Los primeros datos ciertos sobre una Universidad portuguesa datan de 1288 cuando el abad de Alcobaza, varios priores de conventos y párrocos, hicieron saber a Nicolás IV que habían conseguido del rey D. Dionís la fundación de un "Studium Generale" en Lisboa y habían decidido entre ellos pagar los salarios de los doctores y maestros de los beneficios de sus monasterios e iglesias; pedían al papa que confirmara estos acuerdos y que diera protección a los trabajos que habían emprendido “para el servicio de Dios y la gloria del país”.
En una Bula de 9 de agosto de 1290, dirigida a la “Universidad, maestros y estudiantes de Lisboa” el Papa accedía a su petición y expresaba su satisfacción por la creación de este nuevo centro de estudios. Esta Bula sanciona la tasación de los hospedajes a la manera de París y Bolonia, garantiza la dispensa de residencia a los maestros y estudiantes y autoriza al obispo de Lisboa (o, sede vacante, al vicario- capitular) conferir el jus ubique docendi ( derecho de enseñar en todas partes) en todas las facultades excepto en la de teología. Las frecuentes luchas entre los estudiantes y los ciudadanos llevó al rey de Portugal a pedir al Papa que transfiriera la nueva escuela a Coimbra, un lugar más tranquilo y que garantizara al mismo tiempo a la nueva fundación todos los “privilegios” de la primera. El traslado se hizo el 15 de febrero de 1308 fecha en la que Dionís emitió la carta fundacional, muy similar a la de Alfonso el Sabio para la Universidad de Salamanca, en Castilla.
Las ciencias que se enseñaban entonces en Coimbra eran derecho civil y canónico, medicina, dialéctica y gramática. En los conventos de los dominicos y franciscanos se enseñaba teología. Por razones desconocidas para nosotros, la universidad fue de nuevo trasladada a Lisboa en 1339, por orden de Alfonso IV. En 1354 volvió a Coimbra, para volver a ser trasladada a Lisboa en 1377. Desde esta fecha hasta su traslado final a Coimbra en 1537, la universidad gozó de mayor prosperidad. Al principio del siglo XV la teología aparece regularmente como una de las ciencias que se enseñaban allí.
Durante el reino de Juan III (1521-57) se realizaron importantes reformas y la universidad alcanzó el cenit de su carrera. Las facultades, que hasta entonces estaban desperdigadas por diferentes edificios, fueron reunidas bajo un mismo techo en el "Palacio del Rey". Se invitó a nuevos e ilustres profesores de Castilla: para la facultad de teología, Alfonso de Prado Antonio de Fonseca, doctor por Paris; para la facultad de leyes al famoso canonista Martín de Azpilicueta (Doctor Navarrus), Manuel de Costa, y Antonio Francisco Suárez, los tres de Salamanca y para medicina a Francisco Franco y Rodrigo Reinoso.
Los idiomas clásicos y la literatura se enseñaban en el Colegio de las Artes, como preparación para los estudios más graves de la universidad. Este colegio fue al principio muy independiente de la universidad pero fue por fin incorporado y confiado a los Jesuitas. Uno de sus primeros profesores fue el latinista escocés George Buchanan, después seguidor de John Knorr y difamador de María Estuardo.
Los colegios de San Pedro y San Pablo fueron fundados por graduados (doctores) que querían dedicarse a la enseñanza, otros fueron fundados para estudiantes de las distintas órdenes religiosas en los que podían vivir la vida en común mientras estudiaban en la universidad.
En 1779 hubo nuevas reformas cuando el 23 de diciembre el rey José I por iniciativa del marqués de Pombal, nombró una comisión para reorganizar la universidad. La comisión aconsejó la fundación de dos nuevas facultades, matemáticas y filosofía natural, dejando intactas las antiguas facultades de teología, derecho canónico y civil y medicina. Se trajo profesores nuevos desde Italia. Michele Franzini para matemáticas y Domenico Agostino Vandelli para historia natural. El antiguo colegio de los Jesuitas, confiscado en tiempos en que la Compañía de Jesús fue expulsada de Portugal, fue entregado a la facultad de medicina para sus laboratorios y clínicas. Los laboratorios de química física e historia natural también se colocaron allí y finalmente se añadió un jardín botánico.
A finales del siglo dieciocho enseñaron dos profesores de renombre, José Bonifacio de Andrade, metalúrgica, y Manoel Pedro de Mello, hidráulica. En 1907 la Universidad de Coimbra tenía cinco facultades: teología, ley, medicina, matemáticas y filosofía. En 1905-06 había 68 profesores y 1916 estudiantes. La biblioteca contenía alrededor de 100,000 volúmenes. (ver CONIMBRICENSES.)
Fuentes
Denifle, Die Entstehung der Universitèten des Mittelalters bis 1440 (Berlin, 1885), 519-534; Visconde de Villa-Major, Eposiïoa succinta da organisaïao actual da Universidade de Coimbra (Lisboa, 1892-1902), I-IV; Minerva, Jahrbuch des gelehrten Welt (Strasburg, 1907).Hinojosa y Naveros, Eduardo de (1908).
Traducido por Pedro Royo .Dedicado a las meninas Inés y Alicia.
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