La Escuela palatina (Schola palatina, en latín) fue la escuela fundada por el emperador Carlomagno en el palacio de su capital, Aquisgrán; durante el denominado Renacimiento carolingio, un periodo de florecimiento intelectual durante la Alta Edad Media. La escuela palatina era parte del plan de Carlomagno de hacer renacer la cultura para fortalecer su Imperio. Se convirtió en el centro educativo más renombrado de la época y sirvió de ejemplo para la creación de otras escuelas (Escuelas carolingias).
Fue dirigida, desde 782, por Alcuino de York, un clérigo procedente de Britania, que contó con la ayuda de algunos de los más prestigiosos sabios de la cristiandad latina: los irlandeses José Escoto,3 Clemente de Irlanda,4 Cruindmelo,5 Donato de Fiesole6 y Dungal;7 los francos Adelardo de Corbie y Angilberto de Centula; los ítalo-longobardos Pablo el Diácono, Pedro de Pisa y Paulino de Aquilea; Teodulfo de Orleans (de origen hispano-visigodo, que sustituyó a Alcuino en 796); o Eginardo (procedente del monasterio de Fulda8 —Fulda, en la actual Alemania—), que fue alumno de la propia escuela desde 791 (con 16 años) y llegó a ser íntimo colaborador de Carlomagno y de su sucesor, Ludovico Pío, hasta la crisis imperial de 830. Es precisamente Eginardo la principal fuente sobre la Escuela palatina, a través de su Vita Karoli Magni.
Ninguna de las dependencias del Palacio era un local fijo de la Escuela, aunque existía una biblioteca (cuya ubicación no ha podido ser determinada) y un scriptorium que produjo manuscritos y servía de archivo y escuela de escritura, donde trabajaba una turba scriptorum ('abundancia de copistas').9 Carlomagno convocaba a los profesores en cualquier lugar de su elección (incluso la piscina o el comedor) para que le recitaran poemas o le informaran de algún asunto. El grado de instrucción del propio emperador como alumno de su propia Escuela no está claro. Algunas fuentes lo presentan como un completo iletrado, y otras señalan que sus dificultades se restringían a escribir latín.10
Alcuino definió varios ordines dentro del personal a su cargo: sacerdotes Christi, medici, versifici, scriptores. Cada orden estaba dirigido por un magister.11
La Escuela palatina educaba a los hijos del emperador y a los nutritii ('alimentados'), los hijos de la aristocracia que se criaban en Palacio (convivae, aulici —'áulicos', de Aula regis o Aula regia—, palatini —de donde viene el término «paladines»—).12
El plan de estudios que se seguía era el trivium et quadrivium definido en las Institutiones de Casiodoro (retórica, gramática y dialéctica; geometría, astronomía, aritmética y música). Se utilizaban también textos de Martianus Capella, Boecio, Isidoro de Sevilla y Beda el Venerable.
Rábano Mauro, que no se vinculó directamente con Aquisgrán, aunque sí conoció en Tours a Alcuino, estableció escuelas semejantes en el monasterio de Fulda y en el obispado de Maguncia, así como en Solenhofen, Celle, Hirsfeld, Petersburg y Hirschau, además de influir en las de Reichenau y Saint Gall, que estuvieron bajo la responsabilidad de Waldo de Reichenau. En la zona occidental del Imperio (el futuro reino de Francia), además de Tours (donde se retiró Alcuino), se establecieron escuelas en Reims, Auxerre, Laon y Chartres, anteriores todas ellas a la de París, donde enseñó Clemente de Irlanda.13 En el norte de Italia, en Pavía y Bobbio. Posteriormente, en la zona de Flandes se crearon las de Utrecht, Lieja y Saint Laurent.
Como palatini se conocía a los comitatenses palatini ('tropas de palacio'), escoltas del emperador cuya jerarquía era un grado inferior a los scholares.15
Fue dirigida, desde 782, por Alcuino de York, un clérigo procedente de Britania, que contó con la ayuda de algunos de los más prestigiosos sabios de la cristiandad latina: los irlandeses José Escoto,3 Clemente de Irlanda,4 Cruindmelo,5 Donato de Fiesole6 y Dungal;7 los francos Adelardo de Corbie y Angilberto de Centula; los ítalo-longobardos Pablo el Diácono, Pedro de Pisa y Paulino de Aquilea; Teodulfo de Orleans (de origen hispano-visigodo, que sustituyó a Alcuino en 796); o Eginardo (procedente del monasterio de Fulda8 —Fulda, en la actual Alemania—), que fue alumno de la propia escuela desde 791 (con 16 años) y llegó a ser íntimo colaborador de Carlomagno y de su sucesor, Ludovico Pío, hasta la crisis imperial de 830. Es precisamente Eginardo la principal fuente sobre la Escuela palatina, a través de su Vita Karoli Magni.
