“Nombres Cristianos”, dice el anticuario isabelino, Camden, “fueron
impuestos para la distinción de las personas, apellidos para la
diferenciación de las familias.” Parecería desde este punto, aun en el
siglo dieciséis, que el significado etimológico e histórico de la frase
“nombre Cristiano” fue oscureciéndose, y comúnmente fue olvidado en
nuestros tiempos. Pero, estrictamente hablando, el “nombre Cristiano” no
es meramente el nombre de pila distintivo de un miembro individual de
la familia, sino el nombre dado a el, a su “bautismo”, o por ejemplo a
su bautismo. Se debe recordar que, en la pre – Reforma en Inglaterra el
laicado tuvo permitido administrar el bautismo en casos de necesidad con
las palabras: “Yo te bautizo en el nombre del Padre” etc. El bautizar
es de este modo el “bautismo”, y así el “nombre Cristiano” significa el
nombre bautismal.
Orígenes
Alguna vaga idea que nomina sunt omina (“nombres son
presentimientos”) significa que es una suerte de instinto humano
primitivo. Así a través de los tiempos del Viejo Testamento el
significado de los nombres ha pasado como un principio aceptado. Ellos
fueron usualmente dados en referencia a cualquier atributo en un niño,
actual o profético o con algún sentimiento o esperanza en los padres al
momento de su nacimiento. Fue solamente un muy leve desarrollo de la
idea de suponer que un cambio en la condición demanda apropiadamente un
cambio en el nombre. Así la conversión de Abram en Abraham (el “Padre de
varias naciones” Génesis 17:5) fue impuesto bajo la ocasión del pacto
de circuncisión y ratificado como reclamo a Dios de una especial
bendición.
En vista, luego, de su reconocimiento congruente y de la practica
de los Hebreos de dar un nombre a cada niño varón al momento de la
circuncisión en el octavo día del nacimiento (Lucas 1:59), se ha
mantenido la costumbre de conferir un nombre bajo el cual el nuevo
bautizado tuviera origen Apostólico. Por ejemplo, el punto es declarado
de encontrarse en el caso del Apóstol de los Gentiles, quien ante su
conversión, fue llamado Saúl y luego Pablo. Pero los eruditos modernos, y
con razón, han rechazado esta argumentación.
El bautismo de San Pablo esta registrado en Actas 9: 18, pero el
nombre Pablo no ocurría antes Actas 13: 9 mientras Saúl se encuentra
varias veces en el intervalo. No tenemos mas razones para conectar el
nombre de Pablo con el bautismo apostólico que lo que tenemos que
contabilizar en el mismo modo por el dado nombre de Cephas o Pedro, el
cual conocemos tener derecho a otra causa.
Además, esto es cierto, en ambos casos desde la inscripción de
las catacumbas y desde temprano en la literatura Cristiana, que los
nombres de Cristianos en las primeras tres centurias no difieren
distintivamente de los nombres de los paganos que los rodean. Una
referencia a Epistles de San Pablo, hace este plan que aun los nombres
de dioses paganos y diosas nacieron por esta conversión luego de
convertirse ellos mismos antes. Hermes ocurre en Romanos 16: 14, con un
numero de otros nombres puramente paganos, Epaphroditus en Phil. 4 : 18,
Phoebe, la diaconisa en Romanos 16:1. No menos conclusivo son los
nombres de los cuales encontramos en las inscripciones cristianas del
periodo temprano o en los signatarios anexados a estos concilios como
Nicaea o Ancyra (ver Turner, "Eccl. Occident. Mon. Juris", I, 36-90; II,
50-53), o nuevamente en la lista de mártires. Aun en etapas tardías,
los nombres son de carácter misceláneo. La siguiente clasificación es
una que ha sido trabajado por J. Bass Mullinger fundado en Martigny.
