
Griegos tirios (ver
Tiro) del siglo IV, probablemente hermanos, quienes introdujeron el
cristianismo en
Abisinia; el último fue un santo y primer
obispo de
Axum, llamado el
Apóstol de
Abisinia, murió alrededor del año 383. Cuando aún eran niños acompañaron a su tío Metropio en un viaje a
Abisinia. Cuando el barco ancló en uno de los puertos del
Mar Rojo,
la gente de las localidades masacró completamente a la tripulación,
excepto a Edesio y Frumencio, quienes fueron llevados como
esclavos ante el Rey de
Axum.
Esto ocurrió aproximadamente en el año 316. Los dos muchachos pronto
se ganaron el favor del rey, quien los elevó a posiciones de
confianza, y antes de su muerte les concedió la libertad.
La reina
viuda, sin embargo, los persuadió de quedarse en la corte y le ayudaran con la
educación
del joven príncipe Erazanes, así como en la administración del reino
durante la minoría de edad del príncipe. Ellos se quedaron y
(especialmente Frumencio) utilizó su influencia para extender el
cristianismo. Primero animó a los comerciantes
cristianos, quienes estaban temporalmente en país, a practicar su
fe abiertamente, y a congregarse en lugares de culto públicos, más tarde se
convirtieron también algunos nativos. Cuando el príncipe llegó a la mayoría de edad, Edesio retornó a sus amigos y parientes en
Tiro y fue
ordenado sacerdote; pero no regresó a
Abisinia. Frumencio, por otra parte, quien estaba ávido por la
conversión de Abisinia; acompañó a Edesio hasta
Alejandría, donde le pidió a
San Atanasio que enviara un
obispo y algunos sacerdotes (ver
sacerdocio) a
Abisinia. San Atanasio consideró a Frumencio mismo como la
persona idónea, y lo
consagró obispo en 328, de acuerdo a otros fue entre los años 340-346.
Frumentio retornó a
Abisinia y fundó su
sede episcopal en
Axum,
bautizó al rey Aeizanas, quien había, mientras tanto, ascendido al trono, construyó muchas iglesias y propagó la
fe cristiana por toda
Abisinia. La gente le llamó Abuna (Nuestro Padre) o Abba Salama (Padre de Paz), títulos que aún se le conceden al jefe de la
Iglesia en
Abisinia. En 365 el Emperador
Constantino dirigió una carta al rey Aeizanas y a su hermano Saizanas, en la cual se solicitaba infructuosamente que al Obispo
ario Teófilo por Frumencio, (Athanasius, “Apol. Ad Constantium” in P.G. XXV, 631).
Los latinos celebran la
festividad de Frumencio el 27 de octubre, los griegos el 30 de noviembre y los
coptos el 18 de diciembre. La tradición en Abisinia le acredita la primera traducción del
Nuevo Testamento al idioma
etíope.
RUFINUS, Historia Ecclesiastica, lib. I, cap. ix, in P.L., XXI, 478-80;
Acta SS. Oct., XII, 257-70; DUCHESNE, Les missiones chrétienne au Sud de
l'empire romain in Mélanges d'archéologie et d'histoire (Rome, 1896),
XVI, 79-122; THEBAUD, La Iglesia y el Mundo Gentil (New York, 1878), I,
231-40; BUTLER, Vidas de los Santos, 27 Oct.; BARING-GOULD, Vidas de
Santos (London, 1872), 27 Oct.
MICHAEL OTT Transcripción de W. G. Kofron.
Traducido al castellano por Giovanni E. Reyes. Con agradecimientos a la Iglesia de Santa María, Akron, Ohio.
Revisado y Corregido por Luz María Hernández Medina
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