Ninguna de las dependencias del Palacio era un local fijo de la Escuela, aunque existía una biblioteca (cuya ubicación no ha podido ser determinada) y un scriptorium que produjo manuscritos y servía de archivo y escuela de escritura, donde trabajaba una turba scriptorum ('abundancia de copistas').9 Carlomagno convocaba a los profesores en cualquier lugar de su elección (incluso la piscina o el comedor) para que le recitaran poemas o le informaran de algún asunto. El grado de instrucción del propio emperador como alumno de su propia Escuela no está claro. Algunas fuentes lo presentan como un completo iletrado, y otras señalan que sus dificultades se restringían a escribir latín.10
Alcuino definió varios ordines dentro del personal a su cargo: sacerdotes Christi, medici, versifici, scriptores. Cada orden estaba dirigido por un magister.11
La Escuela palatina educaba a los hijos del emperador y a los nutritii ('alimentados'), los hijos de la aristocracia que se criaban en Palacio (convivae, aulici —'áulicos', de Aula regis o Aula regia—, palatini —de donde viene el término «paladines»—).12
El plan de estudios que se seguía era el trivium et quadrivium definido en las Institutiones de Casiodoro (retórica, gramática y dialéctica; geometría, astronomía, aritmética y música). Se utilizaban también textos de Martianus Capella, Boecio, Isidoro de Sevilla y Beda el Venerable.
Índice
Escuelas carolingias
Carlomagno emitió en 787 una carta a todos los obispos y abades del Imperio para la generalización del modelo de su Escuela Palatina en catedrales (escuela catedralicia) y monasterios (escuela monástica); asunto en el que insistió en el Concilio de Aquisgrán de 789.Rábano Mauro, que no se vinculó directamente con Aquisgrán, aunque sí conoció en Tours a Alcuino, estableció escuelas semejantes en el monasterio de Fulda y en el obispado de Maguncia, así como en Solenhofen, Celle, Hirsfeld, Petersburg y Hirschau, además de influir en las de Reichenau y Saint Gall, que estuvieron bajo la responsabilidad de Waldo de Reichenau. En la zona occidental del Imperio (el futuro reino de Francia), además de Tours (donde se retiró Alcuino), se establecieron escuelas en Reims, Auxerre, Laon y Chartres, anteriores todas ellas a la de París, donde enseñó Clemente de Irlanda.13 En el norte de Italia, en Pavía y Bobbio. Posteriormente, en la zona de Flandes se crearon las de Utrecht, Lieja y Saint Laurent.
Scholae palatinae y palatini
No debe confundirse esta institución educativa carolingia, de finales del siglo VIII y comienzos del siglo IX, con una denominación similar, pero en plural: las Scholae palatinae ('escuelas palatinas') eran cuerpos militares de élite, destinados a la guardia imperial durante el mandato de Constantino el Grande (siglo IV, en el Bajo Imperio Romano), que sustituyeron a los Equites singulares Augusti (la caballería de la guardia pretoriana).14Como palatini se conocía a los comitatenses palatini ('tropas de palacio'), escoltas del emperador cuya jerarquía era un grado inferior a los scholares.15
Academia palatina
Aunque en algunas fuentes se distinguen ambos conceptos,16 es habitual denominar a la Escuela palatina de Aquisgrán como Academia Palatina, denominación que llevaron también otras instituciones:- la efímera Academia Palatina de Napóles, fundada en 1698 por el virrey Luis Francisco de la Cerda, duque de Medinaceli,17 y a la que perteneció Gianbattista Vico como docente de retórica;18
- la Academia Palatina de Ciencias (Kurpfälzischen Akademie der Wissenschaften o Academiae Theodoro-Palatinae, Mannheim, 1763–1803),19 que se transformó en la Academia de Ciencias de Heidelberg (Heidelberger Akademie der Wissenschaften).20 21
Véase también
Notas
- No debe confundirse con Godescalco de Orbais (Godescalcus de Orbais o Gottschalk de Orbais) Catholic Encyclopedia.
