Es el término que describe a las personas cuya identidad de género concuerda con su género biológico, es decir, aquellas que no se identifican como transexuales.
La identidad sexual de un individuo se compone de tres elementos: la identidad de género, la orientación sexual y el rol de género.
La primera es la percepción subjetiva que un individuo tiene sobre sí mismo en cuanto a cuál es su género, que puede no coincidir con sus características biológicas.
La orientación sexual es su patrón de atracción sexual o amorosa hacia un género de personas -homosexualidad, heterosexualidad...-.
Por último, el rol de género es la expresión pública de la identidad de género, esto es, comportarse según lo que en su sociedad se considere propio de hombres o de mujeres.
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