jueves, 27 de agosto de 2015

Dinastía herodiana.

La dinastía herodiana comenzó con Herodes I el Grande, hijo de un príncipe idumeo y una princesa árabe. Nació en Ascalón en el año 73 a.C. y murió en Jerusalén hacia el 12-13 de marzo de 4 a.C.. 
Tuvo diez esposas, entre otras la mismísima Cleopatra. Era un hombre que juntaba la astucia árabe con la crueldad idumea. Y así logró que Julio César le nombrara procurador de Judea. En el año 40 a.C. consiguió del senado romano el título de rey de Judea. 
Relegando los derechos del último de los reyes asmoneos, Antígono. Los intentos de este por recuperar los derechos del trono sobre toda Judea parecieron triunfar por tres años, del 40 al 37 a.C., y Herodes tuvo que huir. Pero con la ayuda del ejército romano tomó Jerusalén después de sitiarla por cinco meses, hacia fines del verano del 37. Y para conseguir legitimidad ante el pueblo judío, que lo rechazaba por su ascendencia ilegítima, se casó con Mariamne, la nieta de Hircano, que había sido sumo sacerdote.
Herodes mandó matar a 45 miembros del Sanedrín, que ya nunca se repuso del golpe. Herodes se reservó el derecho de nombrar y destituir sumos sacerdotes y miembros del Consejo. Roma tenía ya el instrumento de su dominio sobre Judea. 

La alianza con los asmoneos, por medio del matrimonio con Mariamne, era simple apariencia. Herodes fue eliminando sistemáticamente a todos: en el 35 mata a su cuñado Aristóbulo, sumo sacerdote; en el 30 a Hircano, abuelo de su esposa; en el 29 a Mariamne, su esposa, acusándola de adulterio; en el 28 a Alejandra, madre de Mariamne.

Herodes supo manejar a todos. Aliado de Antonio, se convirtió en amante de Cleopatra, que era amante de aquel. Con ella tuvo un hijo, Herodes Filipo, que lo sucedería como tetrarca de Iturea y de Traconítide. Cuando Octavio derrotó a Antonio y a Cleopatra, y llamó a Herodes a dar cuentas pero su ambición de poder le permitía doblarse ante el vencedor para adularlo. El romano vio que en Herodes tendría el aliado incondicional y lo restituyó en su trono y prerrogativas.

Con el consentimiento de Roma, Herodes tomó a Galilea como ‹‹tierra del rey››, y además se dedicó a la construcción, para defenderse (el palacio-fortaleza de Masada, el Herodium en Belén y, en Jerusalén, su palacio, la fortaleza Antonia) y para legitimarse (el templo que, para tiempos de Jesús, seguía todavía en construcción). Aparentando preocuparse por el pueblo y por el Templo (iniciada en el 22 a.C.). El dinero para estas costosas construcciones salía de los altos impuestos exigidos al pueblo: mil talentos cada año. Cada talento equivalía a diez mil denarios, y un denario era el salario mínimo por día. Sin embargo, fue un gobernante eficaz que impulsó el comercio y la economía de su pueblo. En época de hambruna (25 a.C.), se deshizo de gran parte de la riqueza de sus palacios para comprar trigo a Egipto. 

Obsesionado por la idea de una conspiración de algunos de sus hijos, tres años antes de morir mandó matar a Alejandro y Aristóbulo (del matrimonio con Mariamne,), y a Herodes Antípatro (hijo del primer matrimonio, con Doris). Le sobrevivían Herodes Arquelao y Herodes Antipas, hijos de una samaritana (Malthace), y Herodes Filipo.

Mateo el Evangelista le atribuye una matanza de niños en Belén (Judea) para eliminar al que, según unos magos del Oriente, había de ser "rey de los judíos". Algunos calculan que pudieron ser 25-30 niños de entre una población de unos 2000 habitantes. Teniendo en cuenta los datos reseñados hasta aquí por historiadores diversos, no parece muy lejano a su proceder habitual.



Al morir Herodes el Grande había dividido su reino entre Herodes Arquelao, Herodes Antipas y Herodes Filipo.