Nombres sin significado Cristiano y probablemente derivado de ancestros paganos
Esta categoría puede ser dividida como sigue:
Nombres derivados sin cambios o levemente modificados de la mitología pagana
Por ejemplo, Mercurios, Bacchus, Apollos(I Corinthians 16:12),
Hermogenes (Romans 16:4), etc.; de ritos religiosos u premoniciones, por
ejemplo, Augustus, Auspicius, Augurius, Optatus;
Desde los números, por ejemplo, Primus, Primigenius, Secundinus,
Quartus, Octavia, etc.;
Desde los colores, por ejemplo, Albanus, Candidus, Rufus, etc.;
Desde los animales y pájaros, por ejemplo, Asellus, Columbia, Leo,
Taurus, Ursula, etc.;
Desde la agricultura, por ejemplo, Agricia, Armentarius, Palmatinus,
Stereorius, etc.;
Desde las flores, por ejemplo, Balsamia, Flosculus, Narcissus, Rosula;
Desde las joyas, por ejemplo, Chrysanthus, Margarites, Smaragdus;
Desde la vida militar o el mar, por ejemplo, Emerentiana, Navigia,
Pelagia, Seutarius, Thalassus;
Desde los países, ciudades o ríos, etc; Afra, Cydnus, Galla, Jordanis,
Macedonius, Maurus, Sabina, Sebastianus, etc.;
Desde los meses, por ejemplo, Aprilis, Januaria, Junia, etc.;
Desde las cualidades personales, por ejemplo, Aristo, Hilarius,
Modestus, Pudens etc.;
Desde las condiciones serviles, por ejemplo, Servus, Servilianus,
Vernacla;
Nombres de celebridades históricas, por ejemplo, Caesarius, Cornelia,
Pompeius, Ptolemaeus, Vergilius.
Nombres de origen y significado Cristiano
Estos incluyen lo siguiente:
Nombres que aparecen sugeridos por dogmas cristianos, por
ejemplo, Anastasia, Athanasia, Christophorus, Redemptus, Restitutus,
etc.;
Desde festivales o ritos, por ejemplo, Epiphanius, Eulogia, Natalis,
Pascasia, Sabbatius y al frecuentemente recurrido Martyrius;
Desde las virtudes Cristianas, por ejemplo, Agape, Elpis, Fides, Irene,
las cuales derivan de Adelphius, Agapetus, Caritosa, etc.;
Sentimientos piadosos, por ejemplo, Adeodata, Ambrosius, Benedictus,
Deogratias, etc., y posiblemente de nombres como Gaudentianus, Hilarius,
Sozomen, Victorianus, Vincentius, pero es muy difícil asumir
distintivamente sentimientos Cristianos que estén aquí latentes.
Desde otro lado la recurrencia de estos nombres como Agnes,
Balbina, Cornelius, Felicitas, Irenaeus, Justinus, etc. pueden
probablemente estar asociados a la veneración de los mártires, quienes
primero aburren estos nombres, esto es bastante curioso que los nombres
del Nuevo Testamento son raramente encontrados mientras aquellos del
Viejo Testamento son difícilmente menos raros. Susana, Daniel, Moisés,
Tobías, ocurren frecuentemente, pero solo hacia el final de la cuarta
centuria que ellos encuentran el nombre de nuestra Santa Señora, o se
vuelven familiares a todos con aquellos de los Apóstoles. Aun luego
nosotros no podemos asegurar que en el caso de Paulus en particular esta
es cualquier referencia internacional al Apóstol de los Gentiles, pero
Johannes al menos, y Andreas, con Pedro y sus derivados como Petronia,
Petrius, Petronilla, etc. Petronia, Petrius, Petronilla, etc son menos
abiertos a la duda.
El nombre de Maria ocurre ocasionalmente en las inscripciones de
las catacumbas hacia el final del siglo cuarto, por ejemplo, en la forma
de Livia Maria in Pace(De Rossi, "Rom. Sot.", I, 143) y este es una
mártir asignada a la fecha 256 de la era de Cristo (De Rossi, "Rom.
Sot." III, 200 sqq y compara otras instancias del nombre, De Rossi,
"Insc. Christ. I, 331; II, 160 and 173).
