miércoles, 26 de agosto de 2015

Culto judío.


Mario E. Fumero
Nuestros cultos evangélicos tienen rasgos similares al culto judío, aunque originalmente los cristianos siguieron una liturgia más espontánea, menos estructurada y de más participación. Para entender este punto sería bueno analizar los cultos o ceremonias judías, para después compararlo con el culto cristiano primitivo[1].
EL CULTO DEL TABERNÁCULO
El culto hebreo ha sufrido cambios a través de la historia. Primeramente la vida religiosa y litúrgica giraba alrededor del tabernáculo. Esta era una tienda movible improvisada a lo largo del peregrinar del pueblo en sus 40 años por el desierto. Los elementos de esta etapa giraban en torno a un sacerdocio, encargado a la tribu de Leví. A un tabernáculo, dividido en tres partes, el atrio o zona del sacrificio, lugar hasta donde el pueblo podía llegar, el lugar santo o de adoración, y el lugar santísimo en donde el sumo sacerdote podía acceder una vez al año para hacer expiación por los pecados de todo el pueblo. El sacrificio podía ser de expiación, de paz o de gratitud. Y al acampar, el pueblo se ubicaba alrededor del tabernáculo, por orden de tribus, siendo éste el centro de su vida y existencia en el desierto[2]. A través de un cordero, macho cabrío o un palomo se obtenía la sangre, con la cual sé hacia expiación en el lugar santo, derramando la misma frente al velo del lugar santísimo. Una réplica del culto sacerdotal del tabernáculo lo tenemos representado en el rito de la misa católica, que sigue la idea del sacrificio sacerdotal de Levítico con adaptación al cristianismo.
El sacerdote católico se viste igual que lo hacia el levita del tabernáculo. La ceremonia y estructura del edificio es una réplica al tabernáculo, a tal grado que en el altar mayor de la iglesia católica (que representa el lugar santísimo) hay un nicho de 30×30 donde se guarda tras una puerta y velo, la eucaristía, o lo que los católicos denominan “el santísimo”, equivalente al Arca del Pacto. Los evangélicos, tránsfugas de la Iglesia Católica, conocen bien los ritos de la misa, y no les es difícil entender la ceremonia del tabernáculo si comprenden la estructura del templo y la ceremonia de la misa católica. Incluso, los templos evangélicos están diseñados de la misma forma, atrio, lugar santo o donde se sientan los feligreses y el lugar santísimo o pulpito en alto. En los tiempos del rey Salomón, y como herencia de David su padre, se edifica una “casa para Jehová” (1 Reyes 5:5, 2 Crónicas 3:1, 7:1) a la cual se le llama posteriormente “templo”[3] (2 Reyes 23:4), palabra copiada de los paganos. A partir de ahí, el culto se traslada a este lugar, donde continúan los sacrificios y el sacerdocio.
DEL TEMPLO A LA SINAGOGA
Con la destrucción del Primer Templo por las tropas de Nabucodonosor (587 a.C.) y el cautiverio de los habitantes de Jerusalén, se inicia una etapa crítica considerada por los historiadores judíos como la primera diáspora[4].
Los que fueron llevados cautivos necesitaron de maestros y profetas que les ayudaran a mantener viva su fe, congregándose alrededor de los rabinos (maestros) que les enseñaban el “Tenach” (Antiguo Testamento). El sacerdocio desapareció, porque el Templo dejó de ser. Durante el dominio romano y la reedificación del Segundo Templo, reaparece el sacerdocio y los sacrificios, pero ya no te-nían el arca del pacto ni la gloria del primer templo.  Durante el cautiverio y la diáspora aparecen las sinagogas[5], por lo que al retornar a Jerusalén, las sinagogas se convierten en el sustituto del Templo, pasando éste a un plano secundario. Las sinagogas desempeñan un papel importante para mantener viva la doctrina y las costumbres hebreas en una época de crisis y cautividad. Durante el período romano, el arameo se impone sobre el hebreo, principalmente en la época de Jesús. ¿A qué se debió que el hebreo se relegara a un lado? A la mentalidad conservadora de los rabinos, pues estos decían y enseñaban que el hebreo era un idioma tan sagrado, que sólo podía usarse en las oraciones o en la lectura del Tenach. En la actualidad algunos judíos ortodoxos no hablan hebreo entre sí, sino el Yiddish[6], porque sólo se debe usar el hebreo en el culto a Dios. Para los más ortodoxos es un idioma sagrado, que sólo se usa en el culto al Altísimo.