Herodes Arquelao (4 a.C.-6 d.C.), hijo de Malthace, Designado rey de Judea en el testamento de su padre, la decisión final del reparto del reino la tomó el emperador Augusto. De esta forma, fue elegido etnarca de Judea, Samaria e Idumea desde el año 4 adC, en que muere su padre. 
Fue depuesto en el año 6, tras un levantamiento popular en Judea. Palestina quedó anexionada a la provincia romana de Siria. Un procurador romano administraba el país desde Cesarea. 

Herodes Antipas (?, 20 a.C.- 39 d.C.), hijo de la samaritana Malthace. Fue tetrarca de Galilea y Perea entre los años 4 a.C. y 39 d.C. Fue criado en Roma junto con Arquelao y su medio hermano Herodes Filipo. A la muerte de su padre, Octavio Augusto le otorgó la tetrarquía de Galilea y Perea. Contrajo un escandaloso matrimonio con Herodías, esposa de su hermanastro Herodes Filipo. Para poder casarse con Herodías, repudió a su esposa legítima, hija de Aretas IV, rey de los nabateos (reino árabe con capital en Petra). Enfurecido, Aretas atacó a Herodes Antipas, y sólo la intervención del gobernador romano de Siria, Lucio Vitelio, evitó su derrota completa. 
Herodes Antipas continuó la labor constructora de su padre. Fortificó Séforis, haciendo de ella su capital, hizo alzar la fortaleza de Bet-haram en Perea y más tarde la ciudad de Tiberíades (que bautizó en honor del emperador Tiberio), a orillas del lago Genesaret, a donde trasladó su capital (la ciudad dio su nombre al lago y fue durante mucho tiempo un gran centro cultural judío), si bien al descombrar el terreno para la construcción aparecieron monumentos funerarios; era, pues, terreno impuro. Por eso tuvo que poblar la ciudad por la fuerza con extranjeros mendigos, aventureros, haciendo de ella un mosaico de razas . Al parecer por instigación de Herodías, acudió a Calígula, recién nombrado emperador, a reclamar la corona de Judea, en manos de su sobrino Herodes Agripa I. En respuesta, Agripa escribió al emperador Calígula, acusando a Herodes de haber concertado una alianza secreta con los partos contra Roma. Calígula entonces ordenó deportar a Herodes Antipas y su mujer, en 39, a Lugdunum (actual Lyon), y más tarde a Hispania, donde se cree que murió. 

La voluntad de Herodes el Grande era que Herodes Arquelao conservara el título de rey de Judea. Pero Roma, alarmada por las revueltas de protesta que hubo desde el comienzo de su reinado, a causa de su crueldad, lo destituyó unos cuantos años después. Su territorio se confió a un prefecto, dependiente del gobernador de Siria. 
Entonces Herodes Antipas, su hermano, asumió como nombre dinástico el de Herodes, y tomó como esposa a Herodías, primera mujer de Herodes Filipo, el hermano mayor a quien su mismo padre había hecho a un lado.