Cambio de Nombre al Bautismo
Si podemos confiar el carácter autentico y contemporáneo de los actos
de San Bálsamo, quien murió en 331 de la era cristiana, podríamos tener
un ejemplo temprano de la conexión entre el bautismo y la dación del
nombre. “Por mi nombre paternal”, este mártir dijo que declararon “He
llamado Bálsamo, pero por el nombre espiritual que he recibido en el
bautismo, me conocen como Pedro”. Esto podría ser que en algunos casos
la asunción de un nuevo nombre por razones devocionales fue bastante
común entre los Cristianos. Eusebio el historiador tomo el nombre de
Panfili de Pánfilo, el mártir quien especialmente veneraba. Aun mas
temprano San Cipriano eligió ser llamado Cipriano Caecilius como
gratitud a Cecilius a quien el le debía su conversión. Además San
Dionisio de Alejandría, (c 260), declaro “Es mi opinión que esos son
algunos de los mismos nombres como el del Apóstol Juan, quien en una
cuenta de su amor a el, y porque ellos admiran y lo emulan, y desean ser
amados por el Señor como el lo fue, tomando a ellos mismos el mismo
nombre, igual que varios de los niños creyentes son llamados Pablo o
Pedro”( Eusebius, "Hist. Eccl.", VII, xxv). Podría ser solo natural que
la asunción, de alguno de estos nuevos nombres puedan tomar lugar formal
en el bautismo, en el cual el catecúmeno, luego probablemente como
ahora, tendrá que ser llamado por alguna apelación distintiva. De otro
modo parece posible que la imposición de un nuevo nombre al bautismo ha
comenzado a generalizarse. Cada niño tiene necesariamente que recibir
algún nombre u otro, y cuando el bautismo es seguido inmediatamente al
nacimiento, esto puede haber ofrecido una muy confiable oportunidad para
el reconocimiento publico de la elección hecha.
No hay duda que el trigésimo de los supuestos Cánones Arábicos de
Nicaea: “ de dar solo nombres de Cristianos en el bautismo” no es
autentico, aun pensando que es en etapa temprana; pero los sermones de
San Juan Crisóstomo parece asumir en varios diferentes lugares que el
nombre conferido, presumiblemente al bautismo, deber a ser regulado por
alguna idea de edificación Cristiana, y el implica pensar que esto no
parece nacer por la evidencia ahora disponible, que ha esta ha sido la
practica de las generaciones tempranas. Por ejemplo, el dice: “ cuando
se da el nombre a un niño, cuidando de no llamarlo luego de los santos,
como hacían en los tiempos anteriores, la gente enciende las lámparas y
da a ellos nombres y nombra a los niños luego de lo cual continúan
quemando los mas largos, conjeturando desde allí que el viviría largo
tiempo con el” (Hom. in Cor., xii, 13). En forma similar encomiendan la
practica de los padres de Antioquia en llamar a los niños luego del
mártir Meletius(P.G., L, 515) y el otra vez urge a sus escuchas no dar a
sus niños el primer nombre que ocurra, ni mirar de gratificar a los
padres o abuelos u otras familias en conexión dándoles sus nombres, sino
antes elegir los nombres de hombres santos conspicuos desde la virtud y
por su coraje ante Dios (P.G., LIII, 179). La historia preserva
diversos ejemplos de estos cambios de nombres en adultos que se
convierten. Sócrates(Hist. Eccl., VII, xxi) nos dice de Atenas quien
desposo al Emperador Teodosio el Joven, y quien previamente a casarse
fue bautizado(421 de la era cristiana) recibiendo el nombre de Eudocia.
Otra vez Bede nos dice del caso del rey Caedwalla, quien vino a Roma y
fue bautizado por el Papa Sergio quien se dio el nombre de Pedro. Murió
temprano luego que fuera sepultado en Roma y su epitafio comenzara “Hic
depositus est Caedwalla qui est Petrus" fue largamente apuntado(Bede,
"Hist. Eccl.", V, vii). Tarde el tuvo la bien conocida instancia de
Guthrum el Danés, líder en Inglaterra quienes luego de un largo litigio
con el Rey Alfredo quien fue eventualmente vencido y consintió en
aceptar la Cristiandad cuando fue bautizado en 878 por el Æthelstan.
