La teocracia (del griego θεός [theós], ‘dios’ y κράτος [kratos], ‘poder’, ‘gobierno’: «gobierno de Dios») es una forma de gobierno en la que los líderes gubernamentales coinciden con los líderes de la religión
dominante, y las políticas de gobierno son idénticas o están muy
influidas por los principios de la religión dominante. Generalmente, el
gobierno afirma gobernar en nombre de Dios o de una fuerza superior, tal como especifica la religión local.
El Diccionario de la lengua española, de la Real Academia Española, la define como el ‘gobierno ejercido directamente por Dios’, y en una segunda acepción: ‘Sociedad en que la autoridad política, considerada emanada de Dios, se ejerce por sus ministros’.
La utilización más antigua registrada del término “teocracia” se encuentra en Josefo, quien aparentemente la acuña al explicar a los lectores gentiles la organización de la comunidad judía de su época. Al contraponer esta con otras formas de gobierno —monarquías, oligarquías y repúblicas— añade: “Nuestro legislador [Moisés] no tuvo en cuenta ninguna de estas formas, sino que ordenó nuestro gobierno a lo que, con expresión forzada, podría llamarse una teocracia [theokratian], al atribuir el poder y la autoridad a Dios, y persuadir a todo el pueblo de que lo tuviera en cuenta como autor de todas las cosas buenas” (Contra Apión, libro II,16).
Ejemplos de gobiernos teocráticos que ya no están vigentes fueron el Califato del Imperio islámico, el gobierno del emperador de Japón —que era considerado un dios viviente en tiempos antiguos—, el gobierno del Dalái Lama en Tíbet y el gobierno del Bogd Khan en Mongolia. El Imperio Sij de la India también fue una forma de gobierno teocrática durante su existencia, y en alguna medida, se aplicaría lo mismo a Inglaterra, ya que el rey de Inglaterra era, a su vez, cabeza de la Iglesia de Inglaterra.
Esta forma de gobierno fue apoyada por el reformista Juan Calvino.
Sin embargo, resulta difícil definir hasta qué punto un gobierno es teocrático o monárquico, ya que muchas monarquías se definen como “divinas” en naturaleza o están directamente relacionadas con una religión. El zar de Rusia, por ejemplo, con la Iglesia ortodoxa rusa, el rey de Tailandia con el budismo, el emperador de China considerado un ser divino (de allí el término Imperio Celestial), el rey de Bután con el lamaísmo, etc.
Diferentes líderes han sido tanto políticos como religiosos. Tres casos similares serían los del papa dentro de la Iglesia católica, el califa del Islam y el Dalái Lama en el budismo tibetano.
El cesaropapismo, inaugurado por la práctica política de Carlomagno, tendrá que ceder definitivamente ante el peso de la hierocracia, que tiene en Gregorio VII (1073-85), en los canonistas del Siglo XII y en los decretalistas del XIII, o en Bonifacio VIII (1294-1303) a los teóricos de las máximas formulaciones del poder universal de los sucesores de Pedro.1
Podría decirse que el papa ejercía poder político sobre diferentes territorios clericales, incluyendo Roma, especialmente desde el siglo XI (Gregorio VII) hasta el siglo XV. Aún hoy, como monarca del Vaticano, es cabeza de la Iglesia católica, lógicamente sin ser reconocido por otros cristianos, como ortodoxos y protestantes, pero siempre con alguna influencia a nivel mundial.
El califa fue, hasta la abolición del califato otomano en 1924, el máximo gobernante del Imperio islámico y, a la vez, “príncipe de los creyentes” y jerarca máximo del Islam, aunque solo era reconocido por un cierto sector, usualmente mayoritario, de los musulmanes, generalmente dentro del sunismo. El Dalái Lama era gobernante monárquico de Tíbet hasta la invasión de China en 1950 y, a su vez, también era el máximo líder religioso del Imperio mongol tras la declaratoria de “religión oficial” del lamaísmo por Altan Kan y, posteriormente, en los países y regiones donde el lamaísmo o budismo tibetano era predominante, como Mongolia, Bután, Ladakh, Tuvá, etc., pero sin ser reconocido como líder por otras escuelas budistas dentro del mundo budista.
El Diccionario de la lengua española, de la Real Academia Española, la define como el ‘gobierno ejercido directamente por Dios’, y en una segunda acepción: ‘Sociedad en que la autoridad política, considerada emanada de Dios, se ejerce por sus ministros’.
La utilización más antigua registrada del término “teocracia” se encuentra en Josefo, quien aparentemente la acuña al explicar a los lectores gentiles la organización de la comunidad judía de su época. Al contraponer esta con otras formas de gobierno —monarquías, oligarquías y repúblicas— añade: “Nuestro legislador [Moisés] no tuvo en cuenta ninguna de estas formas, sino que ordenó nuestro gobierno a lo que, con expresión forzada, podría llamarse una teocracia [theokratian], al atribuir el poder y la autoridad a Dios, y persuadir a todo el pueblo de que lo tuviera en cuenta como autor de todas las cosas buenas” (Contra Apión, libro II,16).