Herodes Antipas aparece en el Nuevo Testamento como el responsable de la ejecución de Juan el Bautista, a instigación de su esposa Herodías (Marcos 6,17-29, Mateo 14,3-12). En el Evangelio según San Lucas 23,6-12 Jesús se presenta ante él y sufre sus burlas. Ordenó que prendieran a Juan y lo tenía encadenado en la prisión por causa de Herodías. Herodías lo odiaba, porque era lo único que se interponía entre ella y sus ambiciones. Había dejado a un segundón, para ser una reina de primera; pero conocía bien a Herodes y temía que la crítica de Juan le hiciera mella; veía como le impactaba lo que Juan decía (‹‹No te está permitido tener a la mujer de tu hermano››). Es probable que Herodes, además de un miedo supersticioso a Juan, estuviera preocupado por la influencia que tenía en la gente, que se exaltaba mucho al oírlo; podría levantarse una rebelión contra él o contra los romanos; eso tal vez influyó en su encarcelamiento.
Herodías se la tenía jurada a Juan y quería eliminarlo, pero no veía cómo hacerlo, hasta que llegó la oportunidad un día en que Herodes organizó un gran banquete con motivo de su cumpleaños, e invitó a todos los de la corte, a los tribunos romanos y a los principales de Galilea. La hija de Herodías, Salomé, salió a bailar, toda provocación de la cabeza a los pies, y se dio cuenta de que Herodes no le quitaba la vista. No era la mirada del padrastro orgulloso de la belleza de la hija de su esposa; era algo más. Herodes entonces, queriendo complacerla y complacerse, le dijo: ‹‹Pídeme lo que quieras y te lo daré... incluso si me pides la mitad de mi reino te juro que te lo doy››. Ya estaba dicho: la mitad del reino. La insinuación era clara: le estaba ofreciendo hacerla reina... No era, obviamente, el partir el reino en dos, sino el compartirlo, lo que le ofrecía. A ella, que era esposa del otro hermano de Herodes, el otro Filipo. Y eso a vista de todos; estando presente su misma madre... la reina. 
Herodías vio una doble oportunidad: de reafirmarse como la única reina, y de quitarse de una vez para siempre la amenaza de Juan. Y cuando su hija le preguntó qué le convenía pedir a Herodes, le dijo sin vacilar: ‹‹La cabeza de Juan el Bautista››. Herodes envío a la cárcel a uno de su guardia con la orden de traerle la cabeza de Juan. Se fue, lo decapitó en la prisión y trajo la cabeza en una bandeja y se la dio a la muchacha, y esta se la dio a su madre. Los discípulos de Juan cuando se enteraron, fueron a recoger el cuerpo para darle sepultura.
Herodes Antipas intervino en el proceso de Jesús a quien consideraba el Bautista resucitado a instancias de Poncio Pilato, procurador romano. Herodes Antipas había ido a Jerusalén para la Pascua, y se le nombra junto a Pilato como enjuiciador de Cristo. La enemistad que existía entre él y Pilato nació cuando este último hubo de condenar a muerte a algunos galileos que pertenecían a la jurisdicción de Herodes.

Herodes Filipo (4 a.C.-34 d.C.) reinó sobre territorios habitados por no judíos: Iturea, Traconítide, Abilinia, Panias; gran amigo de los romanos fue el primero que acuñó monedas con la imagen de Augusto y de Tiberio. Filipo gobernó con justicia y benevolencia sus territorios, limítrofes con nabateos y partos y, por consiguiente, clave en la defensa del Imperio. Edificó como capital Betsaida, a la que llamó Julia, en honor de la hija de Augusto, y Cesarea de Filipo, junto a una de las fuentes del Jordán sobre la Paneas helenística. Murió sin descendencia (34 d.C.). Tiberio integró sus territorios en la provincia de Siria, hasta que Calígula (37 d. C.) los entregó a Herodes Agripa.

Herodes Agripa I (s.I), hijo de Herodes Antipas, estudió en Roma junto al futuro emperador Claudio. Tomó posesión de su cargo pero Tiberio lo encarceló hasta que fue liberado por Calígula, quien nombró a Herodes Agripa gobernador de algunas provincias. Herodes consiguió la tetrarquía de Galilea, cargo en el que se mantuvo cuando Claudio alcanzó el poder, ampliando su mando a Judea y Samaria. Destacó la persecución sufrida por los cristianos durante su mandato, encarcelando a san Pedro y mandando ejecutar al apóstol Santiago. Carácter tranquilo y pacífico, cercano a los fariseos y amigo del judaísmo. 

Cuando Calígula intenta situar una estatua suya en el Templo, hay un intento de revuelta, que se soluciona por la muerte del emperador en 41 d.C. 
Levanta la muralla de Jerusalén que engloba la zona del Calvario dentro de la ciudad. 

Herodes Agripa II (27 - 100 d.C.) , hijo de Herodes Agripa I, La estrecha amistad existente entre Claudio y Herodes Agripa I permitió que a la muerte del segundo fuera su hijo, Herodes Agripa II quien ocupara los cargos de tetrarca de Galilea y gobernador de Judea y Palestina. El joven Herodes fue educado en Roma por lo que asumió a la perfección los cargos, ampliando sus responsabilidades de gobierno cuando fue nombrado rey de Calcis en el año 50 y tetrarca de Tiberias en el año 52. 
Tiene derecho de visita y de control sobre el Templo. Nombra a su antojo al sumo sacerdote. 
Mantiene una relación incestuosa con su hermana, lo que le hace ganarse el descontento de la población. 
En su época hay movimientos antirromanos. Los zelotes animan la rebelión contra Roma. 
Procuradores romanos nombrados en los Hechos de los Apóstoles: Félix, Porcio Festo.

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