El Templo de Salomon
Con Esdras y Nehemías, se inicia la reedificación del Segundo Templo, que es concluido por Herodes el Grande, y su hijo Antipas (del año 37 al 4 a.C.). El sacerdocio resurgió pero no con la gloria del Primer Templo. Las sinagogas desempeñaron un papel muy importante en la vida del pueblo Judío. Fue en la sinagoga de su pueblo natal donde Jesús, quien al nacer fue llevado al templo por sus padres para ser circuncidado, hace manifestación pública de su misión (Lucas 4:16-28), y además acostumbraba a ir los sábados a las sinagogas a enseñar (Marcos 1:21, Lucas 13:10, Juan 6:59). Uno de sus primeros milagros, fue al hombre de la mano seca, lo hizo en una sinagoga, y lo peor de todo, lo hizo en un sábado, por lo que se produjo un gran alboroto, pues rompió las tradiciones sabáticas (Marcos 3:1-5, Lucas 6:6-11).
LAS SINAGOGAS: PRIMER PUNTO DE EVANGELIZACIÓN
En el libro de los Hechos de los Apóstoles se muestra el papel tan importante que tuvo la sinagoga judía para los primeros discípulos de Jesús en la difusión del mensaje de la fe cristiana. Fue el lugar de mayor evangelismo, junto a las predicaciones por las calles y plazas (Hechos 6:9, 13:14, 42, 14:1, 19:8). Muchos de los discípulos de Pablo fueron ganados por este en sus ponencias dentro de las sinagogas. Tenemos el ejemplo de Crispo y toda su casa (Hechos 18:8), y el de Priscila y Aquíla“Y comenzó a hablar confiadamente en la sinagoga: al cual como oyeron Priscila y Aquíla, le tomaron, y le declararon más particularmente el camino de Dios” (Hechos 18:26). Sus campañas dentro de las sinagogas duraron meses, como el caso de Éfeso: “Y entrando Pablo en la sinagoga, habló con denuedo por espacio de tres meses, disputando y persuadiendo acerca del reino de Dios” (Hechos 19:8). Tomando en consideración lo expuesto, podemos definir la estrategia de los primeros cristianos para extender el reino de Dios y proclamar a Jesús como Señor y Cristo en tres puntos:
  • 1º Las sinagogas. 
  • 2º Las calles.
  • 3º Las casas.
Eso nos lo dice Hechos 17:17: “Así que discutía en la sinagoga con los judíos y piadosos; y en la plaza cada día con los que le concurrían”. ¿Y qué hacían con los convertidos? Los llevaban a las casas de los discípulos para doctrinarlos y compartir el pan (Hechos 2:46, 5:42).
El hecho de que los cristianos primitivos usaran la sinagoga como punto de referencia para la evangelización se debía a que los que formaban la iglesia en aquel momento eran en su mayoría judíos o prosélitos del judaísmo. Lógicamente se entiende que estos conservaban sus costumbres e iban a las sinagogas con la indumentaria y el conocimiento de lo que era el culto judío. Tanto los judíos cristianos como los judíos prosélitos[7] conservaban sus costumbres judías dentro del quehacer eclesiástico, algo no aplicable a los que procedían del mundo gentil con creencias paganas. Con el crecimiento del cristianismo, los judíos legalistas se radicalizaron, al ver que muchos abrazaban la fe cristiana. La iglesia creció abruptamente por el mundo gentil, a partir de la persecución de Pablo nacieron congregaciones dominadas por los no judíos. Esto cambió el panorama, y también la estrategia de los discípulos, máxime cuando Pablo comenzó a predicar en regiones dominadas por las religiones paganas, como en Asia Menor y Grecia.
¿CÓMO ERA EL CULTO EN LA SINAGOGA?