- Marie-Pierre Laffitte et Charlotte Denoël, Trésors carolingiens : livres manuscrits de Charlemagne à Charles le Chauve, Éditions de la Bibliothèque nationale de France, 2007 (ISBN 978-2-7177-2377-9). Fuente citada en fr:Évangéliaire de Godescalc.
- en:Joseph Scottus.
- en:Clement of Ireland.
- En latín, Cruindmelus. Escribió una obra titulada Ars metrica. en:Cruindmelus.
- Catholic Encyclopedia. Fuente citada en en:Donatus of Fiesole.
- Dungal el Recluso o Dungal de Bobbio.Dungal en Catholic Encyclopedia, fuente citada en en:Dungal of Bobbio.
- en:Fulda monastery
- Erica Wisher, Akal historia de la literatura. El mundo medieval, 600–1400, 1989, ISBN 8476004109, p. 165.
-
- Luis Coronas, Didáctica de la historia, Anaya, 1971, p. 208: «Leer y escribir era propio sólo de clérigos, y el mismo emperador, analfabeto ... Alcuino dirigía la escuela palatina, y el mismo Carlomagno se mostró discípulo, aprendiendo a leer y mal a escribir ya entrado en años, dando así ejemplo».
- José Luís Blas Arroyo y otros, Discurso y sociedad: Contribuciones al estudio de la lengua en contexto social, Universitat Jaume I, 2006, ISBN 8480215380, vol. 1, p. 42: «La corte real carolingia era bilingüe (el alemán y el latín), y el propio Carlomagno ... adquirió un tal dominio del latín que lo hablaba tan bien como el alemán [fráncico], aunque no logró escribirlo. Además sabía comprender mejor el griego que hablarlo».
- Wisher, op. cit.
- Paul Viollet, Droit public: Période gauloise. Période gallo-romaine. Période franque, vol. 1 de Droit public: Histoire des institutions politiques et administratives de la France, Scientia Verlag, 1966, p. 230:
Les convivae régis. — La faveur royale pouvait créer à certains personnages, indépendamment de toute fonction publique, une situation très élevée. De ce nombre étaient les convivae qui vivaient à la cour et jouissaient du privilège de s'asseoir à la table du roi'. La Loi Salique ne parle que du Romain conviva régis et lui accorde une composition triple de celle du Romain propriétaire; il est cependant impossible de supposer que les Romains seuls fussent admis à la table des rois francs : peut-être ce titre de conviva régis qui paraît bien d'origine romaine et non barbare, était-il particulièrement recherché et prisé par les Romains; peut-être constituait-il pour eux un titre fort utile à faire valoir sous la domination franque. Les nutritii ressemblent aux convivae: toutefois le sens du mot nutritii parait plus vague; ce sont peut-être tout simplement ceux qui vivent au palais, les aulici ou palatini.
- en:Clement of Ireland
- Frank, R.I. (1969). Scholae Palatinae. The Palace Guards of the Later Roman Empire Rome. Fuente citada en en:Scholae Palatinae. Véase también scholae —en:scholae—, el plural latino de schola ('escuela'), que designaba a unidades militares del Bajo Imperio.
- Notitia dignitatum.
- Eudaldo Forment, Historia de la filosofía: Filosofía medieval, Palabra, 2004, ISBN 848239813X, p. 28.
- Antonio Álvarez de Morales, La Ilustración y la reforma de la universidad en la España del siglo XVIII, INAP, 1988, ISBN 8470884670, p. 248.
- Autobiografía de Giambattista Vico.
- Acta Academiae Theodoro-Palatinae, fuente citada en de:Kurpfälzische Akademie der Wissenschaften.
- Udo Wennemuth: Heidelberger Akademie der Wissenschaften. Fuente citada en de:Heidelberger Akademie der Wissenschaften
- Estudios, 2010, Real Academia de Jurisprudencia y Legislación, p. 165.
Enlaces externos
- Johann Christian Felix Bähr, Disseritur de literarum studiis a Carolo Magno revocatis ac schola palatina instaurata, 1855.
- William Turner, «Escuelas carolingias», en la Enciclopedia Católica.
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