Colectivismo, en general, es un término usado para describir
un énfasis teórico o práctico en un grupo, en oposición al
individualismo. El colectivismo abarca una amplia categoría de
filosofías no-individualistas. El colectivismo es considerado por muchos
diametralmente opuesto al individualismo. Sin embargo, ambos colectivismo e individualismo pueden interpretarse de distinta manera por diferentes personas.
Algunos tipos de colectivismo señalan que el bien del grupo es más importante que el bien individual, otras alegan mientras que cualquier grupo está finalmente hecho de individuos, el individuo incidentalmente sirve a su propio interés al servir a los intereses del grupo (en otras palabras, en tanto el grupo prospera, todos los miembros del grupo prosperan). Los detractores de esta última posición alegan que es difícil, si no imposible, imaginar que lo beneficioso para un grupo, es siempre beneficioso para cada individuo que lo integra. El colectivismo puede también estar asociado con altruismo, ya que lo que es bueno para el grupo puede concebiblemente requerir el sacrificio de por lo menos algún interés individual.
Las críticas políticas al colectivismo sostienen que este enfatiza el grupo suprimiendo los derechos individuales, por ejemplo, según los críticos del colectivismo, la democracia puede ser vista como una forma de colectivismo cuando la mayoría del grupo es capaz de disminuir la libertad de individuos en minoría, simplemente porque constituyen la mayoría. Así, los oponentes al colectivismo argumentan que únicamente los individuos pueden legítimamente tener derechos, no los grupos, y abogan por la protección constitucional de los derechos individuales ante el mandato de la mayoría.
Se observa que confiar en la elección individual para contribuir a los bienes públicos lleva a fallos del mercado y a un problema de parasitismo (citation needed). Se ve entonces que: la acción colectiva, el cumplimiento de las autoridades y la presión o coerción social, son la única manera confiable de asegurar el abastecimiento de bienes o servicios públicos.
Por un lado, existen Estados socialistas que han colectivizado la mayoría de los sectores económicos. Por otro lado, existen los kibutzim de Israel (comunas voluntarias donde las personas viven y cultivan juntos y donde la propiedad es colectiva), y comunidades como Freetown Christiania en Dinamarca (un pequeño experimento político autónomo centrado alrededor de una instalación militar abandonada en Copenhague) donde se vive un estilo de vida colectivista.
En cambio en las sociedades individualistas sobresalen los valores que fomentan el éxito individual y la competencia, es decir, los objetivos del grupo quedan relegados a los objetivos personales.
El colectivismo es ante todo más equitativo y más altruista, porque los derechos de la colectividad priman sobre los derechos individuales. La base del colectivismo supone que ningún individuo solo (sin utilizar a los otros) puede descollar, y asume que para sobresalir o dominar es necesario servirse de terceros para su beneficio personal. El colectivismo propone que para evitar que individuos inescrupulosos utilicen a otros individuos para su propio beneficio desaforado, las sociedades deberían actuar como colectividades, donde el bienestar individual se consiga como integrante de la colectividad, asumiendo que los derechos de la colectividad deben primar sobre los derechos individuales. Es decir el derecho de todos por encima del derecho individual. [No existe una universalidad en el pensamiento humano, para que los derechos individuales sean solo como los propone occidente (evitar el encasillamiento cultural y centrarse en justicia social y humanismo consecuente)].
Así, en las colectividades deben existir derechos colectivos, de más peso que los derechos individuales. Cuando se habla de derechos colectivistas, estos deben estar en armonía con los derechos de otras colectividades. La educación se usa a menudo en estas sociedades para inculcar a las personas desde la niñez el concepto de su contribución al beneficio de todos, y su sentido de formar parte de una sociedad más grande que el individuo; del mismo modo que en las sociedades individualistas la educación se utiliza para engrandecer la imagen del individuo por sobre la sociedad.
Algunos expresan que el colectivismo sostiene que el individuo no tiene derechos, que su vida y su trabajo le pertenecen al grupo y que el grupo puede sacrificarlo a su antojo para sus propios intereses; que la única manera de poner en práctica una doctrina de ese tipo es por medio de la fuerza bruta y el estatismo siempre ha sido el corolario político del colectivismo. Los defensores del colectivismo, sin embargo, piensan que en un colectivismo humanitario y altamente social lo anterior no debe tener cabida. Son los derechos de la colectividad sobre el individuo, pero respetando la identidad humana. En resumen, para los colectivistas los derechos de la colectividad son la suma de los derechos individuales comunes.
Algunos tipos de colectivismo señalan que el bien del grupo es más importante que el bien individual, otras alegan mientras que cualquier grupo está finalmente hecho de individuos, el individuo incidentalmente sirve a su propio interés al servir a los intereses del grupo (en otras palabras, en tanto el grupo prospera, todos los miembros del grupo prosperan). Los detractores de esta última posición alegan que es difícil, si no imposible, imaginar que lo beneficioso para un grupo, es siempre beneficioso para cada individuo que lo integra. El colectivismo puede también estar asociado con altruismo, ya que lo que es bueno para el grupo puede concebiblemente requerir el sacrificio de por lo menos algún interés individual.