La sinagoga es el lugar donde las enseñanzas de Moisés y los profetas se mantienen vivas en medio de la diáspora. Los judíos se reúnen los sábados y las fiestas para estudiar la Torá y el Talmud, y llevar a cabo sus rezos y lecturas. Los creyentes más ortodoxos la visitan cotidianamente. ¿Qué hacen en sus reuniones? Para los gentiles cristianos es completamente desconocido el culto judío.
Primero: Porque no es fácil entrar en una sinagoga, a menos que estés dispuesto a actuar como ellos.
Segundo: Porque no existen muchas sinagogas en nuestros países.
Tercero: Porque sus cultos o reuniones no son públicas, no pudiendo asistir incrédulos o gentiles.
Cuando estuve en Jerusalén visité con mi hija un culto en una sinagoga por primera vez en mi vida. Solo sabía de ellas lo que había leído o visto en películas. En esa visita aprendí mucho, y pude entender cosas que antes sabía de forma vaga, y vale la pena comentar algo. Lo primero es que en el culto se mantienen separados los hombres de las mujeres. Las mujeres están aparte, en un lugar al fondo o en la parte superior, con unas rejas que las esconden de los hombres. Los hombres ocupan la parte principal, y por lo general tienen sillas con mesas para colocar los libros de oración o el A.T. No hay ninguna división para separar a los rabinos de los demás asistentes, aunque se sientan al frente. No hay un lugar en alto, tipo púlpito, pero enfrente, siempre al mismo nivel del suelo, tienen un candelabro, un pergamino de la Torá (o ley mosaica) y en el centro está la mesa mayor, desde donde el rabino, o su discípulo, lee las escrituras y los libros de oraciones. En la pared tienen las tablas de Moisés con los diez mandamientos, con luces o candelabros a ambos lados. Predominan los escritos hebreos de la ley. Los que presiden deben cubrirse la cabeza con el Talit, y llevar puesto el Tzitzi. Al iniciarse el culto, se comienza con el ritual de exaltación a Dios[8]. Cuando se refieren a Jehová lo hacen con las palabras<Adonai> o <Elohim>. Nunca pueden, ni deben, pronunciar el nombre de Dios. Pueden recitar alguna bendición, como por ejemplo la de Números 6:22-27: “Y el Señor habló á Moisés, diciendo: Habla a Aarón y a sus hijos, y diles: Así bendeciréis a los hijos de Israel, diciéndoles: El Señor te bendiga, y te guarde: Haga resplandecer el Señor su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia: El Señor alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz.  Y pondrán mi nombre sobre los hijos de Israel, y yo los bendeciré”.
Las oraciones y rezos, que están en sus libros, son seguidos por expresiones congregacionales, según la lectura del día. Los Salmos son cantados por cantores, que ayudan también al rabino a entonar antifonalmente lecturas de la Torá[9]. Las expresiones claves en sus rezos proclaman que “El Señor uno es”, y hacen continua referencia a los hechos relacionados con el acontecer histórico de la liberación y la protección de Dios a través de la Biblia. No puede faltar la lectura del Tenach, ni esa oración, con la cual se balancean como péndulos de reloj, yendo de atrás para delante.
Algo singular, y que me llamó mucho la atención, es la forma mecánica en que pronuncian muchas de sus plegarias. Pueden estar haciendo otras cosas, y a la vez susurrando sus oraciones, recordándome aquellos viejos tiempos de seminarista católico, en el cual rezaba el rosario, mientras contemplaba un partido de béisbol, o viajaba en un autobús, mirando el panorama. Quizá fue a esta actitud a la que Jesús se refirió cuando condeno la conducta religiosa de los líderes de su época en Mateo capítulo 23 llamándoles hipócritas.        
