viernes, 26 de septiembre de 2014

Comunión cotidiana.




El santo Concilio de Trento dice que hay tres clases de Comunión: la primera meramente sacramental; la segunda puramente espiritual, y la tercera sacramental y espiritual a la vez.




Todos debieran comulgar con frecuencia.

. . .Dile que los que no están muy atareados han de comulgar con frecuencia, porque tienen tiempo para ello, y que los que tienen mucho trabajo también, porque lo necesitan, pues los que trabajan mucho y andan cargados de penas, han de tomar alimentos sólidos y frecuentes. Dile que recibes el Santísimo Sacramento para aprender a recibirlo bien, porque no se hace bien lo que no se hace con frecuencia.
San Francisco de Sales
Doctor de la Iglesia
Introducción a la vida Devota -Filotea-



Dos clases de personas comulgan con frecuencia.

. . .Dile que son dos las clases de personas que han de comulgar con frecuencia: las perfectas, porque, estando bien dispuestas, faltarían si no se acercasen al manantial y a la fuente de perfección, y las imperfectas, precisamente para que puedan aspirar a ella; las fuertes, para no enflaquecer, y las débiles, para robustecerse; las enfermas, para sanar, y las que gozan de salud, para no caer enfermas. . .
San Francisco de Sales
Doctor de la Iglesia
Introducción a la vida Devota -Filotea-


La Comunión frecuente fuente de todo bien.

Si el mundo te pregunta por qué comulgas con tanta frecuencia, dile que lo haces para aprender a amar a Dios, para purificarte de tus imperfecciones, para consolarte en sus aflicciones, para apoyarte en tus debilidades…
San Francisco de Sales
Doctor de la Iglesia
Introducción a la vida Devota -Filotea-






Para ser dulces, miremos al Dios de la Eucaristía.




Para ser dulces, miremos al Dios de la Eucaristía; alimentémonos de aquel divino maná que contiene toda delicia; en la Comunión hagamos provisión de mansedumbre para todo el día: ¡tenemos tanta necesidad de ella!
San Pedro Julian Eymard
Jesús, dulce y humilde de corazón









¡Si los ángeles pudieran envidiarnos!




El momento más solemne de mi vida es siempre el de la comunión. La añoro y, por cada una de ellas, doy gracias a la Santísima Trinidad. Si los ángeles pudieran envidiarnos, nos envidiarían por dos cosas: por no poder recibir la santa comunión y por no sufrir.
Santa Faustina Kowalska
Preparación para la santa comunión









¡Qué distinto sería!




¡Oh cuán distintas serían, en verdad, las familias, las ciudades, las naciones y el mundo entero si las almas todas, acercándose con frecuencia a este divino horno de amor, recibieran en sí una centella de aquel fuego hasta formar en ellas un benéfico incendio que destruyese todas las impurezas, limpiase todas las escorias, suavizase todas las diferencias, redujese a ceniza todos los egoísmos y calentase la frialdad de los corazones, devolviéndoles el palpitar sincero del amor fraternal y generoso!
Siervo de Dios S.S. Pio XII








Que el pan eucarístico sea comido cada día.




San Cipriano, San Basilio, San Ambrosio y San Agustín, convergen para indicar que la voluntad divina, es la de que: el pan eucarístico sea comido cada día por los miembros de la Iglesia de Cristo.




El pan eucarístico debe ser consumido cada día.

Cuando Jesucristo nos manda pedir en la oración dominical nuestro pan de cada día, hay que entender esto, como casi todos los Padres de la Iglesia lo enseñan, no tanto el pan material, alimento del cuerpo, cuanto el pan eucarístico que debe ser consumido cada día.
San Pio X
Decreto Sacra Tridentina Synodus






Nutrirnos diariamente del Pan Celestial.




Mediante esta comparación (Jn 6,59) con el pan y el maná, los discípulos podían comprender fácilmente que, siendo el pan el alimento cotidiano del cuerpo y que habiendo sido el maná el alimento cotidiano de los Hebreos en el desierto, de la misma manera, el alma cristiana podría nutrirse cada día del Pan Celestial.
San Pio X
Decreto Sacra Tridentina Synodus









El Pan Eucarístico y el Pan de la Palabra.




La misma Iglesia, que recomienda la comunión cotidiana del cuerpo de Cristo, aconseja también la audición o la lectura cotidiana de su Palabra, ofrecida precisamente como alimento en la liturgia eucarística.
San Agustín
Doctor de la Iglesia









Reciban a menudo la Sagrada Comunión.




Oh, cristianos, ¿desean ustedes probar su verdadero amor hacia sus seres queridos que se han ido? ¿Desean mandarles su más preciosa ayuda y la llave Dorada del Cielo? Reciban a menudo la Sagrada Comunión por el reposo de sus almas.
San Buenaventura, Doctor de la Iglesia








Comulgar cada día es bueno y muy útil.




El comulgar cada día y participar del santo cuerpo y sangre de Cristo es bueno y muy útil; pues dice él claramente: El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna Jn 6,54.
San Basilio, Doctor de la Iglesia
Carta a Cesárea, Patricia, acerca de la comunión









Había comido y bebido dignamente el Cuerpo y la Sangre del Señor.




¿Cómo permaneció en él (permaneced en mí Jn 15,5) San Lorenzo?… Pues no le mataron rápidamente, sino que fue atormentado con el fuego; no se le concedió más tiempo de vida, sino que se le obligó a morir lentamente. Y en aquella prolongada muerte, en aquellos tormentos, no sintió los dolores, porque había comido y bebido dignamente (el Cuerpo y la Sangre del Señor).
San Agustín, Doctor de la Iglesia
Sobre San Juan, Tratado 27 n.12








Para poder derramar ellos mismos la sangre por Cristo.




Amenaza ahora una lucha más dura y más feroz, a la cual se deban preparar los soldados de Cristo con una fe incorrupta y una virtud robusta, considerando que por eso beben todos los días el cáliz de la Sangre de Cristo para poder derramar ellos mismos la sangre por Cristo.
San Cipriano
Carta 58 n.1

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