(Enrique Benedicto Maria Clemente Estuardo)
Cardenal, Duque de York, conocido por los jacobitas como “Enrique IX, Rey de Gran Bretaña, Francia e Irlanda”; nacido en Roma el 11 de Marzo de 1725; fallecido en Frascati el 13 de Julio de 1807. Fue el segundo hijo de James Francis Edward Stuart, el Caballero de San Jorge, y de Clementina, hija del príncipe James Sobieski. En 1745, cuando las esperanzas de una restauración de los Estuardo eran altas, visitó Francia, esperando embarcarse con tropas francesas para ayudar a su hermano Charles Edward. Habiendo pasado varios meses en Dunquerque sin resultados, volvió a Roma con la intención de entrar al estado eclesiástico. En 1747, a la edad de veintidós años, fue hecho cardenal, y durante el año siguiente recibió las Ordenes Sagradas, siendo ordenado sacerdote el 1 de Septiembre. Inmediatamente fue hecho arcipreste de la Basílica Vaticana y poco después cardenal camarlengo.
En Noviembre de 1759, fue consagrado arzobispo titular de Corinto y el 13 de Julio de 1761, llegó a ser cardenal-obispo de Frascati. Siendo sinceramente devoto y activo, probó ser un administrador celoso de su sede, reformando al clero y fundando un seminario que dotó con una magnifica biblioteca. En la Revolución Francesa perdió sus beneficios franceses, sacrificó muchos otros recursos para ayudar al Papa y finalmente fue reducido a la pobreza por la confiscación de su propiedad en Frascati por los franceses. Viejo y enfermo, huyó a Padua y de allí a Venecia. El rey Jorge III vino entonces en su auxilio, ayudándole con una pensión vitalicia hasta que fue capaz de regresar a Frascati en 1800. A cambio de esta amabilidad el cardenal dejó en herencia al Príncipe de Gales, luego Jorge IV, las joyas de la corona de Jacobo II. En Septiembre de 1803, llegó a ser obispo de Ostia y Velletri y Deán del Sacro Colegio, aunque aun residiendo en Frascati. A su muerte, los papeles que poseía de los Estuardo fueron comprados por Jorge IV para la Biblioteca Real, y otros están ahora en el Museo Británico. Hay tres retratos de él en la National Portrait Gallery, en Londres, y uno en Blairs College, Aberdeen (Escocia). El cardenal fue sepultado en San Pedro, en Roma, donde el monumento de Canova preserva su recuerdo.
VAUGHAN, The Last of the Royal Stuarts (London, 1906); KELLY, Life of Henry Benedict Stuart, Cardinal Duke of York (London, 1899); WISEMAN, Recollections of the Last Four Popes (London, 1858); JESSE, The Pretenders and their Adherents (London, 1845) MASTROFINI, Orazione per la morte di Enrico Cardinale Duca de York (Rome, 1807); HENDERSON in Dict. Nat. Biog., s. v. Henry Benedict Maria Clement; GILLOW, Bibl. Dict. Eng. Cath., s. v. Stuart, Henry Benedict Maria Clement.
EDWIN BURTON Transcrito por Dennis McCarthy Para los Estuardo Traducido por Eduardo Torres
Cardenal, Duque de York, conocido por los jacobitas como “Enrique IX, Rey de Gran Bretaña, Francia e Irlanda”; nacido en Roma el 11 de Marzo de 1725; fallecido en Frascati el 13 de Julio de 1807. Fue el segundo hijo de James Francis Edward Stuart, el Caballero de San Jorge, y de Clementina, hija del príncipe James Sobieski. En 1745, cuando las esperanzas de una restauración de los Estuardo eran altas, visitó Francia, esperando embarcarse con tropas francesas para ayudar a su hermano Charles Edward. Habiendo pasado varios meses en Dunquerque sin resultados, volvió a Roma con la intención de entrar al estado eclesiástico. En 1747, a la edad de veintidós años, fue hecho cardenal, y durante el año siguiente recibió las Ordenes Sagradas, siendo ordenado sacerdote el 1 de Septiembre. Inmediatamente fue hecho arcipreste de la Basílica Vaticana y poco después cardenal camarlengo.
En Noviembre de 1759, fue consagrado arzobispo titular de Corinto y el 13 de Julio de 1761, llegó a ser cardenal-obispo de Frascati. Siendo sinceramente devoto y activo, probó ser un administrador celoso de su sede, reformando al clero y fundando un seminario que dotó con una magnifica biblioteca. En la Revolución Francesa perdió sus beneficios franceses, sacrificó muchos otros recursos para ayudar al Papa y finalmente fue reducido a la pobreza por la confiscación de su propiedad en Frascati por los franceses. Viejo y enfermo, huyó a Padua y de allí a Venecia. El rey Jorge III vino entonces en su auxilio, ayudándole con una pensión vitalicia hasta que fue capaz de regresar a Frascati en 1800. A cambio de esta amabilidad el cardenal dejó en herencia al Príncipe de Gales, luego Jorge IV, las joyas de la corona de Jacobo II. En Septiembre de 1803, llegó a ser obispo de Ostia y Velletri y Deán del Sacro Colegio, aunque aun residiendo en Frascati. A su muerte, los papeles que poseía de los Estuardo fueron comprados por Jorge IV para la Biblioteca Real, y otros están ahora en el Museo Británico. Hay tres retratos de él en la National Portrait Gallery, en Londres, y uno en Blairs College, Aberdeen (Escocia). El cardenal fue sepultado en San Pedro, en Roma, donde el monumento de Canova preserva su recuerdo.
VAUGHAN, The Last of the Royal Stuarts (London, 1906); KELLY, Life of Henry Benedict Stuart, Cardinal Duke of York (London, 1899); WISEMAN, Recollections of the Last Four Popes (London, 1858); JESSE, The Pretenders and their Adherents (London, 1845) MASTROFINI, Orazione per la morte di Enrico Cardinale Duca de York (Rome, 1807); HENDERSON in Dict. Nat. Biog., s. v. Henry Benedict Maria Clement; GILLOW, Bibl. Dict. Eng. Cath., s. v. Stuart, Henry Benedict Maria Clement.
EDWIN BURTON Transcrito por Dennis McCarthy Para los Estuardo Traducido por Eduardo Torres
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