DIOS ES DE TODOS, NO SÓLO DE LOS JUDÍOS
En la liturgia judía se exalta a un Dios vinculado sólo con un pueblo, Israel. Tal parece que “Dios es de los judíos, y no lo comparten con nadie”. Para algunos críticos, con tendencia antisemita, esto se convierte en un motivo de condenación, afirmando que los judíos tienen un culto egoísta, exclusivista y discriminatorio, y un Dios que ignora a los demás pueblos, para tratar sólo con el suyo, los hebreos. Esta apreciación no es del todo cierta, porque aunque los judíos se cierran en sus creencias, y en su Dios, al cual poseen egoístamente, su influencia religiosa ha impactado a miles de gentiles en todo el mundo, y es uno de los pueblos menos racista que existe. Recientemente han recibido en su tierra a miles de etíopes, descendientes de la Reina de Saba, que conservaron creencias vinculadas al judaísmo. Pese a que eran de color, les han injertado en su estado como judíos. ¿Acaso el Israel actual no es una mezcla de naciones, razas y lenguas unidas por un ideal común: La restauración de Jerusalén, y la expectativa de recibir su Mesías?
Aunque su relación con el Señor es egoísta, gracias a ellos, los cristianos y aun los musulmanes, han recibido grandes influencias. No podemos negar que el concepto que ellos tienen de Dios es el mismo que teológicamente concebimos nosotros, y aun los Islámicos, con la diferencia de que nosotros le llamamos Jehová, los islámicos le llaman Alá, y los judíos no se atreven a pronunciar su nombre, sólo le llaman en hebreo “ADONAI”, que equivale a Señor, o como afirma Erich Fromm en su libro “Y seréis como dioses[10] que los judíos definen a Dios con el término de <El sin nombre>.
LOS ASPECTOS POSITIVOS DEL CULTO JUDÍO
La Torá
Pero volvamos al culto de la sinagoga. Además de rezar, cantar Salmos y leer el Tenach, tienen un momento de silencio, y en muchas ocasiones leen las escrituras y conversan sobre ella. Hay grupos de judíos[11] que establecen más que una reflexión, una discusión sobre la interpretación de la Torá. Se puede discutir porciones entre los asistentes, de manera que el culto es participativo. Esta costumbre fue la que le permitió a los cristianos primitivos poder predicar en las sinagogas y ganar a muchos para la causa de Jesús[12]. No debemos rechazar todas las costumbres de la sinagoga. Podemos afirmar que el culto de la iglesia primitiva seguía el estilo de la sinagoga en muchos aspectos, pero se diferenciaba en algunos puntos, como por ejemplo:
1-    Cuando se reunían en las casas o en lugares secretos (cuevas, catacumbas, bosques etc.) no había separación entre los oficiantes y los congregantes. Todos estaban juntos, y no existía el púlpito, sino una mesa donde ponían los elementos de la cena del Señor, y posteriormente, las cartas de los Apóstoles y parte del A.T.[13]. En algunas ocasiones se sentaban hasta en las ventanas y el suelo (Hechos 20:9; 16:32).
2-     Leían los Salmos y entonaban cánticos (Efesios 5:19-20). Unos eran inspirados (Cánticos Espirituales) y otros eran extraídos de porciones de los Salmos, como hacían los judíos en las sinagogas.
3-     Había libertad de expresión, y de discusión sobre la Palabra, no había un monólogo, sino un diálogo[14].
Sin embargo, los cristianos primitivos no aceptaron ni practicaron el legalismo, ni el formulismo de la sinagoga. Eliminaron la separación de mujeres y hombres, y aceptaban en los cultos a judíos, gentiles, libres y esclavos, presentando un Dios que acoge, por medio de Jesús, a todos los que a él vienen, no haciendo acepción de personas, como dice Santiago 2:9: “Mas si hacéis acepción de personas, cometéis pecado, y quedáis convictos por la ley como transgresores”.
Uno de los elementos más grandiosos del evangelio de Jesús es la capacidad de aceptar a todos los hombres y darles la salvación sin tener que someterse a una cultura, pueblo o rito (Romanos 2:11, Efesios 6:9). La discusión se convirtió en el testimonio de los presentes, y los apóstoles formando parte de los asistentes, se mezclaban con ellos, no existiendo una elite selecta, como en la sinagoga, que los líderes buscaban siempre los primeros puestos, pero en la iglesia no era así, sino que el mayor sea el siervo de todos, como enseño Jesús (Mateo 23:11).