Prácticas respecto a los Nombres
Mientras varios Padres y escritores espirituales, aquí y allí un
decreto sinodal, ha exhortado al fiel para no dar nombres a sus hijos en
el bautismo, pero aquellos de santos canonizados o de los ángeles de
Dios, estos deben confesar que ellos nunca han tenido tiempo en la
historia de la Iglesia cuando estos entredichos han sido todos
estrictamente atendidos. Ellos fueron ciertamente no atentos durante las
etapas tempranas o tardías de la Edad Media. Cualquiera que mire aun
casualmente una extensa lista de nombres medievales, los cuales son por
supuesto mejor encontrados en los índices de los volúmenes de
procedimientos legales los cuales han sido editados en tiempos modernos,
los cuales percibirán que mientras los nombres ordinarios sin ninguna
pronunciada asociación religiosa, tales como Guillermo, Roberto,
Rogelio, Geoffrey, Hugo, etcétera enormemente preponderan (Guillermo,
alrededor del año 1200 fue por lejos el mas común de los nombres
Cristianos en Inglaterra), habiendo siempre un muy considerable numero
de nombres excepcionales y fuera de moda, los cuales aparentemente sin
asociación religiosa en su totalidad. Estos nombres, tomados para pocos
casos, como Ademar, Ailma, Ailward, Albreza, Alditha, Almaury, Ascelina,
Avice, Aystorius (estas vienen con las listas de aquellos curados al
santuario de Santo Tomas de Canterbury) son de bastante frecuente
ocurrencia. El punto además no puede ser explicado en el. Podemos notar
de otro modo que la rubrica en el oficial "Rituale Romanum" imponiendo
que el sacerdote debe ver que indecorosos o ridículos nombres de
deidades o de diosas paganas no sean dados en el bautismo(curet ne
obscoena, fabulosa aut ridicula vel inanium deorum vel impiorum
ethnicorum hominum nomina imponantur). Algunos de los rituales franceses
del siglo diecisiete han llegado además mas allá de esto. Por ejemplo
que el de Bourges (1666) dirigido a padres y abuelos urge: “delen a los
muchachos los nombres de hombres santos y a las niñas aquellos de
mujeres santas como el correcto orden lo requiere, y déjenle evitar los
nombres de festivales como Easter (Pascuas), Natividad(Navidad), Todos
los santos(Toussaint) y otros que son algunas veces elegidos. “A pesar
de estos entredichos “Toussaint” se ha convertido en un no raro nombre
Cristiano francés y “Noel” se ha diseminado aun en Inglaterra. La
adición de Maria, especialmente en la forma de Juan Maria, para los
varones, y de Josefa para las mujeres es de ocurrencia diaria.
En España e Italia, la ardiente devoción a nuestra Sagrada Señora
no ha permanecido contenta con el simple nombre de Maria, pero algunos
de sus festivales, etc han creado nombres de niñas: Concepción, de la
cual el diminutivo es Concha, que es uno de los mas conocidos, pero
también Asunción, Encarnación, Mercedes, Dolores, etc en España, y en
Italia Asunta, Anunciata, Concetta, etc. Es extraño de otro modo que el
nombre Maria no ha significado siempre una elección favorita para las
niñas, posiblemente por un sentimiento que este es muy egregio para ser
usado familiar o comúnmente. En Inglaterra en el siglo doce, Maria como
nombre Cristiano, es de muy rara ocurrencia. Jorge además es un nombre
el cual a despecho de su reconocimiento del guerrero santo como patrón
de Inglaterra, no fue común en los siglos trece y catorce, aunque
extrañamente creció en popularidad luego de la Reforma. Un escritor
quien hizo un minucioso examen de los registros de la Universidad de
Oxford desde 1560 a 1621, hizo una lista de los nombres mas comunes de
los estudiantes nacidos en orden de popularidad: Juan, 3826; Tomas,
2777; Guillermo, 2546; Ricardo, 1691; Roberto, 1222; Eduardo, 957;
Enrique, 908; Jorge, 647; Francisco, 447; Jaime, 424; Nicolas, 326;
Edmundo, 298(ver Oxford Hist. Soc. Transactions, XIV). En Italia y
España ha sido siempre bien tolerado como practica común la de llamar a
un chico luego de su santo bajo cuya fiesta ha nacido.