Índice
Política
Algunos políticos colectivistas sostienen que diferentes grupos tienen intereses competitivos, y que los intereses y características individuales están de hecho amarradas a los intereses y características de su grupo. En esta línea de pensamiento, se considera que las diferencias entre grupos son más significativas que las diferencias individuales dentro de los grupos. Otros políticos colectivistas enfatizan la noción de igualdad y solidaridad, y ven a todos los seres humanos como parte de un mismo grupo con intereses similares. Mantienen que la competencia y rivalidad, entre individuos o pequeños grupos, es ante todo contra-productiva o perjudicial, y deberá entonces remplazarse por alguna forma de cooperación.Las críticas políticas al colectivismo sostienen que este enfatiza el grupo suprimiendo los derechos individuales, por ejemplo, según los críticos del colectivismo, la democracia puede ser vista como una forma de colectivismo cuando la mayoría del grupo es capaz de disminuir la libertad de individuos en minoría, simplemente porque constituyen la mayoría. Así, los oponentes al colectivismo argumentan que únicamente los individuos pueden legítimamente tener derechos, no los grupos, y abogan por la protección constitucional de los derechos individuales ante el mandato de la mayoría.
Economía
El colectivismo sostiene que las cosas deben ser propiedad de un grupo más que propiedad de una sola persona (propiedad privada). El socialismo suele asociarse con esta teoría, aunque es de notar que no es aplicable a todas las visiones existentes del socialismo. Central a este punto de vista favorable al grupo, está el concepto de propiedad colectiva, en oposición a la propiedad privada. Algunos aplican esto sólo a bienes de capital y tierra, mientras otros colectivistas argumentan que todas los bienes de consumo deben observarse como bienes públicos, y son difíciles de, o no deberían privatizarse; es el caso de bienes naturales, de defensa nacional, de justicia y de información. Los comunistas creen que no solamente los medios de producción, sino el producto del trabajo debería colectivizarse, y los salarios abolirse. La conferencia de Florencia de la Federación de la Internacional, al mostrar los principios anarcocomunitas, señaló: "La Federación Italiana de la Internacional considera propiedad colectiva a los productos del trabajo y como complemento necesario del programa colectivista...'"Se observa que confiar en la elección individual para contribuir a los bienes públicos lleva a fallos del mercado y a un problema de parasitismo (citation needed). Se ve entonces que: la acción colectiva, el cumplimiento de las autoridades y la presión o coerción social, son la única manera confiable de asegurar el abastecimiento de bienes o servicios públicos.
Sociedades colectivistas
Existen muchos ejemplos de sociedades alrededor del mundo que se han caracterizado a ellas mismas o externamente como "colectivistas".Por un lado, existen Estados socialistas que han colectivizado la mayoría de los sectores económicos. Por otro lado, existen los kibutzim de Israel (comunas voluntarias donde las personas viven y cultivan juntos y donde la propiedad es colectiva), y comunidades como Freetown Christiania en Dinamarca (un pequeño experimento político autónomo centrado alrededor de una instalación militar abandonada en Copenhague) donde se vive un estilo de vida colectivista.
Colectivismo, complemento
Las sociedades colectivistas son aquellas en las que se percibe una interdependencia de sus miembros y donde prima el bienestar del grupo sobre el individuo, es decir, la consecución de los objetivos grupales sobre los individuales. La valía del individuo radica en cómo contribuye a la sociedad.En cambio en las sociedades individualistas sobresalen los valores que fomentan el éxito individual y la competencia, es decir, los objetivos del grupo quedan relegados a los objetivos personales.
El colectivismo es ante todo más equitativo y más altruista, porque los derechos de la colectividad priman sobre los derechos individuales. La base del colectivismo supone que ningún individuo solo (sin utilizar a los otros) puede descollar, y asume que para sobresalir o dominar es necesario servirse de terceros para su beneficio personal. El colectivismo propone que para evitar que individuos inescrupulosos utilicen a otros individuos para su propio beneficio desaforado, las sociedades deberían actuar como colectividades, donde el bienestar individual se consiga como integrante de la colectividad, asumiendo que los derechos de la colectividad deben primar sobre los derechos individuales. Es decir el derecho de todos por encima del derecho individual. [No existe una universalidad en el pensamiento humano, para que los derechos individuales sean solo como los propone occidente (evitar el encasillamiento cultural y centrarse en justicia social y humanismo consecuente)].
Así, en las colectividades deben existir derechos colectivos, de más peso que los derechos individuales. Cuando se habla de derechos colectivistas, estos deben estar en armonía con los derechos de otras colectividades. La educación se usa a menudo en estas sociedades para inculcar a las personas desde la niñez el concepto de su contribución al beneficio de todos, y su sentido de formar parte de una sociedad más grande que el individuo; del mismo modo que en las sociedades individualistas la educación se utiliza para engrandecer la imagen del individuo por sobre la sociedad.
Algunos expresan que el colectivismo sostiene que el individuo no tiene derechos, que su vida y su trabajo le pertenecen al grupo y que el grupo puede sacrificarlo a su antojo para sus propios intereses; que la única manera de poner en práctica una doctrina de ese tipo es por medio de la fuerza bruta y el estatismo siempre ha sido el corolario político del colectivismo. Los defensores del colectivismo, sin embargo, piensan que en un colectivismo humanitario y altamente social lo anterior no debe tener cabida. Son los derechos de la colectividad sobre el individuo, pero respetando la identidad humana. En resumen, para los colectivistas los derechos de la colectividad son la suma de los derechos individuales comunes.
Libros
- Augustin Souchy y P. Folgare Colectivizaciones. La obra constructiva de la revolución española
- Víctor Alba Los colectivizadores
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