DicEC
Los
baptistas forman una de las Iglesias
protestantes más extendidas. Su origen en los tiempos modernos se remonta a
John Smyth y Thomas Helwys, que propusieron la separación de la Iglesia y el
Estado y rechazaron el bautismo de niños. Se marcharon de Inglaterra para huir
de la persecución (1607) y fueron a Holanda, donde cayeron bajo la influencia
de los mennonitas o anabaptistas. Pronto volvieron a Inglaterra y establecieron
la primera
Iglesia baptista en 1612. 1 Desde allí se extendió por el mundo, y
especialmente por América; Roger Williams se estableció en Rhode Island en
1639. A lo largo de los siglos ha habido muchas Iglesias baptistas y grupos
escindidos', algunos de los cuales se unieron en la Alianza Baptista Mundial
(ABM) en 1905 2.
Desde
el siglo XIX fue formándose el mito de los antepasados en distintos grupos de
baptistas, remontándose hasta los tiempos del Nuevo Testamento (Landmarkism).
Habiendo sufrido persecución desde sus comienzos, siempre han sido grandes
defensores de la libertad religiosa. Desde los primeros tiempos propugnaron la
separación completa de la Iglesia y el Estado. La principal imagen
neotestamentaria de la Iglesia para los baptistas es probablemente la del
/pueblo de Dios viviendo en la koinonia (->Comunión/koinónia)
de la familia de Dios. En la Iglesia el culto constituye una prioridad
fundamental, ya que este hace posible que la gente experimente la acción
salvífica de Dios. El bautismo es una acción simbólica que se realiza cuando
el candidato ha experimentado la fe salvífica. Los que han sido bautizados de
niños en otras Iglesias reciben el bautismo del creyente, normalmente por
inmersión, asociándose así a la congregación baptista. Los baptistas niegan
que esto sea un rebautismo, ya que el bautismo recibido de niños no es
considerado un verdadero bautismo en el sentido del Nuevo Testamento.
La
autoridad para la administración de la Iglesia está en manos de la
congregación, que es la que aprueba la llamada de los ministros y los ordena
como pastores o diáconos con una oración de consagración recitada por
ministros de congregaciones vecinas 3. Aunque cada congregación baptista es
autónoma, se han venido fundando asociaciones ya desde 1650, que han
contribuido notablemente a la unidad de la fe, así como al esfuerzo misionero 4.
Aunque
los baptistas se muestran dispuestos a cooperar en obras de evangelización, su
sentido congregacional les hace sentirse incómodos cuando se encuentran con las
estructuras de las otras Iglesias 5. No todos los baptistas se encuentran a gusto
en el Consejo Mundial de las Iglesias (-> Ecumenismo y Consejo Mundial de las
Iglesias), al que algunos consideran demasiado politizado, aunque otros
grupos baptistas estén plenamente integrados en él. La ABM es promotora del
diálogo ecuménico internacional.
Desde
1986 se mantiene un diálogo a nivel internacional con los luteranos. Los
baptistas muestran su preocupación por la condena de sus posiciones en las
confesiones luteranas; los luteranos, por su parte, se muestran igualmente
preocupados por la no aceptación de su bautismo. Otros temas tratados son el
discipulado, la Iglesia y la autoridad6. Cuestiones parecidas vienen
discutiéndose en Alemania desde 1979 7.
La
ABM mantiene el diálogo con la Alianza Mundial de Iglesias Reformadas desde
1973-1977. Ambas son representantes de la Reforma radical; ambas se ven a sí
mismas como renovación de la Iglesia local según el modelo del Nuevo
Testamento; ambas siguen la teología calvinista; ambas insisten en la
participación de los laicos y rechazan la episcopé/supervisión centrada en
una sola persona 8.
En
Estados Unidos los católicos han mantenido importantes diálogos con las
Iglesias baptistas americanas (1967-1970) 9 y los baptistas sureños (1982-198410,
1985-1988 11). En ámbito internacional ha habido diálogo entre los
católicos y los baptistas desde 1984, en relación con temas como la misión,
la Iglesia, el testimonio y el evangelismo 12. Como síntesis de las
conversaciones, en 1988 se publicó Llamada a dar testimonio de Cristo en el
mundo actual 13.
Una
contribución especial de los baptistas al movimiento ecuménico es su
dedicación a la misión y evangelización, que en el pasado, sin embargo, no
siempre fue ajena a la tentación
del proselitismo. Su valor y compromiso condujo a muchos al martirio en la ex
Unión Soviética (antes de 1989).
NOTAS:
1 J. SÁNCHEZ GUERRA, Las Iglesias baptistas, en Ecumenismo, Universidad
Pontificia de Salamanca, Salamanca 1971, 481482: K. ALGERMISSEN, Iglesia
católica y confesiones cristianas, Rialp, Madrid 19632,
1127-1128; R. G. TORBET, A History of the Baptists, Filadelfia 1963;
W. H. BRACKNEY, The Baptists, Westport 1988. - 2 F.
T. LORD, Baptists World Fellowship: A Short History of the Baptist World
Alliance, Londres 1955; E. A. PAYNE, The Baptist Union. A Short
History, Londres 1959. - 3 The Philadelphia Confession (1688),
en P. SCHAFF-D. S. SCHAFF (eds.), The Creeds of Christendom 111. Gran
Rapids 1990, 738-741: New Hampshire Baptist Confession, en Ib, 742-748;
C. BROWNLOW HASTINGS, Introducing Southern Baptist: Their Faith and Their
Life, Nueva York 1981; A Baptist Bibliography, GrOrTR 22 (1977)
263-265; E. F. TOPPER, A Baptist Vision of the Church, RExp 84
(1987) 617-632. -4 A. W. GRAVES, The Present Role of the Baptist
Association, RExp 77 (1980) 185199. -5 W. R. ESTEP, Baptists and
Christian Unity, Nashville 1967: J. D. HUGHEY, Baptists and the
Ecumenical Movement. EcuR 10 (1957-1958) 401-410. _-6 Baptists and
Lutherans in Dialogue, Ginebra 1990. -7 G. RoTHERMUNDT, Em Dialog
beginnt: Die baptistisch-lutherischen Gespróche seit 1979, Okumenische
Rundschau 36 (1987) 321-331. -8 Baptists and Reformed in Dialogue, Ginebra
1984. -9 A. GONZÁLEZ MONTES, Enchiridion Oecumenicunt 11, Universidad
Pontificia de Salamanca, Salamanca 1993, 47-48 (introducción
histórica); J. A. BURGESS-J. GROS, Building Unity, Nueva York 1989,
39-44; W. H. PORTER, Ecumenical Concerns among American Baptists, JEcuS
17 (1980) 21-37. - 10 J. A. BURGESS-J. GROS, Building Unit
, v, o.c., 45-51; T. F. STRANSKY, A Roncan Catholic Perspective on
Baptist Ecumenism, JEcuSt 17 (1980) 125-132. -11 AA.VV., To
Understand Each Other, Nueva Orleans 1989; Agreed Statement, Origins 19/10
(1989) 166168; T. HORGAN, Southern Baptist/Roman Catholic Dialogue, JEcuSt
25 (1988) 157158. - 12 InformSer 55 (1984) 2-3, 67-68; 59 (1985) 3-4,
40; 72 (1990) 5-18, y en One in Christ 26 (1990) 238-255; J. M.
RADANO, The Catholic Church in Dialogue
with Lutherans,
Reformed and Baptists, One in Christ 24
(1988) 71-81.-13 A. GONZÁLEZ MONTES, Enchiridion Oecumenicum II, o.
c., 48-66 (texto).
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