domingo, 28 de julio de 2013

EL APOCALIPSIS.

 PARA SABER MÁS: APOCALIPSIS. ÍNDICE.

El último libro del Nuevo Testamento se llama Apocalipsis, una palabra griega que quiere decir «revelación». Su autoría se adjudica también a Juan, el mismo del que se dice que escribió uno de los evangelios; pero tiene un estilo muy diferente, lleno de imágenes terribles que describen calamidades que ocurrirán en el futuro. Las predicciones hablan de una batalla entre los seguidores de Cristo y los seguidores del Mal, que terminará con la victoria sobre los malvados, su juicio y castigo, y la instauración de un reino de justicia y perfección tras el retorno glorioso de Cristo.
En la actualidad, hay algunos cristianos que esperan que las predicciones del Apocalipsis se produzcan en un breve espacio de tiempo. En esto coinciden con muchos de los primeros cristianos, que estaban convencidos de la inminencia del final de los tiempos.

LOS CUATRO JINETES DEL APOCALIPSIS.

 Beato de Fernando I y doña Sancha. Aparición de los cuatro jinetes del Apocalipsis. Madrid, Biblioteca Nacional.
 Beato de Fernando I y doña Sancha. Aparición de los cuatro jinetes del Apocalipsis. Madrid, Biblioteca Nacional.

Escritores y artistas de diferentes épocas han usado los cuatro jinetes del Apocalipsis para referirse a los terrores que se pueden abatir sobre la humanidad. Se basan en la visión que aparece en Apocalipsis 6, 1-8, donde se plantea una etapa de sufrimiento y horror que dará paso a la victoria del Bien sobre el Mal. El texto bíblico narra lo siguiente:

«En la visión, cuando el Cordero abrió el primero de los siete sellos, oí al primero de los cuatro Vivientes que decía con voz de trueno: "Ven". En la visión había un caballo blanco; el jinete llevaba un arco; se le dio una corona, y salió como vencedor. Cuando abrió el segundo sello, oí al segundo Viviente que decía: "Ven". Entonces salió otro caballo, rojo; al jinete se le concedió quitar de la tierra la paz para que se degollaran unos a otros; se le dio una espada grande. Cuando abrió el tercer sello, oí al tercer Viviente que decía: "Ven". Miré entonces y había un caballo negro; su jinete tenía en la mano una balanza [...] Cuando abrió el cuarto sello, oí la voz del cuarto Viviente que decía: "Ven". Miré entonces y había un caballo amarillento y el jinete se llamaba Muerte, y el abismo infernal le seguía. Se les dio poder sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con la espada, con el hambre, con las epidemias y con las fieras salvajes.»
Apocalipsis 6, 1-8, Nuevo Testamento cristiano.
El primer caballo alude a la conquista y al triunfo; el segundo, a la guerra entre los hombres; el tercero, a las desgracias que esto acarrea y el cuarto sintetiza los males de los tres anteriores con la muerte, que podía llegar a los hombres y mujeres a través del hambre, las enfermedades y las fieras de la tierra. Es el preámbulo a la victoria del bien sobre el mal, según este relato.

Muchas veces a lo largo de la historia se ha propuesto la idea de una paz universal basada en el respeto entre los pueblos para obtener un beneficio mutuo. Los relatos de este tipo son una reflexión sobre la concienciación que ha habido en diferentes épocas sobre los valores de una convivencia en paz.

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