Confirmación de los Nombres
La practica de adoptar un nuevo nombre no fue limitada al bautismo.
Algunos ejemplos medievales, muestran que cualquier cambio notable de
condición, especialmente en el orden espiritual, fue frecuentemente
acompañado por la recepción de un nuevo nombre. En el siglo octavo, los
dos hombres ingleses Winfrith y Willibald, fueron en diferentes
ocasiones a Roma y recibieron del pontífice reinante, junto con una
nueva comisión para orar, los nombres respectivamente de Bonifacio y
Clemente. Además Ema de Normandia cuando se caso con el rey Ethelred en
1002 tomo el nombre de Ælfgifu; mientras, por supuesto, la recepción de
un nuevo nombre bajo el cual entrar a una orden religiosa es casi
universal en nuestros días. No es extraño, luego, que la confirmación,
en cual la interposición de un abuelo enfatice la resemblanza con el
bautismo, este debe haberse vuelto común el tomar un nuevo nombre,
aunque usualmente no era de gran uso esto. En un caso, además, que
Enrique II, Rey de Francia—quien era el nieto de nuestro Eduardo VI
ingles que se cristianizo como Eduardo Alejandro en 1551—el mismo
príncipe francés en la confirmación recibió el nombre de Enrique, y bajo
este luego reino. Aun en Inglaterra la practica de adoptar un nombre
nuevo en la confirmación fue recordado luego de la Reforma por Sir
Eduardo Cooke que declaro que un hombre puede validamente comprar tierra
por su nombre de confirmación, y el recuerda el caso de Sir Francisco
Gawdye, ultimo Jefe de Justicia de Defensa de los Comunes, cuyo nombre
de bautismo fue Tomas y su nombre de confirmación fue Francisco(CO.
Litt.3 a).
Nombres bíblicos. Nombres cristianos para bebés. E - K
Nombres de la Biblia. Calendario y significados de los nombres
Significado etimológico de los
nombres de santos
más usuales y su fecha de celebración. Elije el nombre de tu bebé.
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Listado de nombres bíblicos:
Nombres bíblicos E
Nombre | Significado | Fecha |
EDGAR |
Eduardo |
18-III |
EDMUNDO |
Que defiende sus bienes |
16-XI |
EDUARDO |
Fuerte por su riqueza |
18-III |
EDUVIGIS |
Luchadora |
16-X |
EFRÉN |
Fructífero |
9-VI |
ELENA |
Luna |
18-VIII |
ELÍAS |
Mi Dios es Yahvé |
27-II |
ELISA |
Que jura por Dios |
5-XII |
ELISEO |
Dios es salvación |
14-VI |
EMILIANO |
Emilio |
29-IV |
EMILIO |
Amable |
22-V |
ENRIQUE |
Rico en fincas |
13-VII |
EPIFANÍA |
Manifestación |
6-I |
ERICO |
Que merece honor |
18-V |
ERNESTO |
Potencia de águila |
7-XI |
ESDRAS |
Dios ayuda |
13-VII |
ESIQUIO |
Alma buena |
26-XI |
ESTEBAN |
Corona |
26-XII |
ESTER |
Estrella |
24-V |
EUGENIA |
Bien nacida |
25-XII |
EULALIA |
Que habla bien |
12-II |
EUSEBIO |
Piadoso |
21-VI |
EVA |
Mujer |
19-XII |
EVARISTO |
Muy agradable |