La programación y el ritual se sustituyeron por la espontaneidad y la libertad de espíritu dentro de un orden y respeto: Porque vosotros, hermanos, a libertad habéis sido llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros“. (Gálatas. 5:13). Quizá por la falta de una liturgia o una programación se produjo el caos en el culto de la iglesia de Corinto, los cuales excediéndose en esa libertad dada por Cristo convirtieron las reuniones en comilona y orgía, razón por la cual Pablo les amonesta duramente (1 Corintios 11:17-22) y les pregunta: “¿No tenéis casas en que comáis y bebáis?”Después les aconseja que no dejen de compartir unos con otros: “¿Qué hay pues, hermanos? Cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación: hágase todo para edificación” (1 Corintios 14:26) y establece la regla para evitar que la espontaneidad y la libertad se conviertan en desorden y caos: “Pero hágase todo decentemente y con orden” (1 Corintios 14:40). Estos textos revelan que en el culto primitivo, los ritos, liturgias y programaciones rigurosas no existían, como en algunas sinagogas.  ¡Que falta hace en nuestros tiempos la restauración de estos cultos apostólicos! Tristemente hay que decirlo, muchos cultos evangélicos ni se parecen a los cultos de las sinagogas, pues hemos creado muchos rituales con poca libertad y espontaneidad de espíritu, y lo peor, no podemos opinar ni disentir de lo que se dice, por lo que a veces tenemos que aceptar cosas que no están conforme con la sana doctrina de la Palabra de Dios, pues muchos tuercen las Escrituras para manipular a los presentes[15].



[1]– “Cuando el Cristianismo era Nuevo” David W.Bercot. Scroll Publishing,, Texas, 1994.
[2]– “Preciosa Gema En el Tabernáculo” B. R. Hicks. Christ Gospel Churches INt, Inc. Jeffersonville, Indiana 1971.
[3]– Es un edificio construido a una divinidad, por lo general se refiere a la “orada de los dioses” y nace dentro de los cultos paganos, por ejemplo los egipcios tenían sus templos a sus dioses. Es la moradas de los dioses. Enciclopedia Planeta De Agostini, 1999.
[4]– Palabra que significa dispersión de los judíos por ver mundo.
[5]En griego significa “concurrencia”. Etimológicamente es “reunión de personas” equivalente a “comunidad”. Tomado de “Enciclopedia de la Biblia Vol. VI Q-Z. Ediciones Garrigas S.A.  Barcelona, 1963. Página 718.
[6]– Yiddish: Lengua germánica de los judíos askenazíes establecidos en Europa central y los países bálticos.  Es un dialecto del alto alemán. Se distinguen dos grupos de dialectos yiddish. El grupo oriental se extendía originalmente del Báltico al mar Negro (comunidades judías de Lituania, Polonia, Rusia y parte de Rumania), y está actualmente establecido en su mayoría en EE UU; se escribe en caracteres hebreos.
[7]– Se entiende por judíos prosélitos aquellos gentiles que abrazaban la fe judía.
[8]– Los rituales, rezos y lecturas depende del tipo de culto, celebración o hora del día en que el mismo se ejecuta
[9]-“To be a Jew” Rabí Hayim Halevy Donin.  BasicBooks,1991, página 191.
[10] – Editado por Paidós , Barcelona,  1960.
[11]-Existen judíos liberales, conservadores, ortodoxos y ultra ortodoxos. Cuanto más conservadores sean, mas apegado a las normas del Talmud y de la Torà viven, llegando algún grupo a renunciar incluso a las comodidades de la sociedad moderna.
[12]-“Historia del Pueblo Judío En los tiempos de Jesús” Vol. II Ediciones Cristiandad, Madrid, 1985.
[13]-“Cuando La Iglesia PerdióLa Sencillez” Mario E. Fumero, Producciones Peniel Honduras, 1997.
[14]-“Historia Eclesiástica” Eusebio de Cesárea. Editorial Clie, Barcelona, 1988.
[15]– “Escrituras Torcida” Mary Alice Chrnalogar. Editorial Vida.1997.

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