Índice
Tipología
El sistema teocrático más antiguo conocido dataría de las sociedades tribales primitivas, en donde, en muchos casos, el chamán ejercía un doble rol como líder espiritual y jefe tribal. Dicho sistema está contenido en los libros de Moisés que contienen las Leyes dictadas por Yahvé. El faraón en el antiguo Egipto era, a la vez, sacerdote y representante de los dioses. Existen otros tipos de teocracias o seudoteocracias. Un ejemplo es el cesaropapismo, en que el poder es compartido entre un líder secular (un emperador, un César) y un líder religioso (un papa). La teocracia también puede ser ejercida directamente por el clero (como ocurre en Irán) o indirectamente (como a través del derecho divino de los reyes).Ejemplos de gobiernos teocráticos que ya no están vigentes fueron el Califato del Imperio islámico, el gobierno del emperador de Japón —que era considerado un dios viviente en tiempos antiguos—, el gobierno del Dalái Lama en Tíbet y el gobierno del Bogd Khan en Mongolia. El Imperio Sij de la India también fue una forma de gobierno teocrática durante su existencia, y en alguna medida, se aplicaría lo mismo a Inglaterra, ya que el rey de Inglaterra era, a su vez, cabeza de la Iglesia de Inglaterra.
Esta forma de gobierno fue apoyada por el reformista Juan Calvino.
Sin embargo, resulta difícil definir hasta qué punto un gobierno es teocrático o monárquico, ya que muchas monarquías se definen como “divinas” en naturaleza o están directamente relacionadas con una religión. El zar de Rusia, por ejemplo, con la Iglesia ortodoxa rusa, el rey de Tailandia con el budismo, el emperador de China considerado un ser divino (de allí el término Imperio Celestial), el rey de Bután con el lamaísmo, etc.
Diferentes líderes han sido tanto políticos como religiosos. Tres casos similares serían los del papa dentro de la Iglesia católica, el califa del Islam y el Dalái Lama en el budismo tibetano.
El cesaropapismo, inaugurado por la práctica política de Carlomagno, tendrá que ceder definitivamente ante el peso de la hierocracia, que tiene en Gregorio VII (1073-85), en los canonistas del Siglo XII y en los decretalistas del XIII, o en Bonifacio VIII (1294-1303) a los teóricos de las máximas formulaciones del poder universal de los sucesores de Pedro.1
Podría decirse que el papa ejercía poder político sobre diferentes territorios clericales, incluyendo Roma, especialmente desde el siglo XI (Gregorio VII) hasta el siglo XV. Aún hoy, como monarca del Vaticano, es cabeza de la Iglesia católica, lógicamente sin ser reconocido por otros cristianos, como ortodoxos y protestantes, pero siempre con alguna influencia a nivel mundial.
El califa fue, hasta la abolición del califato otomano en 1924, el máximo gobernante del Imperio islámico y, a la vez, “príncipe de los creyentes” y jerarca máximo del Islam, aunque solo era reconocido por un cierto sector, usualmente mayoritario, de los musulmanes, generalmente dentro del sunismo. El Dalái Lama era gobernante monárquico de Tíbet hasta la invasión de China en 1950 y, a su vez, también era el máximo líder religioso del Imperio mongol tras la declaratoria de “religión oficial” del lamaísmo por Altan Kan y, posteriormente, en los países y regiones donde el lamaísmo o budismo tibetano era predominante, como Mongolia, Bután, Ladakh, Tuvá, etc., pero sin ser reconocido como líder por otras escuelas budistas dentro del mundo budista.
Ejemplos actuales
Ciudad del Vaticano
El gobierno de la Ciudad del Vaticano es ejercido por el papa directamente, siendo este gobernante político del Estado vaticano[cita requerida] y, a la vez, máximo jerarca religioso de la Iglesia católica.Irán
En Irán, tras la Revolución Islámica, se estableció una república islámica con una constitución de corte islámico y unos órganos de gobierno que deben velar por el cumplimiento de principios religiosos. Aunque actualmente el poder ejecutivo lo ejerce el presidente electo democráticamente, el clero islámico debe dar su aprobación a cualquier candidato que opte a un puesto de elección popular. Este tipo de gobierno teocrático se inspira en el libro del chiita ayatolá Jomeini Velayat-e faqih (en persa: ولایت فقیه; también conocido como Gobierno islámico en español), publicado en 1970, y, probablemente, el más influyente documento escrito en los tiempos modernos en favor de la Teocracia.Casos ambiguos
Arabia Saudí y Marruecos son casos discutibles. En el caso de Arabia Saudí el país se declara defensor del Islam y que el Corán es su constitución, además el Rey de Arabia Saudí ostenta el título de Guardián de los Santos Lugares, así mismo Marruecos es una monarquía constitucional, sin embargo, el Rey de Marruecos es también líder espiritual del país y ostenta el título de Príncipe de los Creyentes. No obstante, debido a su naturaleza de monarquías no suelen ser incluidas dentro de las teocracias.Véase también
Referencias
- Europa: proyecciones y percepciones históricas; Ángel Vaca Lorenzo, R. Tamales —Universidad de Salamanca— (P. 46)
Enlaces externos
- El Diccionario de la Real Academia Española tiene una definición para teocracia.
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