26-X |
EZEQUIEL |
Dios es fuerte |
10-IV |
Nombres bíblicos f
Nombre | Significado | Fecha |
FABIÁN |
Hijo de Fabio |
20-I |
FABIO |
Que cultiva habas |
31-VII |
FABIOLA |
Hija de Fabio |
21-III |
FACUNDO |
Elocuente |
27-IX |
FAUSTINO |
Feliz |
15-II |
FAUSTO |
Feliz |
6-IX |
FEDERICO |
Señor pacífico |
18-VII |
FELICIANO |
Feliz |
24-I |
FELIPE |
Amigo de los caballos |
3-V |
FÉLIX |
Feliz |
7-I |
FERMÍN |
Firme |
7-VII |
FERNANDO |
Bravo en la paz |
30-V |
FIDEL |
Fiel |
24-IV |
FORTUNATO |
Afortunado |
23-IV |
FRANCISCO |
Francés |
4-X |
FULGENCIO |
Que resplandece |
16-I |
Nombres bíblicos G
Nombre | Significado | Fecha |
GABRIEL |
Fortaleza de Dios |
19-IX |
GENOVEVA |
De buena estirpe |
3-I |
GERARDO |
Fuerte con la lanza |
24-IX |
GERMÁN |
Hermano |
6-IX |
GERTRUDIS |
Fuerza de lanza |
17-XI |
GISELA |
Vara |
7-V |
GODOFREDO |
Paz con Dios |
7-XI |
GONZALO |
Luchador en la guerra |
26-I |
GREGORIO |
vigilante |
3-XI |
GUADALUPE |
Río de lobos |
12-XII |
GUIDO |
Guía |
31-III |
GUILLERMO |
Que quiere el yelmo |
10-I |
GUZMÁN |
Buen hombre |
8-VIII |
Nombres bíblicos H
Nombre | Significado | Fecha |
HELIODOR |
Don del sol |
3-VI |
HERACLIO |
Gloria de los héroes |
22-X |
HERIBERTO |
Distinguido por su ejército |
16-III |
HILARIÓN |
Alegre |
21-X |
HILDEGARDA |
Bastón de combate |
17-IX |
HOMERO |
Que no ve |
1-XI |
HONORATO |
Honrado |
27-VIII |
HONORIO |
Digno de honor |
30-IX |
HUGO |
Inteligencia clara |
15-V |
HUMBERTO |
Destacado gigante |
25-III |
Nombres bíblicos I
Nombre | Significado | Fecha |
IFIGENIA |
De mucho linaje |
25-IX |
IGNACIO |
Ardiente |
31-VII |
ILDEFONSO |
Dispuesto al combate |
23-I |
INÉS |
Cordera |
21-I |
INMACULADA |
Sin mancha |
8-XII |
INOCENCIO |
Que no tiene culpa |
22-VI |
IRENE |
Paz |
5-IV |
IRENEO |
Pacífico |
28-VI |
ISAAC |
El que se ríe |
17-VIII |
ISABEL - ELISA |
La que jura por Dios |
17-XI |
ISAIAS |
Salvación de Yahvé |
6-VII |
ISMAEL |
Dios ha oído |
17-VI |
IVON |
Iván o Juan |
19-V |
Nombres bíblicos X
Nombre | Significado | Fecha |
JACINTO |
Flor y piedra preciosa |
17-VII |
JACOB |
Dios pretoge |
23-VIII |
JAIME |
Santiago |
25-VII |
JAVIER |
Casa nueva |
3-XII |
JEREMÍAS |
Yahvé levanta |
1-V |
JERÓNIMO |
Nombre sagrado |
30-IX |
JESÚS |
Salvación de Yahvé |
1-I |
JOAQUÍN |
Yahvé prepara |
26-VII |
JOEL |
Yahvé es Dios |
13-VII |
JONÁS |
Paloma |
21-VII |
JORGE |
Agricultor |
23-IV |
JOSAFAT |
Yahvé hace justicia |
12-XI |
JOSÉ |
Dios acrecentará |
19-III |
JOSUÉ |
Jesús, salvación de Yahvé |
1-IX |
JUAN |
Dios es misericordia |
24-VI |
JULIÁN |
Descendiente de Julio |
28-I |
JUSTINO |
De Justo |
13-IV |
JUVENAL |
Juvenil |
3-V |
Listado de nombres bíblicos:
Origen y significado de los nombres
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