Cardenal primado de Escocia y hombre de estado, nacido en 1494 en
Escocia y muerto el 29 de mayo de 1546 en St. Andrews, condado de Fife
(Escocia), de cuya sede era cardenal arzobispo. Se distinguió por ser
uno de los más ardientes adversarios de la Reforma y por apoyar una
alianza dinástica y militar entre Escocia y Francia para luchar contra
la política anexionista del rey inglés Enrique VIII (1509-1547).
Gracias a la protección de su tío Jacobo Beaton, canciller de Escocia, prelado de Escocia, arzobispo de St. Andrews y uno de los regentes del reino durante la minoría de edad de Jacobo V (1513-1542), el joven David pudo escalar poco a poco los más altos peldaños del poder, tanto eclesiásticos como políticos, de Escocia, hasta relevar a su tío en todos sus cargos y prerrogativas durante el reinado de Jacobo V.
David Beaton logró disuadir al rey para que éste no aceptara las reformas protestantes en Escocia, además de gestionar personalmente sus dos matrimonios con sendas damas de la alta nobleza francesa con el ánimo de establecer una unión política con Francia en contra de Inglaterra. Tras la muerte del rey, acaecida en el año 1542, David Beaton se puso al frente de la facción contraria a la política pro-inglesa encabezada por Jacobo Hamilton, segundo conde de Arran, quien era el regente de la heredera al trono María Estuardo (1542-1567). A tal efecto, redactó un testamento falso con el propósito de que se le nombrase regente de Escocia, maniobra que fue rápidamente desmantelada por sus adversarios, lo que no fue óbice para que conservara grandes parcelas de poder y autoridad en la Corte escocesa.
Tras el cambio de estrategia que efectuó el conde de Arran en favor de la política de Beaton, éste fue nombrado canciller del reino, y pasó de esa manera a ser el regente virtual del reino en el año 1543, momento en que dio comienzo a una persecución implacable de los protestantes. Nombrado legado papal en Escocia en el año 1544, ese mismo año frustró los planes de Enrique VIII para casar a su hijo, el futuro Eduardo VI (1547-1553), con María Estuardo. Al malograr los planes del monarca, Beaton provocó la invasión por parte de los ejércitos ingleses de gran parte de Escocia. Aún así, Beaton no bajó la guardia en su hostigamiento contra los elementos protestantes. Lo primero que hizo fue despojar a Knox, caudillo y cabeza visible de los partidarios de la Reforma en Escocia, de su cátedra en la Universidad de St. Andrews, para, posteriormente, mandar quemar vivo el 28 de febrero del año 1546, ante la propia presencia de Knox, a Jorge Wishart, a la sazón el predicador más elocuente del protestantismo. Este atroz castigo y las constantes crueldades que cometió para aplastar a los protestantes, acabaron por alimentar el odio del pueblo hacia su persona, circunstancia que fue aprovechada por un grupo de nobles protestantes para asaltar su castillo y darle muerte.
Gracias a la protección de su tío Jacobo Beaton, canciller de Escocia, prelado de Escocia, arzobispo de St. Andrews y uno de los regentes del reino durante la minoría de edad de Jacobo V (1513-1542), el joven David pudo escalar poco a poco los más altos peldaños del poder, tanto eclesiásticos como políticos, de Escocia, hasta relevar a su tío en todos sus cargos y prerrogativas durante el reinado de Jacobo V.
David Beaton logró disuadir al rey para que éste no aceptara las reformas protestantes en Escocia, además de gestionar personalmente sus dos matrimonios con sendas damas de la alta nobleza francesa con el ánimo de establecer una unión política con Francia en contra de Inglaterra. Tras la muerte del rey, acaecida en el año 1542, David Beaton se puso al frente de la facción contraria a la política pro-inglesa encabezada por Jacobo Hamilton, segundo conde de Arran, quien era el regente de la heredera al trono María Estuardo (1542-1567). A tal efecto, redactó un testamento falso con el propósito de que se le nombrase regente de Escocia, maniobra que fue rápidamente desmantelada por sus adversarios, lo que no fue óbice para que conservara grandes parcelas de poder y autoridad en la Corte escocesa.
Tras el cambio de estrategia que efectuó el conde de Arran en favor de la política de Beaton, éste fue nombrado canciller del reino, y pasó de esa manera a ser el regente virtual del reino en el año 1543, momento en que dio comienzo a una persecución implacable de los protestantes. Nombrado legado papal en Escocia en el año 1544, ese mismo año frustró los planes de Enrique VIII para casar a su hijo, el futuro Eduardo VI (1547-1553), con María Estuardo. Al malograr los planes del monarca, Beaton provocó la invasión por parte de los ejércitos ingleses de gran parte de Escocia. Aún así, Beaton no bajó la guardia en su hostigamiento contra los elementos protestantes. Lo primero que hizo fue despojar a Knox, caudillo y cabeza visible de los partidarios de la Reforma en Escocia, de su cátedra en la Universidad de St. Andrews, para, posteriormente, mandar quemar vivo el 28 de febrero del año 1546, ante la propia presencia de Knox, a Jorge Wishart, a la sazón el predicador más elocuente del protestantismo. Este atroz castigo y las constantes crueldades que cometió para aplastar a los protestantes, acabaron por alimentar el odio del pueblo hacia su persona, circunstancia que fue aprovechada por un grupo de nobles protestantes para asaltar su castillo y darle muerte.
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