Órdenes de San Jorge

Los Caballeros de San Jorge aparecen en diferentes períodos históricos y en diferentes países como cuerpos mutuamente independientes que no tienen nada en común excepto la veneración de San Jorge, el patrón de la caballería.San Jorge de Lydda , mártir de la persecución de Diocleciano en el siglo IV, es uno de esos santos militares a quienes la iconografía bizantina representaba como un jinete armado a caballo, como la flor de los ejércitos romanos después de la reforma militar de Justiniano en el siglo VI Los caballerosperegrinos de Europa , encontrando en el este estas representaciones de San Jorge, reconocieron sus propios pertrechos y de inmediato lo adoptaron como el mecenas de su noble vocación. Esta popularidad de San Jorge en Occidente dio lugar a numerosas asociaciones tanto seculares como religiosas. Entre las órdenes seculares de este nombre que aún existen debe mencionarse la Orden inglesa de la Jarretera, que siempre ha tenido a San Jorge como patrón. Aunque el protestantismo reprimió su culto, la capilla de San Jorge en Windsor ha seguido siendo la sede oficial de la orden, donde se reúnen sus capítulos y donde cada caballero tiene derecho a un puesto sobre el que cuelga su estandarte. Una segunda orden real bajo el doble mecenazgo de San Miguel y San Jorge fue fundada en Inglaterra en 1818 para recompensar los servicios prestados en relaciones extranjeras o coloniales. En Baviera, una orden secular de San Jorge existe desde 1729, y debe su fundación al príncipe elector, más conocido por el título de Carlos VII, que se portó como emperador durante un breve período. La presente Orden Rusa de San Jorge data de 1769, después de haber sido fundada en el reinado de Catalina II, como una distinción militar.

Anteriormente existían órdenes regulares de San Jorge. El Reino de Aragón se colocó bajo su patrocinio, y en agradecimiento por su asistencia a sus ejércitos el Rey Pedro II fundó (1201) la Orden de San Jorge de Alfama en el distrito de ese nombre. Sin embargo, esta orden recibió la aprobación de la Santa Sede solo en 1363 y tuvo una breve existencia. Con la aprobación del antipapa Benedicto XIII se fusionó con la orden aragonesa de Montesa , y posteriormente se la conoció como la Orden de Montesa y San Jorge de Alfama. De igual duración fue la Orden de San Jorge fundada en Austria por el emperador Federico III y aprobada por Pablo II en 1464. Este príncipe necesitado no pudo asegurar una dotación suficiente para el apoyo de sus caballeros , y el Papa le dio permiso. transferir al nuevo orden la propiedad de una encomienda de San Juan y una abadía benedictina en la ciudad de Milestadt, a la que el emperador añadió algunas parroquias en su mecenazgo. Sin embargo, los caballeros tuvieron que apoyarse en su posesión personal, por lo tanto no hicieron un voto de pobreza, sino simplemente de obediencia y castidad y, debido a esta falta de recursos, la orden no sobrevivió a su fundador. Fue sucedido por una Confraternidad secular de San Jorge fundada bajo el emperador Maximiliano I con la aprobación de Alejandro VI en 1494, que también desapareció, en los disturbios del siglo XVI.