Representación del caballo de Troya en un vaso griego.
El mito del caballo de Troya ha llegado hasta nuestros días y ha adoptado además nuevos significados.
La
narración cuenta que los griegos, como no conseguían vencer a sus
enemigos troyanos tras diez años de guerra, utilizaron una estratagema.
Construyeron un enorme caballo de madera que dedicaron a los dioses, lo
dejaron frente a las murallas de la ciudad de Troya e hicieron creer a
los troyanos que, hartos de la guerra, se marchaban. En realidad, en el
interior del caballo se escondían los mejores guerreros griegos que,
cuando los troyanos metieron el caballo en el interior de sus muros
festejando la supuesta victoria, aprovecharon la noche para salir, matar
a los centinelas, abrir las puertas de la ciudad y vencer a los
troyanos.
Actualmente
se llama «troyanos» y «caballos de Troya» a algunos virus informáticos
que traspasan la protección del ordenador camuflados como mensajes
inocentes, causando graves daños. Estos relatos antiguos sirven en
ocasiones de modelos para pensar y entender los retos que presentan las
nuevas tecnologías.
Versión cinematográfica del mito del caballo de Troya, fotograma de la miniserie televisiva La Odisea, dirigida por Andrei Konchalovsky en 1997.
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