Religión tradicional de China, el taoísmo se basa en conceptos sumamente
antiguos, comunes con el confucianismo, como la alternancia yin-yang y el principio unificador tao.
Se trata de una religión compleja y mal conocida en occidente, a pesar
de que posee una enorme cantidad de escritos, entre los que destaca el Tao-te Ching, la obra china más traducida.
Una religión mística y compleja
El
taoísmo es una religión tradicional de China, que se basa en conceptos
sumamente antiguos, comunes con el confucianismo. Los más destacados son
la alternancia yin-yang, que en origen pudo provenir de los ritmos diarios, mensuales y anuales, y el principio unificador, el tao, que sintetiza la diversidad de los opuestos.
El
tiempo en el taoísmo queda oscurecido por toda una mística que niega
incluso los límites de la vida humana para predicar la posibilidad de
una inmortalidad de carácter físico. Como esta idea se enfrenta a la
razón común, el estudio del taoísmo se interna en un mundo que exige el
abandono de ciertas certezas y en el que los hitos históricos se diluyen
generando un mensaje atemporal.
Los
taoístas dicen que sus enseñanzas provienen de Huang-ti, el emperador
amarillo, fechado legendariamente en los siglos XXVII-XXVI a.e.c., y que
es considerado como el prototipo de sabio taoísta. A los 100 años de
edad fue capaz de crear el «elixir dorado», chin-tan, que le
convirtió en un ser inmortal, por lo que fue elevado a los cielos y
convertido en emperador mítico del centro del mundo, que corresponde al
elemento tierra. A Huang-ti se atribuía la paternidad de un primer
tratado taoísta, quintaesencia de la sabiduría, que se perdió.
El
taoísmo es difícil de definir y comprender, incluso en sus orígenes,
puesto que hay investigadores que dan alguna credibilidad a las
tradiciones legendarias y postulan un taoísmo muy arcaico, mientras que
otros defienden que solamente a partir del siglo IV a.e.c. se puede
hablar de auténtica documentación fiable de esta religión.
El
taoísmo es una religión de primer orden, dotada de un gran número de
escritos imponentes, que solo han sido conocidos y valorados con
objetividad por los estudiosos no chinos a partir de los años treinta
del siglo pasado.
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