wikisource.
Enlaces externos
- Wikimedia Commons alberga contenido multimedia sobre Moiras.
- «Moirai» en Theoi Project (en inglés).
- Himnos órficos, 58: A las Moiras.
- Texto inglés en Theoi; trad. de 1792 de Thomas Taylor (1758 – 1835).
- Texto inglés: otra edición, en el sitio Sacred Texts.
- Higino: Fábulas (Fabulae).
- 251: Quiénes volvieron del inframundo con permiso de las Parcas (Qui licentia Parcarum ab inferis redierunt).
- Texto italiano (como 248).
- Texto inglés en el sitio Theoi.
- Texto latino en el sitio de la Bibliotheca Augustana (Augsburgo).
- Ed. de 1872 en Internet Archive: texto latino en facsímil electrónico.
- 251: Quiénes volvieron del inframundo con permiso de las Parcas (Qui licentia Parcarum ab inferis redierunt).
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